El león vuelve a rugir
La Habana/La lluvia y los vaivenes entre los equipos de Industriales y Las Tunas marcaron los últimos juegos de la 57 Serie Nacional, pero finalmente los Leones dejaron atrás a los Leñadores y pasan en primer lugar a la segunda fase del más importante evento del béisbol cubano. El despertar de los habaneros sorprende a una afición acostumbrada a ver languidecer a los azules.
Por su parte Los Vegueros clasificaron directamente sin sobresaltos en un destacado tercer puesto, mientras que Los Cocodrilos matanceros lograron, otra vez, colarse en el cuarteto élite.
Los muchachos de Víctor Mesa (VM32) lideraron en todos los aspectos del juego y lograron una línea ascendente en su trabajo. Ni los más acérrimos adversarios de la “explosión naranja” se atreverían a negar que tal resultado se debe a una ejemplar labor de dirección y a la estrategia de avanzar paso a paso con ambiciones.
VM32 ha logrado devolverles a los capitalinos la agresividad leonina. Los azules han ganado muchos juegos viniendo de abajo y hasta hace unos días, cuando se especulaba sobre el ganador de la primera fase no se les incluía en los pronósticos y se pensaba en Las Tunas o en Pinar del Río.
Los muchachos de Víctor Mesa lideraron en todos los aspectos del juego y lograron una línea ascendente en su trabajo
El gran Wilfredo Sánchez, ex jugador estelar y entrenador de larga experiencia, contó en una entrevista televisiva que, un mes atrás, estando el equipo en octavo puesto, Mesa le aseguró que cuando regresaran a La Habana lo harían en el primer lugar. Sánchez no le creyó, pero ahora reconoce la enorme visión del béisbol que posee el mentor azul.
Las Tunas terminan la fase regular en segundo lugar, después de haber coqueteado con la punta en una actuación de arrancada que no tiene precedente en la historia del equipo, y que nadie esperaba. La escuadra se apoya sobre todo en una ofensiva brutal que le regala un notable diferencial de anotaciones.
Cabe estar atento a lo que ocurrirá cuando Los Leñadores se refuercen, como aspira su director Pablo Civil, “con dos o tres lanzadores, quizás dos abridores y un relevista, y uno o dos jugadores de cuadro, torpedero y segunda base”. Según el manager, la clave de este logro está en que los líderes del equipo han contagiado su decisión de triunfo a los demás jugadores.
Pinar del Río, que se adueñó de la punta desde el 8 de agosto y ahí estuvo buena parte de la primera fase, tampoco ha defraudado. Volvió a jugar a la pelota como uno de los grandes elencos históricos del país y mereció ser sede del Juego de las Estrellas, que desde 2001 no se había vuelto a celebrar en el estadio Capitán San Luis.
Sin hacer mucha polvareda, los Cocodrilos vuelven a ubicarse otro año más entre los cuatro primeros de la temporada, con un juego estable
Sin hacer mucha polvareda, los Cocodrilos vuelven a ubicarse otro año más entre los cuatro primeros de la temporada, con un juego estable. Un resultado que a muchos les pareció poco poco probable debido a los cambios abruptos que sufrió el conjunto. Aunque queda lejos el récord de 70-20 que consiguieron en 2016.
El cuarteto que luchará por los comodines está encabezado por Granma, campeón de la anterior temporada, que jugó esta etapa sin varios de sus líderes, comprometidos en campañas en el extranjero. Le siguen Los Cazadores artemiseños, una de las mejores sorpresas del torneo. Ciego de Ávila y Villa Clara han tenido un desempeño por debajo de lo que se podía esperar de ellos, si se tiene en cuenta su calidad y su experiencia.
Algo notable en esta etapa ha sido el rendimiento de algunos veteranos, como el tunero Danel Castro, el jugador que más impulsa la carrera de la ventaja o de la victoria en el campeonato y que se acerca ya a los 2 mil hits y a los 200 jonrones. Frederich Cepeda, aunque no pudo llevar adelante a su equipo, con 39 años, bateó para 480 y llegó incluso a batear por primera vez en su carrera tres cuadrangulares en un juego.
No es gratuito reconocer la labor de los mentores debutantes en esta temporada. Pedro Luis Lazo puso de vuelta en la vanguardia a Los Vegueros. José Raúl Delgado luchó al frente de su Gallos espirituanos hasta el final y Orestes Kindelán, con un elenco salido en buena parte del equipo campeón sub 23, hizo un buen trabajo, aunque no pasara a más.
Tendremos que ver qué sucederá ahora con Alfredo Despaigne, que regresa al país luego de su mejor campaña en el béisbol japonés, donde despachó 35 jonrones e impulsó 103 carreras
Tendremos que ver qué sucederá ahora con Alfredo Despaigne, que regresa al país luego de su mejor campaña en el béisbol japonés, donde despachó 35 jonrones e impulsó 103 carreras. Si se suma a Los Alazanes, pudiera marcar una diferencia notable en el desempeño del equipo, aunque es difícil soñar con una segunda corona al hilo para Granma.
Cuando se supo la nómina para el Juego de las Estrellas, a muchos disgustó la inclusión de Lázaro Blanco, Yurisbel Gracial y Yordan Manduley, recién incorporados a sus equipos. La explicación fue que se intentaba “premiar de alguna manera las excelentes actuaciones que tuvieron en el club foráneo”. Algunos pensaron que hubiera sido mejor incluirlos como “invitados especiales”.
Según se anunció, los mentores rivales serían los de mejores resultados. Así que el equipo Orientales estará encabezado por el director tunero Pablo Civil y Occidentales por Víctor Mesa.
Hay quien se pregunta, cuando en diciembre quede instalada la pizarra regalada por la empresa Samsung, ¿Cuál será el panorama que se verá en el estadio Latinoamericano? Quedan muchos números por delante.