Los grupos electrógenos creados por Fidel Castro para "acabar con el apagón" se quedan sin combustible
Casi la mitad de los 1.401 motores están averiados y los demás están parados a falta de diésel o fueloil
La Habana/Con un déficit de 1.590 megavatios (MW) pronosticados para este jueves, la estabilidad energética que promete desde hace días la Unión Eléctrica (UNE) sigue siendo utópica. La estatal atribuye esta afectación “superior a lo planificado”, entre otras razones, a que 72 centrales de generación distribuida, conocidas como grupos electrógenos –el país cuenta con 154 que funcionan con diésel y 35 con fueloil–, cuya producción equivale a 411 MW, están fuera de servicio por carecer de combustible.
En su comparecencia diaria sobre la crisis energética, el director técnico de la UNE, Lázaro Guerra, dijo que “el combustible existe, pero está concentrado en dos puntos prácticamente y su distribución se hace bien compleja”.
Este dato, del cual Guerra informó entre tartamudeos, no fue incluido en el parte oficial diario de la UNE. La estatal se limitó a aludir a la “baja recuperación de combustible” para los 1.401 motores de los 189 grupos electrógenos de generación distribuida. En 2022, después de la pandemia y varios ciclones, 366 motores quedaron fuera de servicio por falta de piezas y otros 150 en espera de mantenimiento. Dos años después de este balance, la inestabilidad del sistema eléctrico cubano no ha hecho más que aumentar.
Guerra tampoco habló de la llegada a Cuba del tanquero Vilma, procedente del puerto mexicano de Pajaritos-Coatzacoalcos con 400.000 barriles de petróleo, que se esperaba en Cienfuegos o La Habana, quizás los “dos puntos” a los que aludía el funcionario. Las aplicaciones de monitorización de barcos indicaban, en días precedentes, que el tanquero se esperaba el 30 de octubre en La Habana, pero el sistema de apagado de transpondedores empleado por los petroleros que quieren evitar ser geolocalizados, no siempre permite ubicarlos con precisión.
Aun así, el crudo que trae el 'Vilma' deberá pasar por las refinerías cubanas para transformarse en combustible útil
Aun así, el crudo que trae el Vilma –que da fe de la disposición de México para ir al rescate de su socio antillano– deberá pasar por las refinerías cubanas para transformarse en combustible útil para las centrales de la Isla. Es decir, que habrá que esperar, y no pocos cubanos dejaron constancia, al pie del anuncio de la UNE, de lo que auguran: una nueva caída del sistema, tan rotunda como la del 17 de octubre.
A finales de 2022, Cubadebate alababa la red de generación distribuida, pese a su deterioro. La describía como “miles de equipos repartidos a lo largo y ancho del país que, en tiempos de contingencia, como el que sucedió tras el paso del huracán Ian, aseguran la vitalidad a través de microsistemas interconectados en formas de islas”.
Fidel Castro creó las centrales, aseguraba el medio, para “acabar con el apagón” en pocos años y respaldar al sistema eléctrico nacional, muy dependiente de las siete centrales termoeléctricas (CTE) del país, que funcionan con crudo nacional y fueron construidas en la época del subsidio soviético. La red pareció funcionar hasta 2017, cuando se acabaron los recursos, dice escuetamente Cubadebate. Los equipos fallaron, empezó a escasear el diésel y el fueloil, se averió gran parte del sistema y no hubo cómo repararlo. “Comenzaron a acumularse problemas de grupos fuera de servicio por falta de piezas y por arribar a sus ciclos de mantenimiento, ocasionando una reducción de la disponibilidad a partir del 2018 en el fuel y a partir del 2021 en los grupos diésel”, explicó entonces Arles Luna, director de generación distribuida de la UNE.
En julio de 2022 llegó el colapso: de los 1.272 MW instalados en los grupos de fueloil, solo se generaron 280 MW. En los de diésel, de 1.334 MW instalados, solo se lograron 530 MW. No ha habido más noticias del “programa de recuperación” que, en teoría, se activó entonces.
El panorama eléctrico de Cuba sigue siendo alarmante. La UNE advirtió este jueves que Guantánamo sigue sufriendo largos apagones tras el paso del huracán Oscar. Además, enumeró las CTE que, unas por “salida imprevista”, otras por mantenimiento y las más por averías, están fuera de servicio: las unidades 1 y 3 de Santa Cruz del Norte (Mayabeque), la 3 de Cienfuegos, la 2 de la Felton (Holguín), y la 3 y la 6 de Renté (Santiago de Cuba). Además, está en mantenimiento “impostergable” la unidad 1 de la Felton, la 5 de la Renté y la 2 de Santa Cruz.
La patana de la empresa turca Karpowership instalada en Santiago de Cuba, que aporta 77 MW al sistema eléctrico, también está apagada por falta de combustible.