El Gobierno cubano "reduce la oferta de alimentos y entrega la gastronomía a la burguesía"

Madrid/Como ya ocurrió con el 11J y las condenas para sus manifestantes o las marchas contra los apagones en 2022, la protesta del pasado sábado en Caimanera ha vuelto a provocar la airada reacción de la organización Comunistas de Cuba contra el Gobierno de la Isla.

El colectivo, de corte trotskista, dedica un amplio análisis en su web a las causas del hartazgo del pueblo cubano, que a su juicio están en la creación de una "burguesía nacional, estimulada directamente por la burocracia dirigente" que asfixia a la clase trabajadora e inevitablemente tendrá como consecuencia nuevos estallidos este 2023. Además, sostiene que es necesario que la izquierda se ponga del lado de las protestas e impida que la derecha capitalice el descontento con la Revolución.

Para llegar a estas conclusiones, el grupo describe con detalle los hechos precedentes, desde el 11 de julio de 2021 a las marchas contra los apagones en 2022, ambas en verano, como el Maleconazo, en 1994. Para los meses que vienen, calcula Comunistas de Cuba, se avecina una crisis de combustible agravada por el aumento de las temperaturas y el Gobierno tendrá que elegir entre la luz y el transporte. Sin embargo, razonan, "ha sido el desabastecimiento de alimentos lo que ha provocado el estallido de Caimanera, lo cual se puede ver en una de sus principales consignas: Comida". El grupo destaca un dato significativo que hasta ahora no se había señalado: el municipio guantanamero fue uno de los tres con mayor nivel de abstención en las pasadas elecciones legislativas.

El grupo destaca un dato significativo que hasta ahora no se había señalado: el municipio guantanamero fue uno de los tres con mayor nivel de abstención en las pasadas elecciones legislativas

Comunistas de Cuba no se andan con rodeos a la hora de juzgar el modelo económico al que se encamina el régimen y que provoca la falta de alimentos o el encarecimiento de los que hay. "La burocracia dirigente cubana avanza decididamente a la restauración capitalista, implementando el modelo chino-vietnamita", subraya.

El colectivo señala que, "mientras el Gobierno reduce la oferta de alimentos, entrega la gastronomía a la burguesía. Se le retira la mayor parte de los suministros a los restaurantes, bares y cafeterías estatales. [...] Aparece entonces el típico adinerado que propone al gobierno local convertir el lugar en un negocio privado".

Esos negocios están yendo a parar, coinciden con otros críticos, a las manos de afines al Gobierno, ya que "la licitación de dichos locales estatales no se realiza de manera pública, tomándose la decisión de a quién entregar la propiedad estatal a conveniencia de la burocracia neocapitalista". Esto se une a la pandemia y la crisis generada por la invasión rusa a Ucrania, que han ayudado a que "las condiciones de vida de la clase trabajadora cubana se encuentren cada vez más deterioradas".

Según Comunistas de Cuba, impotente a la hora de crear unas buenas condiciones de vida a la población, el Gobierno cubano intenta crear entre los jóvenes desafección hacia la política. "A la burocracia cubana le interesa tener una juventud, si no leal a ella, al menos alejada completamente de la política", sostiene el grupo en su análisis. Como resultado, ha calado en la población, añaden, una idea de que "el socialismo es un sistema económico inepto y caótico, el cual genera desabastecimiento y empobrecimiento". El colectivo defiende que lo que se está viviendo nada tiene que ver con el socialismo, sino que se trata de un "mediocre prólogo del capitalismo subdesarrollado".

El colectivo defiende que lo que se está viviendo nada tiene que ver con el socialismo, sino que se trata de un "mediocre prólogo del capitalismo subdesarrollado"

A su juicio, este escenario ha funcionado a la perfección como un "terreno fértil" para que la derecha sea vista como la única alternativa y, más allá de eso, para generar la idea de que no existe una "alternativa real socialista". "La fuerza del Estado cubano es tan grande que en su represión no es necesaria la desaparición física de opositores, la tortura y las ejecuciones extrajudiciales. En los centros de trabajo estatales, toda disidencia es aislada por la administración y el PCC (Partido Comunista de Cuba). Esto se suma al temor de los trabajadores de ser represaliados", argumentan.

La teoría que expone el grupo es que a las protestas que puedan poner fin al régimen o, en su defecto, un golpe militar, le sucederá "un gobierno de generales derechistas, quienes aplicarían la restauración capitalista de manera inmediata; o el triunfo de una dictadura anticomunista controlada por Estados Unidos y la actual contrarrevolución interna. Sin embargo, esto no quiere decir que la izquierda crítica cubana debe enfrentarse a las protestas populares, ni negar de ellas: todo lo contrario".

Comunistas de Cuba son conscientes de la dificultad de generar una masa que comparta sus ideas después de décadas de dictadura socialista. Los casos relativamente equiparables, que citan, son multitud: Polonia, Rumanía, Hungría, Albania, la antigua Checoslovaquia (hoy dividida en Chequia y Eslovaquia) son ejemplo de una fuerte reacción que trajo consigo un capitalismo al que califican de "cruel". Por ello se ponen a sí mismos una misión. "El principal deber de la izquierda crítica cubana es la difícil tarea de revertir la hegemonía que la derecha tiene en el descontento popular", afirman.

Comunistas de Cuba son conscientes de la dificultad de generar una masa que comparta sus ideas después de décadas de dictadura socialista

A su juicio, los socialistas contrarios al actual Gobierno revolucionario también están afectados por la legislación que impide ideas distintas a las revolucionarias con todo lo que conlleva, desde la prohibición de reunirse a la de ejercer oposición desde los medios, lo que los empuja a la clandestinidad.

Finalmente, Comunistas de Cuba prevén un cercano "estallido social de magnitudes similares a las del 11 de julio –o mayores–" que el Gobierno solo sabrá detener con represión y aunque creen que el escenario es "completamente adverso" a quienes comparten su propuesta ideológica, no bajan los brazos. "Cuba necesita la construcción de un partido marxista revolucionario que se ponga al frente de la clase trabajadora. Como mismo en Cuba tuvo lugar el primer intento de construcción del socialismo, quizá en Cuba suceda la primera revolución socialista que derroque al neoestalinismo", cierra su carta.

Pocos días después, en un comunicado para mostrar su apoyo a los huelguistas de Artemisa que paralizaron el servicio de tren a La Habana este martes, la organización ha exigido la liberación inmediata de los detenidos por los sucesos de Caimanera.

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