En La Habana, solo queda oxígeno para los enfermos en peligro de muerte
Las averías en la principal planta de producción en Cuba obligan a reducir las entregas a los pacientes crónicos
La Habana/Los problemas técnicos en la principal planta de producción de oxígeno medicinal en Cuba han obligado a reducir las entregas del producto a los pacientes crónicos. Desde el pasado mes de diciembre se ha limitado, en La Habana, la distribución de cilindros solo a "los que están postrados con peligro inminente para la vida", comenta a 14ymedio un empleado de la industria OxiCuba S.A., ubicada en el municipio de Cotorro, que nutre también a la planta de gases industriales de Guanabacoa.
Con una insuficiencia cardíaca en etapa avanzada, Brenda Concepción lleva siete semanas sin recibir el oxígeno que le permite "dormir tranquila". Junto a la cama de esta habanera de 66 años residente en La Lisa, un balón vacío le recuerda cada noche que si le sobreviene la falta de aire no tendrá el necesario gas que llegue a sus pulmones y le devuelva el color a sus mejillas y la calma a su pecho.
"Casi no puedo pegar un ojo por el miedo a que me empiece a faltar el aire cuando esté acostada", cuenta a este diario la mujer. "Mi hija se ha cansado de llamar al teléfono para reportar cuando el paciente necesita el producto, pero no funciona. Así que nos hemos quedado sin oxígeno y sin información", explica. "El número que usted llama está temporalmente fuera de servicio", respondió una grabación cuando este diario hizo numerosas llamadas en diferentes horarios.
"En mi barrio somos varios pacientes crónicos en la misma situación, nadie nos responde"
"En mi barrio somos varios pacientes crónicos en la misma situación, nadie nos responde, pero un camionero de los que trae los balones nos comentó que solo hay en existencia un poco de oxígeno y se están priorizando a los enfermos que están postrados y no pueden sobrevivir sin él", cuenta. "Pero en mi caso no es un lujo, yo puedo estar tres días sin necesitarlo pero cuando me llega una crisis tengo que tener porque si no me cuesta la vida", lamenta la mujer.
Concepción teme que se llegue a un escenario similar al que se vivió durante los días de la pandemia de covid-19. Una avería en mayo de 2021 dejó inoperativa la planta del Cotorro, una información que el régimen ocultó durante más de dos meses. Tras una avalancha de denuncias de pacientes y familiares, las autoridades crearon un Centro de Dirección para dar seguimiento durante las 24 horas del día a una situación que catalogaron de "excepcional" y de la que posteriormente no se publicó el costo que había tenido en vidas humanas.
La fábrica volvió a funcionar pasados cuatro meses de su paralización y según su gerente general, José Manuel Gámez Álvarez, comenzó entonces a producir "70.000 metros cúbicos de oxígeno líquido diariamente, por encima de la demanda del sistema de salud que actualmente es de 40.000". Posteriormente, la prensa oficial anunció la inauguración de dos pequeñas plantas de oxígeno medicinal, con tecnología china, en la provincia de Holguín.
Ahora, la firma atraviesa nuevos problemas que impactan no solo la salud sino también otros sectores. OxiCuba se define como una empresa mixta entre la estatal Sociedad Mercantil Cubana Química Internacional S.A. y la alemana Greenbelt Holding S.A. Su producción incluye oxígeno, nitrógeno, argón, hidrógeno, dióxido de carbono, gases puros y sus mezclas (en estado líquido y gaseoso). Los destinatarios son hospitales, pacientes que necesitan contar con oxígeno medicinal en sus viviendas, pero también las industrias siderúrgicas como la cercana Antillana de Acero.
Cuando el producto escasea, los técnicos paralizan sus labores o encarecen los precios
Un amplio entramado de talleres privados de reparaciones de vehículos y refrigeradores se nutren también del oxígeno que proviene de la planta para sus labores de chapistería. Cuando el producto escasea, los técnicos paralizan sus labores o encarecen los precios, un fenómeno que en las últimas semanas ya se ha estado notando en las calles de la Isla.
"Todas las entregas están afectadas: al sector médico y también al industrial", confirma un empleado de la planta de Guanabacoa, que recibe suministros de OxiCuba y atiende a miles de pacientes en la capital cubana. El empleado, que labora en el área de carga y descarga y prefiere mantener el anonimato asegura que "se están priorizando los hospitales, especialmente el producto que va a las salas de terapia intensiva, pero todas las otras distribuciones están a un nivel muy bajo porque tenemos serios problemas técnicos", explica.
El cronograma para solucionar esas dificultades lo desconocen incluso los trabajadores de la industria. "Puede tardar meses en recuperarse la producción a los niveles anteriores, pero no sabemos, porque nuestra industria tiene muchos problemas para acceder a recursos ahora mismo, las cosas no van bien y también por eso estamos en este bache".
Para Antonio Quintana Bonachea, paciente con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y residente en el municipio Cotorro, la situación toma tintes dramáticos. "En mi caso en particular, desde finales del mes de diciembre no lo he vuelto a recibir. La única información que se nos ofrece es que hay dificultades con la planta". Sobre los problemas para comunicarse telefónicamente con la planta de Guanabacoa, Quintana es tajante: "Pienso que dejan descolgada la línea para no tener que seguir dando explicaciones".
Cansada de llamar para reportar su urgencia y sin recibir respuesta alguna, desembolsó 150 dólares por un balón lleno de oxígeno medicinal
"Ni siquiera se han mencionado las vías alternativas que se aplicaron durante la crisis en medio de la pandemia", lamenta el hombre que recuerda que durante los meses más duros de la pandemia en la Isla, cuando OxiCuba estuvo averiada, las Fuerzas Armadas tuvieron que intervenir de emergencia para repartir en la capital cilindros de oxígeno traídos desde Santiago de Cuba en helicóptero. Otra solución de emergencia que hubo que improvisar fue la importación del concentrado para elaborar el gas a bajo volumen las 24 horas del día y que podía ser utilizado por hasta tres pacientes al mismo tiempo.
Ante el temor de no poder tener esa bocanada de oxígeno que la saca de la crisis, Nereida, de 81 años y con una apnea obstructiva del sueño (AOS), ha tenido que optar por comprar un balón en el mercado negro. La mujer, vecina del municipio habanero de Rancho Boyeros, recibió su último suministro oficial en la primera quincena de diciembre. "Los cambios de tiempo y la propia evolución de mi enfermedad me ha hecho caer en varias crisis, así que se me agotó el balón rápidamente", cuenta a este diario.
Cansada de llamar para reportar su urgencia y sin recibir respuesta alguna, desembolsó 150 dólares por un balón lleno de oxígeno medicinal, con manómetro y manguera, que le llevaron hasta su casa. "Al cambio actual fueron más de 50.000 pesos, pero no me tembló la mano porque de esto depende que yo siga en este reparto y no me vaya para el reparto boca arriba", ironiza.
Una mirada a los clasificados publicados en varios sitios de compraventa muestran todo tipo de opciones: balones vacíos o llenos; más deteriorados o con la pintura reluciente; con su medidor de presión o sin ese dispositivo; con servicio a domicilio para el momento de la entrega o con la limitación de irlo a buscar a un municipio lejano. "Mi abuelita murió, me queda medio balón de oxígeno, lo estoy vendiendo en 30.000 pesos", reza un anuncio en Facebook. Decenas de comentarios se agolpan a los pies de la imagen de un cilindro verde colocado al lado de una cama vacía.