"El Gobierno cubano tomó por asalto la Casa Canaria en La Habana"

La Habana/Madrid/El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, se fotografió hace dos semanas en la puerta de la sede habanera de la Asociación Canaria de Cuba Leonor Pérez Cabrera, ubicada en el número 258 de la calle Monserrate –ahora avenida de Bélgica–, en La Habana Vieja. El político sonreía ante el edificio principal de una entidad que lleva intervenida por el Gobierno cubano desde antes del verano de 2022, cuando puso al frente de la institución al viceministro de cultura Fernando Rojas.

La prensa canaria, así como los vecinos de la zona, conocía la situación del inmueble, cerrado desde hace meses y en un lamentable estado. Por eso preguntó al gobierno regional por una visita incluida en la agenda del presidente al edificio. "La casa está en uso, se abre para reuniones", respondió el Ejecutivo, que fue taxativo: "Ir, vamos a ir".

Torres, que realizó entre el 4 y el 11 de febrero un viaje a Cuba y Venezuela, donde residen importantes comunidades de inmigrantes canarios (50.000 en la Isla), afirmó en La Habana que se requería "una actuación de mejora y potenciación de este equipamiento", en referencia a la Casa Canaria, perteneciente originalmente a la Sociedad Cubana de Ingenieros y donde estaba instalada la Asociación desde su fundación, en 1992.

Sin embargo, el acto multitudinario con canarios cubanos en la capital lo realizó en el teatro Bertolt Brecht ante unas 200 personas.

El abandono de la Casa Canaria, del que pocos días antes de la llegada de Torres colgaba un cartel que anunciaba su cierre por problemas de administración y control, ha acabado desvelando una situación de la que las autoridades españolas parecen conocer solo una parte. "Sé que hay algún problema con la Asociación Canaria y que por el momento está bajo la tutela del departamento del viceministro Rojas", confirma a 14ymedio una fuente diplomática consultada esta semana.

La Casa Canaria Leonor Pérez Cabrera era un punto de encuentro de los numerosos canarios o cubanos con origen en el archipiélago español. En su interior, presidido por un gran salón, había bailes y conciertos los fines de semana y su restaurante tenía cierta reputación en la Isla.

En noviembre de 2018 falleció a los 85 años Carmelo González, presidente de la asociación desde su fundación y líder del colectivo de cubanos casi desde su llegada a La Habana, en 1959. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, su dedicación a la comunidad y a tejer lazos a ambas orillas –lo que lo mantuvo cerca del poder– lo llevó a granjearse tantos amigos como enemigos. Sin embargo, pocos discuten sus buenas intenciones y un manejo de la diplomacia que permitió mantener a las autoridades cubanas tan cerca como era necesario pero lo suficientemente lejos como para que no pudieran tocar un euro de las subvenciones que la entidad recibe.

"Carmelo gobernó de forma férrea la Leonor Pérez Cabrera y no hubo ni un canario, dentro y fuera de Cuba, que le contestase o le tosiese", cuenta en su perfil de Facebook Ismael Romen Rodríguez, empleado público en el gobierno regional de Canarias y miembro de la Asociación.

Sánchez añade que incluso se llegó a un acuerdo con Cubana de Aviación, cuando había vuelos desde Canarias, para disponer de una bodega en la que cada semana viajaban medicinas

"Cuando vivía Carmelo, a toda esta gente de Cultura que quería meter las narices los tenía a raya", explica a 14ymedio Pedro Sánchez González, estrecho colaborador en Las Palmas de Gran Canaria de la asociación cubana durante el período previo a la intervención castrista. "Él estuvo 30 años e hizo cosas inimaginables, incluso se rescató el mausoleo de los canarios del cementerio Colón. Yo trabajé con él, iba dos o tres veces al año a Cuba y cargábamos en un barco material de ayuda para la Isla".

Sánchez añade que incluso se llegó a un acuerdo con Cubana de Aviación, cuando había vuelos desde Canarias, para disponer de una bodega en la que cada semana viajaban medicinas. Él continúa con esa labor ahora, a través de una ONG, pero se ha desvinculado de la asociación.

A González lo sucedió en el cargo el que entonces era su mano derecha, Lázaro Rivero, también vicepresidente del Banco Nacional y del Banco de Fomento Agrícola e Industria cubanos. Pedro Sánchez pone la mano en el fuego tanto por Carmelo González como por él. "Era un hombre muy honrado, de confianza de Carmelo. Era muy anciano, lo presionaron mucho del Ministerio de Cultura hasta que no aguantó mucho más", cuenta.

