Por falta de dinero para mantenerlos, solo funciona el 50% de los medios de transporte en Cuba

Madrid/Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, el panorama en el transporte de pasajeros es desolador en la Isla. Lo más grave, por sus repercusiones en la mortalidad, es la inseguridad de las vías. Según el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, el 40% presenta un estado técnico desfavorable.

Las malas noticias del sector no cogieron a nadie por sorpresa, a pesar de que el ministro se esforzó por mostrar algunos logros del pasado año. Entre ellos, el aumento de la flota de ómnibus en La Habana, algo que no hubiera sido posible sin la donación de los 104 que se incorporaron. También se añadieron 10 minibuses, en este caso gracias a la caída del turismo, al que prestaban servicio antes. Otros de los progresos de 2022 fueron el incremento de rutas en la capital con 75 triciclos eléctricos, el restablecimiento de servicios ferroviarios y la aplicación MóvilWeb Urbanos para transporte, entre otras cosas.

Pero el balance no pudo dejar buen sabor de boca, ya que Rodríguez Dávila comenzó admitiendo que hay una "disminución de las capacidades de transportación de pasajeros y de carga" y atribuyó a factores objetivos y subjetivos la situación.

El ministro cifró en 40 o 50 millones de dólares anuales el costo de mantener la flota a punto y, como no hay dinero, la disponibilidad del transporte es solo del 50%, "agravado por la situación del combustible en la Isla". Aunque el trasiego en los puertos indica que el petróleo está llegando, las necesidades son muchas y el transporte público no parece ser precisamente la prioridad. Según el ministro, en algunas provincias solo se realizan viajes "de apertura y cierre" por una escasez que atribuyó, entre otros motivos, a la "persecución" a los buques que lo transportan, aludiendo al embargo estadounidense.

Rodríguez Dávila insistió en que es necesario que el sector ingrese "moneda libremente convertible para garantizar combustible, piezas de repuesto y otros elementos logísticos"

Rodríguez Dávila insistió en que es necesario que el sector ingrese "moneda libremente convertible para garantizar combustible, piezas de repuesto y otros elementos logísticos", haciendo planear por un momento la sombra de la duda sobre si llegaría a cobrar el transporte en moneda libremente convertible (MLC).

Por el momento, al menos, no parece ser la solución. El ministro denunció que la medida de prohibir los cruceros desde EE UU, tomada por la Administración de Donald Trump y no revertida por el Gobierno de Biden, impide que se capten suficientes divisas en los puertos. Pese a ello, explicó que a principios de este año se creó un fondo en MLC exclusivo para el sector, que se forma "con ingresos desde el exterior en los sistemas de la aviación y el marítimo-portuario". Con ese dinero, sostuvo, se recuperaron más de mil medios de transporte, ya que se invirtió en los ómnibus.

El ministro indicó que el transporte tiene unos precios "aceptables para la población", aunque los datos del índice de precios al consumo (IPC) indican que es uno de los sectores que más ha subido en el último año, más de un 18% interanual el pasado abril. Sin embargo, aunque para los cubanos el costo sea elevado, las empresas son deficitarias o, en palabras de Rodríguez Dávila "están por debajo del umbral de la rentabilidad de las empresas" y muchas de ellas "reportan pérdidas".

"Las bases principales de transporte de todo el país han estado trabajando prácticamente sin piezas de repuesto los últimos tres años", añadió.

El funcionario habló también del ferrocarril, muy deficiente en lo que al transporte de pasajeros se refiere, aunque se ha podido trasladar la carga "priorizada" siempre que las condiciones lo han permitido. Con ello se refiere a las casi 600.000 toneladas de combustible, azúcar y productos correspondientes a la canasta básica que se mueven por las vías férreas.

En cambio, el transporte de cargas portuarias se redujo un 44% desde 2018, pero se han incorporado nuevos medios para su mejora, incluidos buques pequeños con 2.800 toneladas de capacidad.

Entre los puntos positivos, valorados por el ministro, está la teórica mejora de los servicios de envío de paquetería, la legalización de nuevos medios de transporte, como los triciclos eléctricos que prestan servicio en rutas cortas entre ciudades, y la creación de un servicio de bicicletas públicas.

"Vamos a continuar con ese programa", dijo, a la vez que amenazó con "medidas más enérgicas con conductores y jefes que incumplen con el apoyo que deben dar los vehículos estatales a la transportación de pasajeros".

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