Juzgan por desacato a una manifestante trans cubana del 11J condenada a 14 años
Brenda Díaz le reclamó a un guardia por ser insultada con expresiones homófobas y luego fue brutalmente golpeada, según la versión de la defensa
La Habana/(EFE).- Brenda Díaz, la manifestante trans sentenciada a 14 años de cárcel por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021, y recluida en el módulo de hombres de una prisión cubana, enfrenta desde este viernes un juicio por desacato.
Según pudo saber EFE a través de Ana María García, madre de la acusada, un guardia que habría golpeado a Díaz en la prisión del municipio de Güines en Mayabeque, donde cumple su pena, presentó los cargos.
Según el Código Penal, las sanciones por este delito pueden ir de seis meses a un año.
Este día se debió celebrar el primer día del juicio en un tribunal de Mayabeque. Sin embargo, el guardia no llegó, de acuerdo con García, quien estuvo presente en la sala.
El agente deberá presentarse el próximo 18 de abril.
"Estuvo 12 días sin bañarse, sin atención (médica, ella padece de VIH), apenas le dieron comida, y sin lavarse la boca"
García -quien tiene que recorrer 70 kilómetros desde su casa, en el municipio de Güira de Melena, para llegar al tribunal- sostiene que su ausencia es una prueba de que el caso carece de sustento: "Él sabe que está mintiendo", dijo en declaraciones a EFE.
De acuerdo con el relato de la madre, Díaz, de 29 años, llegó al tribunal "esposada de pies y manos" y "acompañada por cuatro" policías.
Los hechos por los que Brenda ha sido acusada sucedieron el 12 de febrero.
Según García, su hija se encontraba en el comedor del centro penitenciario con sus amigos cuando el guardia se acercó y les empezó a insultar con expresiones homófobas.
La manifestante trans le reclamó y fue ahí cuando fue brutalmente golpeada, según la versión de la defensa.
Además, García sostiene que los golpes constan en un certificado de lesiones recogido en el expediente y que da cuenta de moretones en diferentes partes de su cuerpo. Y que la acusación ha admitido que ella recibió "solamente con un bastonazo (porrazo)".
Díaz se encuentra en el pabellón de hombres de la cárcel del municipio de Güines, en Mayabeque, pese a que no se corresponde con su identidad de género
Después de la agresión, Brenda fue aislada durante 15 días. "Estuvo 12 días sin bañarse, sin atención (médica, ella padece de VIH), apenas le dieron comida, y sin lavarse la boca", lamentó su madre.
En agosto de 2022, el Supremo mantuvo la condena de 14 años contra Brenda Díaz por los delitos de desórdenes públicos y sabotaje que le impuso el tribunal militar que la juzgó en primera instancia.
En su sentencia, el alto tribunal aseguró que la sanción fue "legal, justa" y "racional".
Según los hechos probados, Brenda –que durante todo el proceso fue tratada por el género con el cual no se identifica- tiró piedras contra una tienda en divisas en Güira de Melena, entró en el establecimiento con unos manifestantes y robó un ventilador, una olla de presión y confituras.
El Supremo redujo hasta en seis años las sanciones de 11 de las 21 personas en la causa en la que se encontraba Díaz, en su mayoría acusados por los mismos delitos.
Díaz se encuentra en el pabellón de hombres de la cárcel del municipio de Güines, en Mayabeque, pese a que no se corresponde con su identidad de género.
Se trata de un centro penitenciario especial -con una sección de hombres y otra de mujeres- para personas con el virus del VIH.
El Supremo redujo hasta en seis años las sanciones de 11 de las 21 personas en la causa en la que se encontraba Díaz, en su mayoría acusados por los mismos delitos
Su madre denunció a EFE que su hija fue rapada al momento de ingresar y sufrió de una agresión sexual dentro de la prisión.
En la acusación original contra Brenda, a la que tuvo acceso EFE en su momento, la Fiscalía recogió datos con tintes tránsfobos, según han criticado distintos activistas consultados por la agencia de prensa.
Por ejemplo, se destaca que, durante las protestas, Díaz utilizó un vestido. Además subrayó el hecho de que es seropositiva y confunde su identidad de género con una "orientación sexual".
En Cuba es posible cambiar el nombre legal de una persona trans en su carné de identidad y también la foto, mas no el género registrado al momento de nacer.
Este vacío legal permite que otras personas trans arrestadas como Brenda terminen en prisiones que no se corresponden con su identidad de género.
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