Ya no huele a gas en La Habana porque se acabó el petróleo por refinar
La Ñico López vuelve a dejar de funcionar apenas días después de reiniciar operaciones
La Habana/Poco duró en funcionamiento la refinería Ñico López, en La Habana, puesta en marcha el pasado miércoles después de estar parada un año y responsable del olor a gas esparcido por toda la capital durante esta semana. La planta volvió a parar ayer.
Si el lunes la Unión Cuba-Petróleo (Cupet) tranquilizaba a la población –que aún guarda memoria reciente de la explosión del hotel Saratoga y del incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas– diciendo que la desagradable peste era producto de la "combustión en la antorcha" de la planta, este miércoles emitió un comunicado en el que dice que "el día 5 de septiembre no se reportaron quejas por parte de la población, lo que puede estar asociado a la parada de planta 1 de la refinería Ñico López por haber concluido, por el momento, las labores de refinación". Es decir, no tiene ya combustible que tratar.
Por los bombos y platillos de la prensa oficial, parecía que la Ñico López iba a tardar en dejar de funcionar
La chimenea, que desde la Redacción de 14ymedio se observa efectivamente apagada, fue mostrada con pompa por la propia refinería al expresar "el símbolo fue encendido" el pasado 25 de agosto. Unos días después, el viceministro Ramiro Valdés supervisó las operaciones de arrancada de la Ñico López, que, por los bombos y platillos de la prensa oficial, parecía que iba a tardar en dejar de funcionar.
La escasez de combustibles no remite en la Isla. El país sigue recibiendo petróleo donado principalmente por Venezuela, que en agosto envió 65.000 barriles diarios (bpd) (más que el mes anterior: 53.000 bpd). En gasolineras como las de Santiago de Cuba, donde estos días las colas son kilométricas, no se ha apreciado ese aumento.
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