La Habana cede a las presiones y autoriza pasajeros cubanos en los cruceros
El Gobierno cambia su política migratoria por vía marítima tras la polémica con la naviera Carnival
Madrid/El Gobierno cubano cambia su política migratoria por vía marítima. El escándalo provocado por la negativa de la empresa Carnival a vender pasajes de sus cruceros a la isla a ciudadanos de origen cubano -política posteriormente rectificada por la naviera- ha forzado a La Habana a autorizar la entrada y salida de ciudadanos cubanos "con independencia de su condición migratoria" ya sea en calidad de pasajeros o tripulantes en buques mercantes y cruceros. Así mismo, avanza que la misma medida se implantará gradualmente en lo que respecta a los yates de recreo.
El Gobierno ha difundido un comunicado de prensa la madrugada de este viernes en que se detallan las nuevas disposiciones y se recuerda que los tripulantes que deseen entrar en Cuba por vía marítima tendrán que solicitar los permisos correspondientes "a través de las instituciones empleadoras establecidas".
La nota además recuerda que "los ciudadanos cubanos que residen en el territorio nacional tendrán que disponer del visado del país o países a visitar".
El Gobierno advierte que la vigencia de la medida que impedía viajar entre Cuba y EE UU por mar tenía como fin evitar y prevenir "acciones terroristas"
El Gobierno advierte que la vigencia de la medida que impedía viajar entre Cuba y EE UU por mar tenía como fin evitar y prevenir "acciones terroristas" de las que "Cuba ha sido víctima en numerosas ocasiones desde el triunfo de la Revolución en 1959". Por el mismo motivo, la modificación de la política migratoria vendrá acompañada de un intercambio con las autoridades estadounidenses dirigido a establecer medidas bilaterales para garantizar la seguridad nacional de ambos países.
Carnival firmó contratos con compañías cubanas el pasado marzo para el inicio de operaciones de crucero entre Cuba y EE UU y anunció que la primera de sus travesías tendría lugar el próximo 1 de mayo. Sin embargo, la polémica se desató cuando trascendió la decisión de la compañía de no vender billetes a pasajeros cubanos amparándose en la legislación de La Habana que no permitía el ingreso por vía marítima de sus conciudadanos.
Las protestas de los exiliados en Miami, que han llegado a los tribunales, llevaron al secretario de Estado de EE UU, John Kerry, a pronunciarse en contra de la decisión de la naviera al asegurar que no debería discriminarse a los cubanos. Carnival comunicó a principios de esta semana que permitiría las reservas a cubanos y que intentaría que las autoridades modificasen la legislación. La cadena de acontecimientos ha forzado finalmente al Gobierno a tomar una decisión que permite seguir adelante con los contratos firmados.