Mercados estatales y privados compiten por ofrecer productos escasos
La existencia de locales privados se ha reducido tras la imposición de precios topados desde enero por parte del Gobierno
La Habana/Una pelea sorda se desarrolla en las tarimas de los mercados agrícolas de la capital. La batalla enfrenta a los establecimientos estatales, que venden productos de baja calidad a precios topados, mientras los comercios de oferta y demanda proponen productos de mejor calidad pero a precios altos.
La existencia de locales privados se ha reducido tras la imposición de precios topados desde enero por parte del Gobierno. Pero el conflicto entre ambos modelos de mercado, que está suponiendo el declive de los privados, se originó hace más de dos décadas.
Autorizados en los años noventa, en pleno Período Especial, los mercados agropecuarios fueron inicialmente de gestión privada en su mayoría pero ya no es el caso. Además, el Estado administra, a través del Ministerio de la Agricultura, las cooperativas de producción agropecuaria (CPA) y las de créditos y servicios (CCS).
Más tarde aparecieron los agromercados a cargo del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), vinculados a las Fuerzas Armadas y que buscaban forzar una caída de los precios en las tarimas particulares. Sin embargo, los problemas en el abastecimiento y la baja calidad de los productos lastran actualmente su desempeño.
Semanas después del paso del huracán Irma, el suministro de alimentos a la capital sigue sin volver a la normalidad, como se refleja en la subida de los precios de los vendedores privados y en el desabastecimiento de productos en los locales estatales y las cooperativas.
Semanas después del paso del huracán Irma, el suministro de alimentos a la capital sigue sin volver a la normalidad
"Llevamos un mes que tenemos poca oferta de viandas porque solo están entrando boniato y alguna yuca de poca calidad, además de chopos que no tienen mucha salida", dijo a 14ymedio este domingo Marcial, ayudante en una tarima del mercado del EJT de la calle 17 y K, en el Vedado.
Un vendedor, que ofrece pepino encurtido a pocos metros de allí, confirma que no tiene en oferta otros productos procesados porque "la zanahoria, la cebolla y el ají pimiento están perdidos". El comerciante asegura que por estas fechas el año pasado llegó a tener hasta "doce combinaciones en vinagre", pero ahora solo tiene una.
Los frijoles se mantienen por debajo de los 15 CUP en estos establecimientos de gestión estatal o cooperativa debido a los precios topados que impuso el Gobierno a inicios de este año, pero "son de mala calidad y la variedad ha disminuido mucho", comenta Marcial. "Hoy mismo solo tenemos frijoles negros y varios clientes se han quejado de que no se ablandan".
A varios kilómetros del local del EJT, sobrevive uno de los pocos mercados de oferta y demanda que aún queda en La Habana. Conocido como "el agro de la calle San Rafael", el establecimiento ubicado en Centro Habana se ha convertido en el destino de quienes buscan frutas, vegetales y otros productos más específicos o de mejor calidad.
La cercanía de las zonas turísticas y los establecimientos gastronómicos del Barrio Chino también han propiciado el alza de los precios en el mercado de San Rafael
Hace unos años la Plaza de Cuatro Caminos señoreaba como el mercado mejor surtido de todo el país, pero tras su cierre por reparaciones lo relevó en ese papel un local en la calle Egido, reconvertido a principios de este año en un establecimiento de precios topados y cuyo lugar ocupó el agro de San Rafael.
La cercanía de las zonas turísticas y los establecimientos gastronómicos del Barrio Chino también han propiciado el alza de los precios en el mercado de San Rafael. Los vegetales y las frutas, utilizados en las ensaladas de muchas cartas de paladares y en el desayuno que ofrecen las casas de rentas son los productos que han experimentado una mayor subida.
La cebolla, el ajo, el ají cachucha, la acelga, la lechuga, los garbanzos y los procesados cárnicos, como chorizos o lomo ahumado, registran hoy precios entre un 15 y un 25% más altos en comparación con noviembre de 2016.
"La libra de tomate, un producto de temporada que acaba de llegar a este mercado, no baja de 25 CUP aunque si el cliente quiere más calidad tendrá que pagar 30, 40 o 50", detalla a este diario Yosvani Casamayor, suministrador de uno de los comercios que ofrecen ese tipo de productos.
Los decomisos de la policía junto al intento de controlar los precios ha provocado una huida de muchos productos hacia las áreas 'informales' del comercio de alimentos
"No podemos bajar de esos precios porque todo ha subido, empezando por el combustible y además cada vez se hace más difícil entrar este tipo de productos a la ciudad porque la policía está haciendo muchos operativos en la carretera, decomisando productos y poniendo multas", explica.
Esta semana, 14ymedio publicó una denuncia de transportistas de Alquízar, en la provincia de Artemisa, que aseguran ser víctimas de acoso, retención de sus camiones y presiones para que vendan su mercancía a la estatal Empresa Acopio en lugar de llevarla a los mercados de oferta y demanda.
Los decomisos de la policía junto al intento de controlar los precios ha provocado una huida de muchos productos hacia las áreas informales del comercio de alimentos. "Ahora para comprar cebolla lo más seguro es encontrar a un vendedor en la calle porque si vienes al mercado no hay", lamenta Annia, cliente asidua del local que el EJT gestiona en la calle Tulipán.
El pasado domingo, la insatisfecha consumidora decidió irse con la bolsa media vacía tras una visita al establecimiento. "Los productos que no han subido es porque su calidad ha caído mucho, lo cual es también una manera de encarecer: ahora compro menos o peor con el mismo dinero".
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