Una ONG advierte a la relatora de la ONU de que no visita "una sociedad abierta"
La Habana/La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ha dado la bienvenida a través de una carta abierta a la relatora especial de Naciones Unidas sobre la trata de personas, María Grazia Giammarinaro, que comienza este lunes una vista a la Isla. No obstante la entidad, con sede en Miami, advierte a la funcionaria de que "no está visitando una sociedad abierta".
En la misiva la Fundación reconoce la "integridad, profesionalidad y experiencia" de Giammarinaro que le "garantizarán en gran medida el éxito de su misión" pero "no será fácil", asegura. El texto incluye algunos comentarios que "pueden ser útiles" para la relatora durante su estancia en el país.
"La sociedad cubana en la actualidad constituye un entorno propicio para que las instituciones estatales y los actores no estatales fomenten y se beneficien de diversas formas de trata de personas", se dice en el texto. Este flagelo social propicia la "falta de libertades básicas como la de expresión, de prensa y el derecho a libre asociación".
Esta situación, unidad a la creciente pobreza, "empuja a muchos ciudadanos a adoptar diversas estrategias de supervivencia como el ejercicio de la prostitución". A lo que se le suma que "las instituciones estatales se involucren en prácticas criminales, como el tráfico de trabajo no libre".
La visita de la funcionaria se enfoca especialmente en los casos de trata de mujeres y niños
La visita de la funcionaria se enfoca especialmente en los casos de trata de mujeres y niños y es la primera que realiza un miembro del Consejos de Derechos Humanos de la ONU en los últimos diez años.
La Fundación aprovecha esta ocasión para recordar que el Código Penal "continúa sin considerar criminales ciertas acciones cometidas contra menores de edad entre 16 a 18 años a los que la legislación cubana estima adultos".
La existencia de "leyes de peligrosidad social", que permite a las autoridades "detener y encarcelar a cualquier persona si consideran que puede cometer un delito también se incluye en la carta, una denuncia a la que se le agrega la queja por el procesamiento legal de miles de mujeres porque "estaban usando un vestido atractivo o estaban hablando con un turista".
"La lucrativa exportación estatal de servicios médicos y otros servicios profesionales a otros países" ocupa buena parte del documento y es catalogada como una "esclavitud moderna". "Las autoridades cubanas pagan sólo una fracción (menos del 20%) de los ingresos obtenidos a través de su trabajo, usualmente en lugares de riesgo".
Las impresiones que obtenga durante su recorrido serán incluidas en un informe oficial a presentarse ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2018
A esto se suman los reportes de "médicos y las enfermeras que trabajan en estos proyectos" que se quejan de las "condiciones de vida deficientes y la presencia de cuidadores que conservan sus pasaportes y vigilan las actividades del profesional médico y sus relaciones personales fuera del trabajo".
La Fundación asegura que "abogados cubanos independientes y otras asociaciones de la sociedad civil" no fueron avisados previamente de la llegada de la funcionaria y solo se enteraron de la visita el pasado viernes a través de la prensa oficial, algo que cataloga como "preocupante".
"Los mensajes que escuchará fueron cuidadosamente escritos y ensayados de antemano para su visita. El acceso a su delegación será estrechamente filtrado y monitoreado", advierte el texto. La entidad se muestra dispuesta a ayudar a Giammarinaro "en la coordinación de entrevistas con representantes independientes de la sociedad civil".
La relatora visitará las provincias de La Habana, Matanzas y Artemisa y las impresiones que obtenga durante su recorrido serán incluidas en un informe oficial a presentarse ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2018.