En Guanajay los editores de una revista sueñan con publicar en formato digital
Candelaria/No se ha quedado sentada como la famosa figura de Auguste Rodin, pero tampoco ha podido andar todo lo que quisieran sus editores. La revista El Pensador editada en Guanajay, Artemisa, ha cumplido dos décadas y sus fundadores sueñan con un día poder publicarla en internet.
Este jueves, las notas del himno de Guanajay marcaron el comienzo de la celebración por los 20 años de una revista nacida de la comunidad laica nucleada alrededor de la iglesia San Hilarión Abad. Un tiempo que se ha ido rápido para unos, pero otros, como su director José Quintero Pérez, recuerdan cada instante.
“Nuestro primer número salió el 9 de noviembre de 1997 y fue editado a mano, se tecleó en una máquina de escribir, luego fuimos recortando los artículos y pegando en una hoja, que fotocopiamos y así comenzó todo”, cuenta a 14ymedio.
En la Isla, las publicaciones vinculadas a la Iglesia católica llenaron por décadas un vacío que apenas pudo ser ocupado por otras revistas independientes, debido a los estrictos controles que mantiene el Gobierno sobre la distribución de material impreso.
En la Isla, las publicaciones vinculadas a la Iglesia católica llenaron por décadas un vacío que apenas pudo ser ocupado por otras revistas independientes
Vitral y Espacio Laical fueron algunas de las más conocidas revistas que nacieron de la interacción entre las preocupaciones de la iglesia y el contacto con las comunidades. Sin embargo, a pesar de la protección institucional, también fueron víctimas de la censura.
En 2010 un reporte de la agencia ISP cifraba en 46 boletines y revistas; 12 sitios web y siete boletines electrónicos los que llegaban a cuatro millones de lectores católicos en la Isla y a otros muchos cubanos en el exilio. Un fenómeno que se ha potenciado con la irrupción en el país de las nuevas tecnologías.
El popular Paquete de audiovisuales tiene desde hace más de dos años un sección cristiana que se compone de materiales católicos y también evangélicos. Un canal independiente de televisión también ha nacido de la interacción entre la fe y el mundo digital.
El Pensador, todavía lejos de tener siquiera una página web, “se ha preocupado por entender y ser parte de la construcción de un futuro mejor para todos los cubanos”, asegura un fiel lector que participó este jueves en el aniversario.Con una frecuencia bimestral, la revista arribó esta semana a su edición 119 con aproximadamente 125 suscriptores. Aunque no ha logrado posicionarse en la red de redes, la publicación es bastante conocida en Pinar del Río y Artemisa.
“Decir que ha sido fácil sería mentir. Nos han llamado periodiquito, papelito y boletín. Hemos tenido que adoptar diferentes formatos, unas veces con más o con menos hojas”, recuerda Ángel Mesa, uno de sus fundadores. “Pasamos muchas noches sin dormir para que salga una edición, pero contamos con el apoyo de nuestros lectores”, aclara.
Con una mayoría de temas cristianos, El Pensador también incluye entre sus páginas asuntos sociales que van desde las críticas al deterioro de los festejos populares, hasta los graves problemas éticos que afloran en la Isla, una situación que el propio Gobierno ha tenido que reconocer.
“Estamos contentos porque hemos sido fieles al objetivo de comunicar” y en las páginas de El Pensador no hay “exclusión de personas”, apunta Quintero Pérez.
Mesa relata que el nombre de la publicación surgió de las lecturas de los textos del padre Félix Varela que invitaba a “pensar primero”. El equipo inicial ha debido formarse sobre la marcha.
'El Pensador' incluye entre sus páginas asuntos sociales que van desde las críticas al deterioro de los festejos populares, hasta los graves problemas éticos que afloran en la Isla
En estos años los editores no han estado exentos de críticas, situaciones desagradables con las autoridades, y -de vez en cuando- alguno ha sentido un imperioso deseo de desistir, pero el grupo se ha mantenido bastante completo a pesar de las dificultades, cuenta Mesa.
“Quiero felicitar a El Pensador por atreverse, no es fácil atreverse y puede llegar a ser un problema, pero este mundo lo ha cambiado gente que se atreve, que se atrevieron porque soñaron que las cosas podían ser diferentes”, dice un pastor bautista que participó en la celebración por los 20 años de la revista.
La revista “se ha atrevido a soñar que Guanajay puede ser diferente, si pensamos en esto podemos hacer un buen aporte a nuestro país”, agregó.
Flavia, una de las jóvenes lectoras, cree que el principal reto para los editores es aumentar la cantidad de colaboradores y mantenerse como un espacio alternativo del “ejercicio olvidado de pensar” para seguir “cuestionando todas las cosas hasta encontrar la verdad que hay en ellas”.
