"El Gobierno de Cuba es una cosa macabra", sentencia el ajedrecista Leinier Domínguez

La Habana/El ajedrecista cubano Leinier Domínguez es la última figura que se ha pronunciado en contra de la represión desatada a raíz de las protestas del pasado 11 de julio en más de 40 ciudades del país y ha pedido la liberación de todos los detenidos.

En un post publicado en Facebook este martes se refiere, en particular, a su colega Arián González, natural de Santa Clara y residente en Orense, España, que llegó a la Isla a principios de julio para cuidar a su madre, diabética, y que, como tantos otros miles, se unió a las manifestaciones.

Domínguez es contundente en su rechazo de las acusaciones del régimen que llama a los manifestantes "delincuentes": "Los que vivimos parte o casi toda nuestra vida en Cuba sabemos que la realidad es que ya la gente no aguanta más y ha empezado a perder el miedo", precisa.

Sobre González, refiere: "Me consta que además de brillante y talentoso ajedrecista, es excelente persona. Lejos de ser un delincuente, está justo en el otro extremo, el bueno, el de la virtud y la decencia".

"Los que vivimos parte o casi toda nuestra vida en Cuba sabemos que la realidad es que ya la gente no aguanta más y ha empezado a perder el miedo"

Y sobre los pastores evangélicos que conoce refiere: "¿Delincuentes? ¿Oportunistas? Ni remotamente cerca, se trata de gente humilde y muy decente, que viven mayormente sirviendo a otros y predicando el Evangelio. Ahora mismo están presos y tienen niños pequeños que lloran por ellos y corren hacia la puerta casi a cada momento esperando que sea su padre el que regresa a casa.

"Me convencí hace mucho tiempo de que el Gobierno de Cuba es una cosa macabra", señala el Gran Maestro en su publicación, en que recuerda que nunca se había expresado políticamente en público.

"A la famosa revolución y a sus líderes se les dio un estatus que está por encima de los seres humanos, se plantea como algo casi divino, algo que está más allá de toda consideración ordinaria", razona el Gran Maestro. "Esto ignora por supuesto que la naturaleza del ser humano no es buena y por ende todo gobierno de hombres tendrá siempre problemas en menor o mayor grado. Pero en cualquier caso, la consecuencia lógica de esa ideología es que nadie tiene derecho a pensar de otra manera y usan el poder para aplastar literalmente (en nombre de la justa e infalible causa revolucionaria) a todo lo que se oponga".

Para Domínguez, esta es la raíz del problema y "lo que ha llevado a la destrucción del país desde casi todo punto de vista imaginable".

El ajedrecista, establecido en Estados Unidos desde 2018, confiesa que siempre fue pesimista en cuanto a las soluciones. "Siempre pensé que los cubanos simplemente no protestamos (salvo algunas excepciones de gente con mucho valor). La mayoría o se va (entre los cuales obviamente me incluyo) o aguantan callados en Cuba y tratan de sobrevivir. Pero eso cambió hace solo unos días, cuando miles de cubanos prácticamente en toda la Isla se cansaron y salieron a las calles a pedir libertad".

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