Sin embargo, tanto Sánchez como el funcionario canario coinciden en un mal manejo de dinero, ya fuera por simple descontrol o desidia. Los rumores que circulan en La Habana, favorecidos por el cartel colocado en la puerta de la Casa, llegaron a sostener que un hijo de González o de Rivero se había marchado con el dinero de la asociación a España y después a EE UU.

Este diario contactó con uno de los hijos de Carmelo González, Fernando, quien asegura que si la acusación de robo de fondos es en su contra "no merece siquiera respuesta", porque "no tiene ningún sentido"

Este diario contactó con uno de los hijos de Carmelo González, Fernando, quien asegura que si la acusación de robo de fondos es en su contra "no merece siquiera respuesta", porque "no tiene ningún sentido". Además, aclara que "el inmueble es propiedad del Estado y que se usaba en usufructo" y lo considera "una magnífica edificación" que fue restaurada en su momento por la asociación con la ayuda del Gobierno canario.

"Esa historia negra se sacó a la calle para justificar el asalto a la Casa Canaria", alega Sánchez. Señala, no obstante, que la directiva cometió "errores" a la hora de justificar los gastos al gobierno de Canarias.

"Sé de las carreras para justificar lo injustificable en cuanto a las subvenciones. Sé, porque me lo contaron, yo no lo vi, de facturas escritas en servilletas de bar que traía don Carmelo en sus constantes viajes a Canarias. Sé qué funcionaria custodiaba un sello de la entidad por si había alguna urgencia en la justificación", expone, por su parte, Romen Rodríguez.

Esas irregularidades habrían servido, se barruntan los asociados, para justificar la ansiada intervención, aproximadamente en mayo de 2022. Rivero, que ya se había alejado de la presidencia, falleció en noviembre de 2022, cuando ya el viceministro cubano Fernando Rojas, cuya abuela es oriunda de Arucas (Las Palmas), estaba al frente de manera transitoria. En diciembre se inició un proceso de elección de nueva junta directiva que puede llevar meses –ya que deben realizarse encuentros en las decenas de casas que hay por toda la Isla– y algunos socios alertan de que el Ministerio de Cultura está intentando colocar a sus candidatos favoritos al frente.

Las subvenciones que otorga el gobierno de Canarias a la Leonor Pérez Cabrera parecen ser el motivo de la disputa, pese a no ser tan abultadas como los asociados suponen. Los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma prevén una partida específica de la viceconsejería de Acción Exterior para las entidades en Madrid y Cuba, por ser las más importantes. El resto de casas canarias en España y el mundo acceden a otras subvenciones.

"La sede de La Habana se cerró porque Cultura mandó a una persona prácticamente al asalto, sacó de allí a las tres o cuatro personas que quedaban y empezaron a revolver todos los papeles que había"

En los últimos años, la entidad ha estado recibiendo anualmente 15.000 euros (de 2016 a 2020) y 20.000 euros (hasta 2022). Aunque hay otras ayudas nominales dirigidas en exclusiva a cada solicitante canario en Cuba y este año se entregarán hasta 100.000 euros de los fondos europeos destinadas a proyectos de canarios en la Isla, para la Asociación Leonor Pérez Cabrera se han presupuestado 30.000 euros este 2023, que deben repartirse entre todas las Casas. A la de La Habana, aunque es la más beneficiada, suelen ir a parar poco más de 7.000 euros, un dinero que está destinado al personal y gastos corrientes y debe ser justificado, aunque, como todo, es susceptible de ser manipulado. Y esto es lo que temen algunos asociados.

"La sede de La Habana se cerró porque Cultura mandó a una persona prácticamente al asalto, sacó de allí a las tres o cuatro personas que quedaban y empezaron a revolver todos los papeles que había. Yo mandé hacer un video y estaba todo revuelto", señala Sánchez. Coincide en esto con el funcionario canario citado anteriormente, que afirma: "No dejaron ni los aires acondicionados".

El inmueble es otro de los elementos en juego cuyo destino se desconoce. Si bien el presidente canario parecía seguro en su visita de una rehabilitación de la sede habanera, algunos, como Sánchez, promueven un cambio. "Hay un grupo de canarios que se opone. Mi opinión y voto es no recuperar el edificio, sino coger una oficinita".

En La Habana, por el contrario, ansían recuperar el local, aunque también temen que el Gobierno quiera recuperarlo y hacer un nuevo hotel de lujo. Lo que tienen claro los asociados es que intentarán defender lo suyo y evitar que salga elegida una directiva del gusto del régimen.

"Si este expolio llegara a ocurrir, que Cuba se olvide de Canarias y de sus compromisos de donaciones, que fueron muchos en un pasado reciente", zanja Sánchez.

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