A Holguín el agua llega a lomos de caballos y a 25 pesos el bidón de 20 litros
“La mayoría del agua que venden no está certificada como potable, pero como no hay más ninguna tenemos que comprar esa”, lamentan los residentes
Holguín/El agua ya no llega a Holguín por las tuberías sino a lomos de caballos. Entre roturas y apagones, las conductoras demoran hasta 20 días en llevar agua potable a los barrios de la ciudad cabecera, donde los aguateros han encontrado la oportunidad ideal para expandir su negocio y aliviar la escasez de las familias.
“Pasan con pipas tiradas por caballos, o por ellos mismos, y venden el bidón de 20 litros a 25 pesos”, cuenta a este diario Yoel, un holguinero de 37 años que se ha visto obligado a gastar cientos de pesos en el último mes para comprar agua. “Los ciclos de abasto de Acueducto están demorando hasta 20 días en los barrios más importantes, y más en el resto. Eso quiere decir que, en cuanto se nos acaba el agua almacenada, tenemos que empezar a comprarla en la calle”, explica.
Según Yoel, muchos de los aguateros no se preocupan por la procedencia del agua, ni si es apta para el consumo. “La mayoría del agua que venden no está certificada como potable, pero como no hay más ninguna tenemos que comprar esa”, lamenta.
“Pasan con pipas tiradas por caballos, o por ellos mismos, y venden el galón de 20 litros a 25 pesos”
En el municipio, añade, solo hay dos pozos estatales de agua potable, El Bosque y 18 Plantas, que venden el bidón de 20 litros a cuatro pesos, “lo más barato que puede encontrarse”. “De estos dos puntos de agua estatales, solo el de 18 Plantas cuenta con paneles solares para el bombeo. El de El Bosque no tiene, por eso durante los apagones las colas en el primero son kilométricas”, añade.
También existen puntos de venta privados, como To’Fresco, en el centro de la ciudad, pero que “cobran más caro”, explica Yoel. El litro de agua purificada sale a cinco pesos, mientras que la “bolsa de cubitos de hielo gourmet”, según la curiosa descripción del negocio, tiene un precio de 160 pesos.
Una publicación en redes sociales de To’Fresco el pasado 20 de marzo, no obstante, deja claro que el negocio tampoco se libra de las dificultades para adquirir agua. Ya sea por la interrupción del abasto, o porque no pueden congelar el hielo, los apagones también lastran el servicio.
Según el parte publicado este martes por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado del municipio, los tres sistemas de abasto –Norte, Sur y Este– llevan 41, 45 y 19 días, respectivamente, con distribución intermitente. Es decir, se prioriza hospitales y empresas estatales de servicios básicos, mientras que el servicio en las zonas residenciales va rotando.
“No es suficiente con los apagones, también tenemos que estar comprando el tanque de agua a 200 pesos”
Así debe ser por lo menos en la teoría, pero la realidad es que el malestar de los vecinos, que se quejan de llevar semanas sin recibir una gota de agua, ya alcanzó las redes sociales de la empresa. “La verdad es que no sé si hace ya los 40 y pico de días que no llega el agua a mi casa. Lo lindo del asunto es que, a las necesidades que ya tenemos, hay que agregarle comprar una pipa en 4.000 pesos”, se quejaba este lunes un usuario.
Otra internauta, alarmada por la disparidad en el abasto entre las distintas zonas de la ciudad, aseguraba que “en el reparto de Ciudad Jardín se está botando el agua desde hace días”, y añadía: “Hay que organizar más los ciclos, porque el salario no da para comprar una pipa”.
“No es suficiente con los apagones, también tenemos que estar comprando el tanque de agua a 200 pesos”, señalaba una tercera clienta.
Hasta el momento, la prensa oficial y las autoridades de la provincia han reconocido, aunque de forma indirecta, el problema con el servicio de agua potable. No obstante, le achacan a los apagones, la escasez de combustible y la poca gestión “a nivel nacional” la crisis, que mantiene “seca” a la ciudad cabecera.