La maquinaria soviética de la planta de asfalto de Sancti Spíritus se rindió
Cerrada desde hace 15 días, la fábrica ha sufrido varios incidentes, incluyendo la muerte de un trabajador en un incendio
Sancti Spíritus/La planta de asfalto de Sancti Spíritus lleva al menos 15 días cerrada a cal y canto, según confirmó a este diario un trabajador de la entidad. Desde fuera, se nota que el recinto está totalmente vacío y que su maquinaria –conductos, grúas, torres y sistemas de tanques– está inactiva.
Otra fuente del sector constructivo explicó a 14ymedio que el problema tiene que ver con la “falta de aditivos y materia prima para preparar la sustancia que luego se convierte en mezcla asfáltica”.
La baja calidad del producto ha sido motivo de roces entre la planta y otras industrias relacionadas, como la refinería Sergio Soto, ubicada en el vecino municipio de Cabaiguán, que exportaba en ocasiones el asfalto producido en Sancti Spíritus y –según la fuente de este diario– “ha tenido que virar para atrás la mercancía porque, en lugar de asfalto, lo que han enviado ha sido chapapote”, de menor calidad y cuya aplicación exige altas temperaturas.
Una nota publicada en Escambray este mes da cuenta de lo inestable que es la situación de las fábricas de asfalto en la provincia, para la cual el Gobierno ha fijado un plan de 25.862 toneladas de mezcla asfáltica caliente en todo el año, más 5.000 de asfalto frío. Los directivos afirman que “no renuncian” a esa meta, pero la ven cada vez más lejana.
La del municipio cabecera no es la única planta de asfalto en Sancti Spíritus. También se cuenta con las de Trinidad y El Yigre, en Yaguajay. Sin embargo, es la fábrica hoy cerrada la que asume la mayor carga de producción. “Cuando produce a toda capacidad se agiliza el proceso constructivo ya que su ubicación en el centro del territorio permite menos gasto de combustible”, añade Escambray.
Ya entonces, los directivos de la fábrica añadían dos factores que golpeaban la producción: la falta de combustible y los apagones. A los tres días de que el periódico publicara esta queja, el país se sumergió en el cuarto apagón total en menos de seis meses.
Sobre la mesa de las autoridades provinciales está un plan de asfaltado que exigirá 19.000 toneladas de hormigón caliente. La extensa red de viales que necesitan reparación abarca los dos conectores interprovinciales por excelencia –la Autopista Nacional y la Carretera Central–, pero también la de los circuitos Sur y Norte, la carretera de La Sierpe y otros caminos afectados por baches y por la secular falta de mantenimiento.
La planta de Yaguajay, por su parte, estuvo durante algún tiempo parada “por reparación”. A mediados de marzo Granma anunció que se reanudaba la producción “de forma progresiva” y prometía un futuro “con calidad”.
Sin embargo, un especialista entrevistado por el diario del Partido Comunista informaba de que mantener activa la tecnología de estas plantas “roza la hazaña”. Con equipos viejos y sometidos a la sobreexplotación, “estructuras como las de Sancti Spíritus puntean entre las más antiguas del archipiélago”, aseguraba. Sin “cierto nivel de inversiones”, añadía el especialista, están condenadas al fracaso.
El pasado 24 de diciembre, la planta de asfalto de Sancti Spíritus también fue noticia, pero por razones muy distintas. Alexey Díaz Salas, de 48 años y uno de sus trabajadores, fue víctima de un incendio que dejó el 60% de su cuerpo cubierto de quemaduras. Ya en estado grave, había sido trasladado al hospital de la provincia vecina, Cienfuegos, para ser atendido.
Había sufrido un trauma craneal y heridas tras la explosión de un depósito de combustible altamente volátil, que inspeccionaba sin contar con el equipo adecuado de protección. Díaz Salas murió poco después.
El fuego desatado tras la explosión, que se escuchó en todas partes de la ciudad, fue calificado por testigos presenciales como “de gran envergadura”, según Escambray. Los tanques de la planta almacenaban líquido de curado rápido, una mezcla de cemento asfáltico y un destilado de petróleo muy volátil, que debe conservarse a alta temperatura para ser aplicado en la vía antes de verter el asfalto.
La fábrica de asfalto de Sancti Spíritus, fundada en 1948 –es la más antigua de Cuba–, está equipada de una vieja maquinaria, modelo DK-117, de fabricación ucraniana, que llegó a la Isla durante los años del subsidio soviético. Con el paso de los años, el deterioro y la escasez de piezas le han pasado factura a la instalación.