La madre de un manifestante del 11J estalla durante la apelación: "Estamos cansadas de aguantar"
"Me viré para el fiscal y yo misma, gritándole, le dije: es una injusticia lo que están cometiendo", refiere María Luisa Fleitas Bravo
La Habana/La paciencia de María Luisa Fleitas Bravo, madre de Rolando Vázquez Fleitas, uno de los detenidos de la barriada habanera de La Güinera por las manifestaciones del 12 de julio, se colmó el pasado lunes. Ese día, en el juicio de apelación por la condena a su hijo de 21 años de cárcel por sedición, la mujer, desesperada, arremetió contra el tribunal.
"¡No me lo vayan a tocar, porque esto va a ser ahora de madres!", gritaba Fleitas a los policías que la sacaron de la sala de audiencias, aludiendo a la actitud insumisa de las llamadas madres del 11J, como ella. "Estamos cansadas de aguantar todo esto".
La mujer relata que en el juicio dejaron hablar a los abogados de su hijo, pero que al escuchar la acusación fiscal, su hijo empezó a gritar: "¡Mamá, es una mentira!". Según Fleitas Bravo, el acusador lo señaló de haber salido de calle Cantera a manifestarse.
"Mi hijo vive aquí en calle Segunda, si él salió de calle Cantera es porque él había venido hace una semana de Rusia y fue a ver a mi familia, y toda mi familia vive en calle Cantera", reprochó la madre de Vázquez Fleitas, que aseguró que su hijo solo se cruzó la calle después de haber comprado un refresco, al regresar a casa.
Un guardia le dijo que se callara, pero Fleita se negó a hacerle caso: "No me voy a callar, ese es mi hijo y no me voy a callar"
Con el ánimo caldeado, ella le decía a su hijo: "Pipo, tranquilo que todo va a pasar... Yo sé que es una mentira". Un guardia le dijo que se callara, pero Fleita se negó a hacerle caso: "No me voy a callar, ese es mi hijo y no me voy a callar". La mujer fue alentada por otra presente en la sala de audiencias, quien elogió su derecho a defender a Rolando.
"Me viré para el fiscal y yo misma, gritándole, le dije: es una injusticia lo que están cometiendo", refiere Fleita, quien no cejaba: "Es un abuso el que están cometiendo, está bueno ya, ya estamos cansadas de aguantar todo, y para que sepan, soy la madre de él".
Fleita asegura que había tres cámaras grabando todo, pero duda que se publiquen las imágenes. A ella la sacaron del tribunal y afuera se encontró a más policías a quienes también reprochó las capturas y sentenció que no se quedaría callada. Por esto fue llevada a la unidad policial donde fue interrogada por un agente de la Seguridad del Estado hasta pasadas las seis de la tarde.
"Hablaron con nosotros boberías, la misma porquería de siempre, es lo que nos hacen ellos a nosotros, que tenemos que estar calmadas, que yo la cagué toda", cuenta Fleitas a 14ymedio. Ella sostiene que la fiscalía quiere "embarcar" a los acusados sin pruebas.
Además de La Güinera, también hubo juicios de apelación en el Tribunal Provincial de Matanzas, quien resolvió este lunes la petición de Samuel Pupo Martínez y mantuvo su condena de siete años de prisión por los delitos de desacato y desórdenes públicos, tras haber subido a un vehículo volcado y gritar "abajo el comunismo" y "patria y vida", en las manifestaciones del 11 de julio pasado, en Cárdenas.
Su esposa, Yeneisy Santana González, señaló que, aunque el abogado dio argumentos y una "defensa brillante", la sentencia quedó ratificada. En una publicación en Facebook, la mujer dijo que apelaron ocho de los 17 condenados, por las protestas en ese municipio.
"No encuentro palabras para describir cómo me sentí al verte subir a la jaula con shakiras y esposado como un criminal. Y sigo preguntándome: ¿Qué hiciste? ¡Alzar tu voz, exigir tus derechos!", escribió Santana en la publicación. Ella añade que seguirá denunciando hasta lograr su liberación, mientras tanto se cuestiona: "No sé ya cómo explicarle a nuestro niño por qué papá lleva más de 10 meses preso y no llega a casa".
Adentro, lo tiraron contra el piso y lo patearon. Ella no supo de él hasta 103 días después, donde la búsqueda no paró
Pupo padece de esclerodermia, una enfermedad degenerativa y autoinmune que afecta la piel y otros órganos del cuerpo, y ha estado dos veces en la enfermería de la prisión, pero ni ese padecimiento ni todos los argumentos fueron suficientes para liberarlo.
En entrevista con 14ymedio, Yeneisy Santana González ha relatado que Pupo fue arrestado el mismo 11 de julio, de forma violenta, y lo llevaron a la sede del Partido Comunista entre tres uniformados y un hombre vestido de civil. Adentro, lo tiraron contra el piso y lo patearon. Ella no supo de él hasta 103 días después, donde la búsqueda no paró.
En otros casos, también fue confirmada la sentencia para 11 de 12 recursos de casación presentados ante la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo Popular, por las condenas de manifestantes del 11 de julio como Yasmany Porra Pérez, quien fue sancionado a 17 años de cárcel por sabotaje, robo con fuerza y atentado.
"Yo estoy indignada porque son 17 años y no mató a ninguna persona, él solamente salió a manifestarse, a exigir sus derechos como ciudadano de este país y lo que recibió a cambio fueron golpes y maltratos", dijo la esposa de Yasmany, Rosmery Bello Castillo, a Radio Televisión Martí.
Bello relata que su esposo no oye en uno de sus oídos, porque las autoridades le reventaron el tímpano en un interrogatorio, cuando intentaban que admitiera su culpabilidad. Yasmany Porra Pérez fue detenido el 16 de julio del año pasado y acusado de supuestamente saquear tiendas.
Bello relata que su esposo no oye en uno de sus oídos, porque las autoridades le reventaron el tímpano en un interrogatorio, cuando intentaban que admitiera su culpabilidad
Además de Porra, recibieron sentencia firme 11 personas más: Wilfredo Castillo González fue ratificada su sentencia a 15 años de cárcel, mientras que Adrián Fernando Domínguez Hidalgo, 13 años y 9 meses; También Yoel Montano Alpizar recibió 14 años y 6 meses, y Rolando Sardiñas Fernández, 12 años.
En el mismo proceso, el tribunal confirmó la pena de 11 años para Omar Herrera Moré y de 10 años y seis meses de cárcel para Andy Alexis Martín Pérez, además de 10 años para Yordan Puentes Morera. Quienes menos penas tienen, aunque sin modificar son: seis años para Dainier Flores Oliva, cinco años para Roberto Díaz Martínez e igual pena para Andy Ortega Murgado, solo que en este último será correccional con internamiento.
Estos resultados abundan en lo que han venido demostrando las organizaciones Cubalex y Justicia 11J: que las apelaciones de los condenados por esas manifestaciones apenas están sirviendo para modificar las penas.
Según el registro de estas asociaciones independientes, hasta el día de hoy 40 personas han recibido respuesta a la revisión de su sentencia en primera instancia, de las que solo una consiguió un notable éxito, al pasar de un año de prisión a ser absuelto.
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