La militancia comunista expresa su desencanto en la red
La Habana/El VII Congreso del Partido Comunista de Cuba ha confirmado las sospechas de la oposición. A pesar de los cambios en el contexto sociopolítico de la Isla desde el último cónclave, el partido no abre la posibilidad de un sistema político pluripartidista ni habrá nuevas "fórmulas de privatización" o "terapias de choque" para la economía, como anunció el presidente Raúl Castro. Pero la decepción trasciende a las filas de la oposición y llega desde las propias. Algunos militantes han abierto fuego amigo contra la dirección del partido y utilizado su espacio en la red para mostrar su oposición al inmovilismo de las élites.
"Los documentos que serán puestos a la consideración y aprobación del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (...) no se discutirán en la base con su militancia", reflexionaba Francisco Rodríguez Cruz, conocido como Paquito el de Cuba y autor del blog del mismo nombre en un artículo publicado antes del Congreso del PCC, ¿1.000 personas deciden el destino de la nación?. "Como militante comunista considero que eso no es suficiente", sentenciaba.
Paquito el de Cuba estima adecuados mecanismos como las reuniones territoriales con líderes de varios sectores de la sociedad, las asambleas de balance o las elecciones municipales, pero los considera insuficientes.
"Sin dudas, estas son vías válidas. Pero pálidas (...) ahora que ya estas decisiones son firmes, lo reitero en público, derecho que creo tener (...) Las transformaciones en marcha y por venir para la sociedad cubana necesitan de mucha más discusión", reclama.
"Los documentos que serán puestos a la consideración y aprobación del VII Congreso del PCC (...) no se discutirán en la base con su militancia", reflexionaba Francisco Rodríguez Cruz
Yohan González, del blog oficialista Desde mi ínsula, arranca un post titulado El militante que quise ser explicando cómo fue su sueño juvenil de pertenecer al PCC. "Creía que solo militando allí se podría ser un buen revolucionario y un buen cubano", recuerda. González, que se confiesa socialista y no comunista, entregó el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y abandonó su aspiración, pero asegura que le hubiera gustado ser un militante medio como Paquito al de Cuba, al que alude directamente.
"El Congreso (...) se abre con el fracaso de no haber impulsado el debate popular de sus documentos. Estoy seguro de que hay militantes medios entre los delegados, gente útil, con capacidad de representar. Pero el futuro del país no puede estar en manos de unos pocos", afirma.
González lamenta que no haya transparencia y los cubanos no puedan acceder a la documentación que sí poseen los delegados, que no se traten temas sociales como la emigración, los derechos LGTBI o el racismo y que no haya más jóvenes en la élite del Partido. "No me convertí en ese militante, mas no me arrepiento. Hoy soy más revolucionario de lo que quise ser y más cubano. Soy igual que ese militante medio que seguirá todo lo que pase en el Congreso pero que al final seguirá teniendo la sensación de que se pudo hacer mucho más", remata.
"El tiempo en que el destino de Cuba lo podía decidir un puñado de hombres ya pasó". Así arranca el texto titulado El plan nacional, de Harold Cárdenas Lema, bloguero en La Joven Cuba.
El autor da un buen repaso a la inteligencia colectiva del pueblo cubano, al que considera el más formado de la región, para reprochar que no se tenga en cuenta ese capital humano.
"Nuestro país tiene mil y un problemas por resolver, algunos productos del bloqueo y otros muy nuestros", dice, antes de hacer una revisión de los motivos por los que la ciudadanía ha prestado "un cheque en blanco a la dirección del país". Cárdenas pone de manifiesto que los malos gobiernos previos al 59 y la popularidad de la Revolución otorgaron una fe en la dirección del PCC que ya no tiene fundamento.
"El tiempo en que el destino de Cuba lo podía decidir un puñado de hombres ya pasó", escribe Harold Cárdenas Lema
"Sucede que este consenso se conformó hace más de medio siglo, con una generación que conocía el capitalismo, que vivió la Ley de Reforma Agraria, la Campaña de Alfabetización. Mi generación solo conoce el Período Especial, las vicisitudes y el resquebrajamiento de los valores. ¿Puede funcionar el mismo consenso con nosotros? No creo", sostiene.
Pese a ello, el bloguero propone un ejercicio de comprensión con las élites, de quienes supone que tengan un plan. Sin embargo, su creencia de que los políticos viven en una burbuja que les aleja de la realidad le lleva a dudar de la capacidad real del partido de resolver los problemas de los cubanos.
"A estas alturas ya deberíamos aprender la lección de ser inclusivos y no excluyentes a la hora de la construcción colectiva.(...) En esta nación se puede hacer política coyunturalmente con el pueblo o contra el pueblo, pero imperecederamente sin el pueblo no es posible", afirma.