En mayo, una parte importante del crudo venezolano llegó a Cuba a bordo de dos barcos "fantasma"

El Athenas y el Tina 5, hicieron varias entregas de crudo sin que sus movimientos fueran detectados por las aplicaciones de rastreo marítimo

El Tina 5, construido en 2002 y que navega con bandera de Panamá
El Tina 5, construido en 2002 y que navega con bandera de Panamá / Vesselfinder
14ymedio

13 de junio 2024 - 23:08

A principios de junio, los expertos se preguntaban de dónde la agencia británica Reuters había sacado los datos que le permitían decir que Venezuela había triplicado en mayo sus envíos de crudo a Cuba en comparación con el mes anterior. La respuesta llegó en forma de hipótesis que aún está por confirmar: dos grandes buques “fantasma”, el Athenas y el Tina 5, hicieron varias entregas de crudo venezolano sin que sus movimientos fueran detectados por las aplicaciones de rastreo marítimo.

Existe muy poca información sobre estos tanqueros que Caracas utiliza para enviar petróleo a aliados como Cuba. Más que discretos, los movimientos de ambas naves son invisibles, aunque sus apariciones esporádicas en el radar dan cuenta de su actividad en el Caribe. 

Fuentes de 14ymedio indican que Venezuela recurrió a ambos buques para transportar una parte de los 70.000 barriles por día (bpd) de crudo que mandó el mes pasado a la Isla. Desconectaron sus transpondedores para esquivar los radares y “trasvasaron su carga a buques más pequeños en la bahía de Nipe, en la provincia de Holguín, o en Matanzas”, opina un experto que sigue de cerca los envíos de petróleo a Cuba.

Existe muy poca información sobre estos tanqueros que Caracas utiliza para enviar petróleo a aliados como Cuba

Sin embargo, en el puerto de Matanzas solo dieron señales de haber recalado en los últimos 30 días los tanqueros Primula, el Marianna V.V. y el Caribbean Alliance, además del remolcador Karadeniz One, que forma parte de la flota de patanas turcas en la Isla. Este jueves estaban en la terminal los tanqueros con bandera cubana Sandino, María Cristina y Alicia. En Nipe, por otra parte, no hay información sobre el trasiego de barcos, si bien las aplicaciones de rastreo mostraban un tanquero no identificado en medio de la bahía este jueves. 

El Athenas y el Tina 5 son petroleros de dimensiones considerables. El Tina 5, construido en 2002 y que navega con bandera de Panamá. La última información que se tiene de él es que partió de Trinidad y Tobago hacia un destino desconocido. 

En cuanto al Athenas, que navega con pabellón de Liberia, se encontraba este jueves en la costa norte de Venezuela, rumbo al puerto de Scarborough, en Trinidad y Tobago.

El 10% de los envíos totales de la estatal Pdvsa en mayo –unos 708.900 bpd– fueron para Cuba, según Reuters. El principal destino del crudo, más de un tercio del total de las exportaciones (250.000 bpd), fue Asia. Le siguen Estados Unidos, con un promedio de 205.000 bpd enviados por la estadounidense Chevron, y Europa, con 129.000 bpd. 

Un estudio publicado a finales de mayo por el Instituto Elcano, con sede en Madrid, analizaba este aumento de las exportaciones venezolanas a la luz del anuncio del retorno de las sanciones de Washington tras el incumplimiento, por parte del régimen de Nicolás Maduro, de los acuerdos tomados en Barbados para garantizar elecciones libres. 

La investigación analizaba en qué medida la imposición de sanciones había beneficiado a Cuba. Pdvsa, aseguraba, había incrementado progresivamente sus envíos a la Isla a través de su filial PDV Marina para eludir las medidas de Washington.

La venta de petróleo venezolano, desde entonces, se ha caracterizado por el incremento de la corrupción y la falta de transparencia “como respuesta” a EE UU –Pdvsa no publica informes financieros desde 2016–; la utilización del mercado negro y la venta a “compañías dispuestas a asumir los riesgos”, con mediación de Cuba, Rusia, Irán, Malasia y Emiratos Árabes Unidos, que cuentan con “sanciones secundarias” de Washington; y la influencia del Kremlin y Teherán a la hora de tomar las decisiones petroleras. 

Rusia, explican, gestionaba antes de la invasión a Ucrania el 60% de las operaciones financieras de Pdvsa y entregaba a la estatal dólares en efectivo. En cuanto a Irán, se conoce que envía apoyo técnico, ingenieros, sustancias diluyentes y piezas de repuesto. 

Por su parte, la cadena estadounidense CNN publicó este martes un reportaje sobre la debacle de la economía venezolana desde 2013 –cuando Maduro asumió el cargo–, y argumentaba el contraste entre las exportaciones petroleras de entonces –2,4 millones bpd, como promedio– y las actuales, que en marzo llegaron a 895.000 bpd. Según CNN, Venezuela explota el 42% de su capacidad de producción.

“El colapso del sector precede a la estrategia de máxima presión internacional sobre el régimen de Maduro y encuentra sus causas en el déficit de gobernanza que acompaña al país desde al menos una década”

La investigación del Instituo Elcano coincidía con la cadena en que el futuro petrolero de Venezuela enfrenta dificultades demasiado difíciles de solventar en la coyuntura política actual: “El breve periodo de distensión [los seis meses de levantamiento de sanciones] ha demostrado que, independientemente del devenir político de Venezuela, la recuperación de su sector petrolero será difícil. El colapso del sector precede a la estrategia de máxima presión internacional sobre el régimen de Maduro y encuentra sus causas en el déficit de gobernanza que acompaña al país desde al menos una década”, explicaban. 

Además, el propio crudo venezolano tiene inconvenientes técnicos. El crudo del Orinoco, analiza el Instituto, es extrapesado y tiene “un menor atractivo” para las compañías internacionales por el alto coste que implica su refinamiento. Además, Pdvsa está deslegitimada a nivel internacional tras “dos décadas de gestión ineficiente, corrupción y saqueo”, por no hablar de la infraestructura, notablemente dañada. 

Con la progresiva debacle de la industria petrolera Cuba tiene mucho que perder. Los envíos de Venezuela –junto a los de otros aliados clave, como México y Rusia, que acaba de mandar a la Isla el tanquero Pashin, escoltado por una flota de guerra– son indispensables para hacer funcionar el deteriorado sistema energético del país. 

Azotada por una nueva temporada de apagones, Cuba enfrenta este jueves un déficit de generación de 1.240 megavatios. La Unión Eléctrica, que lleva meses sin levantar cabeza, subrayó en su parte diario la precariedad de las instalaciones y la falta de combustible en la que cifra todos sus males. Además, informó de que varias unidades de sus termoeléctricas clave –Mariel (Artemisa), Felton (Holguín), Nuevitas (Camagüey) y Renté (Santiago de Cuba)– están fuera de servicio. 

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