Para llegar a La Habana, la Armada rusa tendrá que cruzar una bahía convertida en basurero
La acumulación de mugre llegó a un punto crítico este viernes, cuando las autoridades suspendieron el transporte marítimo
La Habana/Pomos plásticos, petacas de ron, trozos de poliespuma y madera, o jabas de nailon. La acumulación de mugre y basura en la bahía de La Habana llegó a un punto crítico este viernes, cuando las autoridades municipales de Regla suspendieron el transporte en las aguas capitalinas. Este sábado, la lanchita que conecta al puerto de la capital cubana con el otro lado de la ensenada volvía a funcionar, pero la basura seguía allí.
La Empresa Provincial de Transporte, que publicó ayer el anuncio, se refirió a la “gran cantidad de desechos sólidos que impiden la navegación”, zarandeados, además, por las “inclemencias” del tiempo. Como pudo constatar 14ymedio, algunos de los elementos que flotan en las aguas son de gran tamaño y pueden, en efecto, dañar los mecanismos de los botes que se trasladan por la bahía.
Este sábado, las autoridades de Transporte comentaron –no sin cierta ironía– que La Habana tendría que celebrar el Día Mundial de los Océanos siendo víctima del “impacto de la contaminación marina”. Atribuía la acumulación de desechos al arrastre de la corriente marina y a las lluvias que se han producido esta semana en la capital, pero no informaba si había medidas concretas para limpiar las aguas.
Insistían, una vez más, en que la propia masa de desechos imposibilitaba que las embarcaciones “pudieran maniobrar” para esquivar los islotes de basura. Mencionó que había “buzos al cuidado de las embarcaciones”, pero no dijo si habían entrado en acción tras el anuncio de este viernes. A juzgar por el estado de la bahía, no hubo limpieza sino resignación ante la basura.
Con el inicio, este 1 de junio, de la temporada ciclónica, Transporte advertía de que las aguas habaneras estarán expuestas a ciertos “cambios de corriente” y preveía que “más desechos estarán flotando en el mar”.
El periódico local, Tribuna de La Habana, no brinda este sábado información alguna sobre la suspensión o el reinicio del transporte en la bahía, pero sí advierte sobre un acontecimiento para el cual la limpieza de las aguas es indispensable. Dentro de apenas cuatro días, el 12 de junio, llegarán a La Habana varios barcos de guerra procedentes de Rusia y el primer escenario con el que se encontrarán es la situación del puerto.
La llegada del submarino nuclear Kazan, la fragata Gorshkov, el petrolero Pashin y el remolcador Nikolai Chiker a una bahía en condiciones deplorables como la habanera no será un buen recibimiento en una tensa visita de la que estarán pendientes los medios del mundo entero.
Las cuatro naves, pertenecientes a la Flota del Norte, están habituadas a navegar entre los más importantes puertos rusos de la ruta marítima polar, como Arcángel, Amderma, Múrmansk o Severomorsk. Su llegada a un muelle repleto de jabas de nailon y petacas de Havana Club resultará, como mínimo, vergonzosa para el anfitrión.