Los "héroes del trabajo" de la UNE limpian las calderas de las centrales eléctricas sin protección

La propia empresa estatal publica fotos de sus obreros manejando cenizas altamente contaminantes

De los empleados, que mueven las cenizas con palas y guatacas, solo uno lleva guantes
De los empleados, que mueven las cenizas con palas y guatacas, solo uno lleva guantes. / Unión Eléctrica
14ymedio

11 de agosto 2024 - 13:42

La Habana/En un intento por convencer a los cubanos de que se hace todo lo posible para evitar los apagones este verano, la Unión Eléctrica (UNE) publicó este sábado imágenes de varias termoeléctricas siendo reparadas. Unas fotos, sin embargo, dejaron perplejos a los usuarios: los trabajadores de la central Ernesto Guevara en Santa Cruz del Norte, en Mayabeque, limpiaban las cenizas altamente contaminantes de una caldera sin la protección requerida para esas tareas peligrosas.

Con apenas unos cascos y botas, los cuatro obreros que se muestran en las imágenes remueven –algunos con palas, otros con guatacas– los montículos de ceniza del interior de la unidad 2 de la central. De ellos, solo uno usa guantes, pero no hay a la vista protección para las vías respiratorias, los ojos y mucho menos la piel.

“Arsénico, cromo, plomo, vanadio y zinc”, son apenas algunos de los metales “peligrosos” cuyas partículas “diminutas” pueden ser fácilmente respiradas o absorbidas por la piel de los obreros –causando problemas respiratorios y dermatitis–, cuenta a este diario el experto de la Universidad de Texas Jorge Piñón. 

“Los desechos sólidos de las industrias que utilizan combustóleo pesado para la producción de electricidad en centrales térmicas producen una mezcla compleja de contaminantes en la atmósfera como gases ácidos, compuestos orgánicos y residuos sólidos como cenizas volantes y cenizas de fondo”, advierte. Estas últimas, continúa, son un producto que constantemente desechan las centrales térmicas y son en extremo peligrosas. 

“Los trabajadores que manipulan cenizas necesitan equipo de protección como guantes, gafas, máscaras y otros. Este equipo los protege del polvo y otros materiales nocivos. La UNE debería proporcionarlo y capacitar a los trabajadores sobre la importancia de este equipo y establecer reglas claras para su uso”, explica Piñón, asegurando que no se trata de un simple caso de desconocimiento de los riesgos. 

En Cuba, señala, especialmente en el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos, se han realizado estudios detallados sobre el peligro de manipular sin protección las cenizas de las calderas.

“Regulaciones sobre la seguridad y protección de los trabajadores en la Unión Europea y Estados Unidos considerarían esta una situación criminal que claramente responsabiliza a la empresa por el posible impacto negativo en la salud de sus trabajadores”, agrega Piñón.

La falta de medios de protección en los trabajos con riesgo para la vida ya es una constante en la Isla

La historia, no obstante, no termina ahí. Manipulación de cables eléctricos sin guantes y herramientas, las manos cubiertas de sustancias tóxicas hasta el antebrazo y la falta de tiras lumínicas en los uniformes son otras de las situaciones de los trabajadores que expone la propia UNE en al menos tres publicaciones distintas de este sábado.

La falta de medios de protección en los trabajos con riesgo para la vida ya es una constante en la Isla. En abril de 2023, cuando cuatro obreros de la central Antonio Guiteras quedaron atrapados por el derrumbe de un tabique –dos de ellos fallecieron–, varias imágenes del rescate mostraban a bomberos y personal de la planta manipulando los desechos y cenizas con las manos, si bien otros utilizaban máscaras y guantes. Los empleados también se encontraban entonces limpiando el hollín de la caldera.

El pasado marzo la UNE también perdió a uno de sus linieros en La Habana, que cayó de un poste mientras reparaba el tendido eléctrico. El silencio de la empresa sobre la causa del accidente hizo dudar sobre si las medidas de seguridad del trabajador habían fallado o no las tenía.

La explosión del hotel Saratoga en la capital por una fuga de gas, el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas en 2022 y la muerte de dos obreros en las minas de níquel y cobalto de Holguín, administradas por la canadiense Sherritt, son otros de los accidentes laborales más recientes que las autoridades cubanas han intentado minimizar y sobre los cuales no han rendido cuentas a través de investigaciones públicas.

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