"Se hubieran salvado vidas": los vecinos de Guantánamo denuncian la negligencia del Gobierno cubano

Un residente en San Antonio del Sur encara a Díaz-Canel: "Nos dejaron solos"

De la tarde a la noche, entre el domingo y el lunes, se desbordaron las presas en Guantánamo.
De la tarde a la noche, entre el domingo y el lunes, se desbordaron las presas en Guantánamo. / Facebook/Daniel Ross Diéguez
14ymedio

24 de octubre 2024 - 20:35

La Habana/Cuatro días después del paso del huracán Oscar por el extremo nororiental de Cuba, hay comunidades que siguen aisladas, no ha podido hacerse un balance total de víctimas y todo apunta a la negligencia del Gobierno como una de las causas de la tragedia. “El Consejo de Defensa de San Antonio del Sur no se activó a tiempo, no sabían a qué se enfrentaban. Los sorprendió la presa desbordada en medio de la noche. Se hubieran evitado los desaparecidos actuales”, asevera en una publicación de Facebook el cineasta Daniel Ross Diéguez, desde la ciudad de Guantánamo.

Allí, en la sede del Poder Popular, cuenta en un audio enviado a sus amistades al que ha tenido acceso 14ymedio, han puesto una lista que van confeccionando a medida que se sabe qué es de los habitantes del municipio de Imías, que sigue aislado este jueves. “La única comunicación es contactar al que ya fue [a pie] y ha virado a ver qué ha traído”, explica el artista visual, quien también está tratando de localizar a varios familiares.

“Hacen notas en papel y ponen el nombre de los que están vivos y los mandan con alguien”, refiere. “Y así van censando el mapa de los desaparecidos”. Según dice el artista en el mismo audio, hay 76 desaparecidos pero podrían ser más. “La cifra es grande”, porque los municipios costeros de San Antonio e Imías tienen bastante población. “Muchos que pudieron regresar dicen que vieron a la gente subir a las montañas y que hay que empezar a buscar a todo ese personal”.

Según dice el artista en el mismo audio, hay 76 desaparecidos pero podrían ser más

En el mismo mensaje, Ross Diéguez recrimina: “Hay cosas inmediatas que se pudieron haber hecho y no se hicieron y otras que se hicieron demasiado tarde”. Según su relato, días antes del paso de Oscar se reportó que bajaba su intensidad y, tras el colapso del sistema electroenergético el viernes, al no haber conexión ni noticias, los habitantes de esas comunidades se quedaron con la idea de que no sería grave.

“Esas personas lamentablemente estuvieron tres días sin saber de nada y empezaron a ver una pared de lluvia”. Cuando se dieron cuenta, de madrugada, el agua estaba inundando las casas. No pudieron más que refugiarse en los pisos de arriba, quienes podían.

Ross Diéguez explica que la geografía de Guantánamo, con montañas de mil metros que fungen como “cosechadoras de nubes”, tuvo mucho que ver en la catástrofe. “Al pasar un huracán lo que hace es que se retiene y se debilita muy despacio, porque tiene demasiado calor, como para generar el triple de lluvia que ya trae”, detalla. Y así sucedió: de la tarde a la noche, entre el domingo y el lunes, se desbordaron las presas.

Según la propia prensa oficialista, el embalse Los Asientos, de San Antonio del Sur, “desbordó su vaso de 17,5 millones de metros cúbicos”.

“Lamentablemente el Consejo de Defensa no se pudo activar porque no había electricidad”, prosigue Ross Diéguez en su audio, pero advierte que las Fuerzas Armadas (FAR) “no fueron inteligentes”. Pudieron haber usado un radiocomunicador, refiere, que “no necesita internet ni conexión”, para dar aviso del desborde de la presa, pero se trata de un aparato del que carecían. Tampoco previeron reservar combustible para mandar algún vehículo y avisar a estos poblados. “La gente no supo lo que era, no entendía lo que le pasaba”, lamenta. Y remacha: “Se hubieran salvado vidas”.

Hasta el momento, el cómputo oficial es de siete víctimas mortales, seis en San Antonio del Sur –entre ellas una menor de cinco años– y una en Imías. 

"Nos quejábamos antes, pero no teníamos dimensión de lo tan perdido que está este Gobierno"

Este mismo jueves, las FAR aseguran estar fletando helicópteros para llevar alimentos a las zonas sin acceso. La escasez de comida y la mala organización es algo que denuncia también Ross Diéguez en su mensaje. Había arroz y otros alimentos en almacenes que no repartieron en su momento y se ha echado a perder. “Uno se pregunta: por qué no dieron eso con antelación también, si estábamos pasando hambre. Aquí el arroz de septiembre lo deben”, reclamaba.

“Nos quejábamos antes, pero no teníamos dimensión de lo tan perdido que está este Gobierno”, concluía el cineasta, que recordaba la cantidad de cultivos perdidos en el Valle de Caujerí, “donde más fruta se da en toda Cuba, donde más se aporta en viandas”, apostillando: “Ni siquiera para exportar”.

El diario Venceremos hace este jueves un recuento devastador de las pérdidas. En Maisí se perdieron alrededor de 75.000 latas de café. "Todos los cafetales sufrieron el impacto del meteoro, con daños de diferente magnitud", dice el periódico oficialista, que documenta "perjuicios significativos" en los cultivos de ñame,  malanga, yuca, frijol y, sobre todo, plátano.

Más del 70% de las plantaciones de plátano y las 3.502 hectáreas de cacao en Baracoa "sufrieron estragos, desde leve hasta fuerte", al igual que las 481 hectáreas existentes de café. Otro cultivo que sufrió gran perjuicio fue el de coco, en la cuenca Güirito-Mata-Guandao, "con la caída de un número considerable de plantaciones y la pérdida de la producción".

La situación es tal, que el Banco Central de Cuba ha hecho públicos varios números de cuenta –en el Banco de Crédito y Comercio (Bandec), en el Banco Popular de Ahorro (BPA) y en el Banco Metropolitano– para realizar donaciones, en pesos, para los damnificados. "Pueden realizarse transferencias a través de los canales de pagos electrónicos: cajeros automáticos, Transfermóvil o depositando efectivo en cualquier sucursal bancaria", informan en un comunicado.

Por su parte, Miguel Díaz-Canel pudo escuchar claramente el resumen de lo que pasó en estos territorios de boca de uno de sus habitantes, durante la visita oficial a San Antonio del Sur. “No tomaron todas las medidas para evacuarnos, nos dejaron solitos ahí”, le reprochaba el hombre, amable pero desesperado.

“¿Quién los dejó solos?”, preguntaba el mandatario con rostro demudado, tartamudeando ante el ciudadano que se atrevió a encararlo. “El Gobierno”, respondía el buen vecino. “No había nadie para rescatarnos”. El hombre tuvo que ayudar a sacar, contaba, hasta 29 niños que se encontraban refugiados en una escuela, junto al resto de la población. Díaz-Canel intentaba explicar: “A ustedes se les trajeron [sic] a la escuela especial precisamente por la evacuación, lo que pasa es que el fenómeno sobrepasó”, y el hombre le insistía que los dejaron sin equipo para evacuar a la gente “en el caso de que el río se metiera”. El mandatario zanjó el breve diálogo prometiendo: “Vamos a investigar eso”.

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