Luis Manuel Otero: "Quiero vivir en un país en el que se respete la legalidad"

La Habana/Cada 17 de diciembre una multitud de cubanos peregrina hacia el Santuario de El Rincón, en el sur de La Habana, para devolver con una ofrenda sus promesas a San Lázaro. El artista Luis Manuel Otero Alcántara hizo en esta ocasión una acción que tiene una parte de performance, otra de acto religioso y mucho de sacrificio personal. Detenido por la policía el pasado jueves y liberado 72 horas después, el joven creador quiso hacer la ruta con el tobillo derecho encadenado a una piedra y con la intención de pedir para Cuba "una democracia genuina" donde la legalidad ampare a los ciudadanos.

Durante su actuación el artista también repartió estampas con oraciones dirigidas al santo y pretendió recaudar dinero para la realización de la #00Bienal de La Habana, un evento cultural independiente que organiza al margen de las instituciones.

En el camino hacia la iglesia del popular santo, Otero Alcántara conversó con 14ymedio sobre las razones que lo han llevado a realizar esta acción artística tan original.

Pregunta. ¿Por qué hace esta peregrinación?

Respuesta. Tengoun plan experimental y estoy haciendo estas peticiones a San Lázaro. Unas peticiones que son casi quiméricas y por lo tanto hay que hacer un sacrificio quimérico también: lograr en Cuba un estado de libertad de expresión, un estado de legalidad que pueda protegernos a todos los cubanos, y en función del interés ni del poder.

Lo más importante de todo es que mi generación recupere la fe en la nación y en la historia, a través de la reconstrucción de un país. En momentos de crisis la religión es el bastón que queda para seguir en pie antes de caer. Este es mi último pedido a San Lázaro, es un pedido desesperado.

Lo más importante de todo es que mi generación recupere la fe en la nación y en la historia, a través de la reconstrucción de un país

P. Se está arrastrando con una piedra atada al tobillo a través de la ciudad. ¿Es un sacrificio excesivo?

R. Cualquiera puede vender un lienzo, pero lo importante es usar el talento para ayudar a las personas. Muchos me dicen que no voy a poder cambiar esto y entonces me pregunto: "¿Quién lo va cambiar?" Todos quieren que cambie pero quién lo va hacer. No soy Cristo, solo estoy haciendo un sacrificio posible para mí.

P. ¿Cómo cree que lo ve la gente que pasa a su alrededor? ¿Cree que eso lo acerca como artista a las personas?

R. El artista debe bajarse de su pedestal y arrastrarse con los pobres de la tierra. No todos tienen que hacerlo, pero yo sí lo concibo así. No hago esto para la gente, sino porque es mi manera de comunicarme directamente con San Lázaro. Utilizo este elemento mágico-religioso porque estoy sintiendo una necesidad de cambio que expreso a través de un pedido. Quiero que las personas también reaccionen y hagan algo.

El artista debe bajarse de su pedestal y arrastrarse con los pobres de la tierra. No todos tienen que hacerlo, pero yo sí lo concibo así

P. Durante su adolescencia José Martí fue encarcelado por sus ideas políticas y trabajó en una cantera de piedra con un grillete en el tobillo. ¿Esta acción artística alude a ese antecedente?

R. Una obra puede tener millones de lecturas. Puede ser José Martí, puede ser la piedra donde está enterrado Fidel Castro, pueden ser tantas cosas. Pero de todas esas posibles lecturas la que más me interesa es la de un hombre que pide por su pueblo.

P. Raúl Castro ha anunciado que el próximo 24 de febrero se retira de la presidencia ¿Cree que ese cambio puede acercar ese futuro que está pidiendo con su peregrinaje?

R. Toda mi obra en el último año ha nacido de pensar en la misma expectativa que tienen millones de personas. En ese cambio que supuestamente debería estar pasando tras la visita de Barack Obama, la apertura de las relaciones y el próximo cambio de presidente.

Lo que pido no es solo un deseo mío sino lo que quiere todo el pueblo cubano. Soy hijo de mi tiempo y de mis circunstancias.

P. ¿Es un cambio que podría suponer la elaboración de una nueva Constitución?

R. Quiero poder vivir en un país en el que se respete la legalidad, en el que la ley se use.

Las personas en Cuba que profesamos la libertad de expresión nos volvemos disidentes y la legalidad no nos protege

P. ¿No existe en estos momentos una legalidad en Cuba?

R. Ahora mismo no se usa la legalidad. Desde el momento en que un ciudadano se enfrenta al sistema la ley se deja de emplear. Lo que procede es la legalidad que ellos deciden usar y se construye una mentira alrededor del individuo, que se vuelve muy frágil. Las personas en Cuba que profesamos la libertad de expresión nos volvemos disidentes y la legalidad no nos protege.

P. ¿Qué mensaje envía a quien quiera oírlo?

R. Le digo a San Lázaro que me cumpla mis peticiones y al pueblo cubano que hay que sacrificarse: romper la inercia y romper el espacio de confort para poder tener un futuro digno para nuestros hijos.

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