"El Gobierno cubano asesina lentamente" a Otero Alcántara en la cárcel

La Habana/Luis Manuel Otero Alcántara ha rechazado los derechos que tiene como preso por considerar que no debe serlo, según informó este martes la curadora de arte Claudia Genlui, que pudo hablar con él en lo que asegura que fue "su última llamada"

"Llamó para comunicar, de manera breve pero firme, que está al límite", escribió la activista en su perfil de Facebook.

Genlui afirma que el artista y miembro del Movimiento San Isidro, que lleva más de medio año en la prisión de Guanajay, Artemisa, tenía esperanzas de que se aceptara la medida cautelar de libertad provisional que solicitó el pasado diciembre y que le fue denegada por la Fiscalía, que lo considera un "peligro social".

"Con la negación de esta petición, el régimen demuestra una vez más que su única intención es humillarlo, tratarlo como un criminal cuando no lo es"

"Con la negación de esta petición, el régimen demuestra una vez más que su única intención es humillarlo, tratarlo como un criminal cuando no lo es", sostiene Genlui, que advierte de que no habrá más oportunidades para salvar al artista, que está al límite. "Él mismo ha dicho BASTA (sic.)", añade.

Otero Alcántara ha rechazado, de acuerdo con esta información, recibir visitas, alimentos y llamadas. "Se acabó. Él sabe, como todos nosotros, que estar preso no es una opción digna, que su libertad está siendo manipulada por la Seguridad del Estado y que lo están guardando como moneda de cambio. El camino que Luis Manuel ha realizado no es para eso, él sólo se irá de Cuba como un ciudadano libre cuando lo decida y con la disponibilidad de regresar cuando lo desee. Eso es un derecho", dice la curadora de arte.

Las negociaciones para que Otero Alcántara sea liberado llevan meses en marcha, según aseguró la artista Tania Bruguera desde EE UU, donde reside ahora temporalmente. La activista contó en octubre que se intentaba acordar algún arreglo como el que propició la salida de Cuba de los artistas Hamlet Lavastida y Katherine Bisquet, que se fueron a Polonia tras ser él excarcelado a cambio de su destierro.

Sin embargo, el escollo en este caso, según Bruguera, ha sido el rechazo de Otero Alcántara a aceptar una liberación a cambio de abandonar el país, una situación que también se produce con el rapero Maykel Castillo Osorbo.

El escollo en este caso, según Bruguera, ha sido el rechazo de Otero Alcántara a aceptar una liberación a cambio de abandonar el país, una situación que también se produce con el rapero Maykel Castillo

"El Gobierno cubano asesina lentamente a un artista que solo nos ha mostrado luz, que ha construido esa esperanza a la que hoy nos aferramos. Ahora más que nunca nos necesita, confía en nosotros", agrega Genlui en su post de ayer martes, en el que asegura que seguirá informando de cualquier novedad.

Luis Manuel Otero Alcántara está en prisión desde el 11 de julio y está acusado de desorden público, instigación para delinquir y desacato. Estos delitos le fueron imputados cuando, en abril de 2021, acudió a un cumpleaños en el que los vecinos de la barriada en que reside acabaron cantando Patria y Vida. Aunque estaba en libertad a la espera de juicio, fue detenido y encarcelado el 11 de julio cuando empezaron las protestas en todo el país. En 2019 también fue acusado de "ultraje a símbolos patrios" por una performance con una bandera cubana, aunque el caso fue sobreseído en 2020.

La represión que el Estado ejercía desde 2018 contra Otero Alcántara se endureció en noviembre de 2020, cuando inició una huelga de hambre y sed junto a varios activistas para exigir la liberación del rapero Denis Solís. La acción finalizó con la irrupción de la policía el 26 de noviembre en la sede del Movimiento San Isidro en La Habana Vieja, donde estaban reunidos los miembros del colectivo, y el arresto a los 14 activistas que estaban en el interior del inmueble.

Este suceso impulsó la protesta de un grupo de artistas e intelectuales el 27 de noviembre ante la entrada del Ministerio de Cultura para pedir soluciones a las autoridades del sector. Dos meses después, los hechos desembocaron en una nueva disputa en la que los funcionarios acabaron llegando a las manos contra los manifestantes.

A finales de abril, Otero Alcántara se declaró nuevamente en huelga de hambre y sed para exigir el fin del asedio policial ante su vivienda. La Seguridad del Estado entró durante la madrugada en su domicilio y lo trasladó al hospital Calixto García, donde permaneció durante un mes controlado por las fuerzas de seguridad sin explicaciones.

El artista fue considerado una de las 100 personas más influyentes del año por la revista estadounidense Time.

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