El mensaje de los obispos cubanos evita aludir a la negociación sobre los presos políticos

Madrid/La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) emitió este viernes un comunicado oficial sobre la reunión que sostuvieron hace dos días con el mandatario Miguel Díaz-Canel y otros altos funcionarios del país.

En ella no hicieron alusión a algo que Ariel Suárez, secretario de la Conferencia Episcopal, había reconocido este jueves a la agencia Reuters: que las partes abordaron el tema de los presos políticos detenidos por las manifestaciones del 11 de julio de 2021.

En su lugar, afirma el texto que los obispos "no se detuvieron en situaciones concretas de la Iglesia, sino que compartieron con todo respeto, sinceridad y claridad sus inquietudes y valoraciones acerca del momento actual en que vivimos".

Además, agradecen "la posibilidad del intercambio, por la seriedad en que se desarrolló" y "la oportunidad de ser escuchados" y valoran "la importancia y conveniencia de esta experiencia, también de cara al futuro".

Agradecen "la posibilidad del intercambio, por la seriedad en que se desarrolló" y "la oportunidad de ser escuchados" y valoran "la importancia y conveniencia de esta experiencia, también de cara al futuro"

Fue ocasión, concluyen, "para que los obispos renovaran a las autoridades su compromiso por el pueblo cubano y con todo aquello que favorezca un clima más sereno de paz, concordia, respeto de todos y esperanza".

Preguntado sobre el papel de la Iglesia católica en la mediación con el régimen, el sacerdote cubano Alberto Reyes, en entrevista con 14ymedio, opinó que la institución tiene sus propios límites, y que, a pesar de su impacto social y las obras de caridad, "no es una organización benéfica ni un partido político".

Justamente con motivo de la visita a Bruselas de Reyes, un grupo de eurodiputados condenaron en una carta "el aumento de la represión ciudadana, la falta de libertad de expresión y la ausencia de signos de apertura y de democracia" en la Isla.

La misiva, difundida este viernes por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos y firmada por Leopoldo López Gil, Javier Nart, Antonio López-Istúriz, Gabriel Mato, Enikö Györi, Soraya Rodríguez Ramos y Jordi Cañas, expresa su preocupación por "la inaceptable situación de los presos políticos en Cuba, encarcelados por ejercer su legítimo derecho a pedir cambios democráticos en la Isla".

Además, se refieren al "marcado deterioro de la vida ciudadana en Cuba", puesto en evidencia con "la carencia recurrente de medicamentos, el crecimiento de la violencia y la inseguridad debido a la precariedad que sufre su población".

Piden la celebración de "elecciones libres, transparentes y con garantías, que sirvan para que el país retorne a la democracia que tanto anhelan sus ciudadanos"

Esto, continúan, "ha disparado hasta niveles críticos la emigración, especialmente de la población joven, que se ve forzada a salir ante la falta de futuro".

Ateniéndose al Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, vigente entre Cuba y la Unión Europea, piden la celebración de "elecciones libres, transparentes y con garantías, que sirvan para que el país retorne a la democracia que tanto anhelan sus ciudadanos".

El miércoles, 50 familiares de presos políticos de la Isla remitieron una carta a la Eurocámara en la que exponían la precaria situación de los detenidos tras las protestas masivas del 11 de julio de 2021 en Cuba.

Los firmantes recordaban en su misiva que, en septiembre de ese mismo año, el Parlamento Europeo aprobó la resolución P9-TA (2021) 0389, que condenaba la "represión gubernamental" que estaba siendo reportada desde numerosas ciudades de Cuba. Los familiares califican este documento como "uno de los textos más contundentes en favor de la libertad del pueblo cubano".

Ahí mismo recordaban también el más reciente intento de mediación para la liberación de los presos, esto es, durante la visita del cardenal Beniamino Stella, enviado especial del papa Francisco y antiguo embajador del Vaticano durante el Período Especial. Stella, apoyado por el pontífice, había solicitado "una amnistía o alguna forma de clemencia" para los presos políticos. También se unieron al reclamo, sin una respuesta concreta por parte del Gobierno, los miembros de la Conferencia Episcopal cubana.

Aunque las declaraciones de Stella sugerían que se había producido una conversación al más alto nivel sobre los encarcelados, la reacción pública de Miguel Díaz-Canel fue afirmar que intentaría buscar "la solución de las expectativas de ambas partes". Pero la negociación, en la que varios países, como España, afirmaron estar dispuestos a ofrecer asilo a los interesados, volvió a quedar en nada.

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