El Gobierno cubano declaró solo una séptima parte de los muertos por covid, según los datos de la Onei
En 2021, el número de fallecidos en la Isla creció casi un 50% y hubo que ampliar los cementerios
La Habana/ Los últimos datos demográficos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) son inapelables: en 2021, murieron 55.206 cubanos más que en 2020. Según un informe fechado el 11 de mayo, el año pasado fallecieron 167.645 personas en la Isla, frente a las 112.439 que lo hicieron el año anterior, un aumento del 49,1%.
La cifra contrasta de manera abismal con los fallecidos reportados por covid-19 durante 2021 por parte del Ministerio de Salud Pública, 8.177, lo cual indica un subregistro en los datos oficiales de la pandemia en la Isla de 47.029. Es decir, la subestimación fue del 85,2% (hubo 6,75 veces más decesos que los que fueron atribuidos oficialmente al covid). O dicho de otra manera, el Gobierno cubano ha declarado solamente una séptima parte de los fallecidos por coronavirus.
En otros países, especialmente los golpeados por el covid-19 en las primeras olas de 2020, las autoridades corrigieron las cifras iniciales del impacto del coronavirus y atribuyeron a la pandemia las anomalías en el exceso de mortalidad mostrado por las estadísticas de ese año. Dado que no existe otro evento excepcional en el año –como sería el caso de una guerra–, ese exceso sólo cabe atribuirlo al coronavirus.
La cifra contrasta de manera abismal con los fallecidos reportados por covid-19 durante 2021 por parte del Ministerio de Salud Pública, 8.177
Al finalizar 2020, el Ministerio de Salud Cubano reportó 146 muertes por covid, a pesar de que el siguiente informe de la Onei, publicado en junio de 2021, también indicaba un ligero ascenso en la mortalidad: de los 109.080 fallecidos en 2019 a los 112.439 en 2020. Eso supone una subestimación de decesos por la enfermedad del 95,65% (hubo 23 veces más decesos que los que fueron atribuidos oficialmente al covid).
Antes de que hayan salido a la luz los datos oficiales demográficos, numerosas señales hacían inferir que la cifra de muertos por covid-19 eran mucho mayores que las que el Gobierno estaba declarando.
A principios de 2021, llamó la atención que el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba ya no diera de sí, aunque las autoridades justificaron entonces la construcción de un nuevo camposanto diciendo que la segunda ciudad del país "es uno de los territorios más envejecidos del país" y, además, presentaba un "aumento de afecciones como el cáncer en diferentes localizaciones y los infartos".
Meses más tarde, en verano, cuando se dio el pico de la pandemia en la Isla, ya era difícil tapar el sol con un dedo, y la prensa oficial informó de la ampliación de los cementerios en otras ciudades como Holguín, Ciego de Ávila o Santa Clara.
Además, en las redes sociales se multiplicaron los testimonios que denunciaban la presencia de fosas comunes y el mal olor en los alrededores de los cementerios. Ante el aumento de defunciones, y en mitad de una escasez creciente, la empresa estatal de Servicios Comunales bajó la calidad de los ataúdes, una improvisación que provocó malestar entre las familias de los fallecidos.
Los datos proporcionados son los que figuran en las estadísticas mundiales sobre la pandemia, por lo que Cuba aparece como uno de los países con menos mortalidad
Todo ello contrastaba con el triunfalismo del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, que se jactaba de haber vacunado a la inmensa mayoría de su población con antídotos de factura nacional –Soberana 02, Abdala y Soberana Plus–, que a fecha de hoy aún no han sido aprobados por la Organización Mundial de la Salud.
Los datos proporcionados por el Estado son los que figuran en las estadísticas mundiales sobre la pandemia, por lo que Cuba aparece como uno de los países con menos mortalidad por covid del planeta. Si se confirmara que los más de 55.000 fallecidos lo fueron por covid, se situaría, en números absolutos, en el lugar 23 de las tablas, entre Chile (57.680) y Hungría (43.643).
En relación con el tamaño de la población, los datos cubanos están entre los peores del mundo. En la Isla murieron 4.929 personas por millón de habitantes. Solo Perú (6.529 por millón) y Bulgaria (5.356) registraron cifras peores. En Estados Unidos fueron 3.009 por millón.
Por lo demás, el último informe de la Onei refleja la mengua general de la población: 11.113.215 registrados en 2021 frente a 11.181.595 en 2020, una diferencia a la baja de 68.380. Si se restan los fallecimientos, 13.174 cubanos faltan en el censo del año pasado respecto al año anterior.
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