El Gobierno cubano topa temporalmente los precios del arroz y los frijoles
La medida "traslada la inflación al mercado negro", critica un especialista
La Habana/La Gaceta Oficial publicó este viernes una regulación temporal de los precios máximos del arroz y el frijol de producción nacional, dos alimentos de consumo básico en la Isla. Según el documento, el tope es una estrategia del Estado para “contener el alza de la inflación” en productos de alta demanda.
El tope fijado para una libra de arroz es de 155 pesos y para los frijoles, 196 pesos –si Acopio tuvo que entregarle al productor insumos como sacos, cajas o de otro tipo– o 285 pesos, si el Estado brindó insumos al agricultor.
El economista Pedro Monreal comentó la medida y dijo no estar seguro de que logre los resultados que el Estado prevé. “A estas alturas debería haberle quedado claro a los funcionarios del Gobierno cubano que emitir una norma legal topando precios de alimentos cruciales del agro nacional, como son el arroz y los frijoles, más que un “congelamiento” pudiera ser jugar con fuego”, señaló en X.
Según el analista, el tope equivale a “una tupición de cañerías del sistema económico”. En un primer momento parece que controla la inflación, pero por la escasa oferta –el verdadero problema, en su opinión–, “lo que hace es trasladar la inflación al mercado negro y provocar inflación ‘reprimida’ en mercados racionados”.
Asimismo, Monreal criticó al Gobierno por repetir una y otra vez la misma estrategia “a pesar de su probada ineficacia”. “Los precios máximos de acopio limitan al productor agropecuario sus posibilidades de obtener ingresos que se dedicarían a invertir, reduce los incentivos y aumenta los riesgos para invertir, y para hacerlo de manera eficiente”, asegura.
Por su parte, el Ministerio de Finanzas y Precios defendió la medida explicando que, en los últimos años, el desarrollo de la economía ha estado afectado por “una espiral inflacionaria ascendente y un aumento de precios en el mercado internacional, como resultado de la crisis multidimensional que sufre el mundo”.
Además, recordó que en julio de 2024 otra regulación fijó precios máximos a productos de consumo básico de la población como el pollo, la leche en polvo, las pastas alimenticias, el aceite vegetal, las salchichas y el detergente en polvo. En ese sentido, consideró que meses después de la adopción de esa medida “se mantienen las necesidades de contención de otros precios de principales consumos de la población, fundamentalmente alimentos”.
La nueva normativa considera los costos de producción y los márgenes de utilidad razonables para los productores, incluyendo el pago de los jornales a los cultivadores, según explicó la viceministra de Finanzas y Precios, Yenisley Ortiz, citada por la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
También incluye la opinión de la directora jurídica del Ministerio de la Agricultura, Mayra Cruz, quien calificó de “positiva” la nueva regulación aunque reconoció que los precios “siguen siendo altos”, pero apuntó que se valoró que el productor tuviera “su margen comercial de utilidad y otros incentivos” con el fin de incrementar la producción.
El pasado febrero las autoridades de Camagüey se adelantaron a las medidas anunciadas ese mes por el primer ministro, Manuel Marrero, sobre “la regulación centralizada de precios minoristas máximos al arroz y a los frijoles de producción nacional”. El gobierno local reguló el precio del arroz, también a 155 pesos, y el cambio no fue bien recibido por los vendedores. Desde ese momento, el producto desapareció de las tarimas y los inspectores debieron apretar la tuerca contra los comerciantes que se negaban a ofertarlo.