El Ministerio del Interior admite que resuelve apenas el 60% de los delitos sin armas de fuego en Cuba

Madrid/Que los medios independientes informen sobre el aumento de la delincuencia en Cuba, incluidos los delitos violentos, molesta al Gobierno. Acostumbrado a tener durante más de 60 años un monopolio informativo que le ha permitido mantener el control sobre el relato de una Isla en paz, el régimen ha estallado este jueves a través de un editorial del diario Granma contra la difusión de noticias de crónica roja que, a su juicio, no buscan contar el país, sino "ofrecer al mundo y a los millones de usuarios de las redes una imagen destructiva de nuestra sociedad".

El texto se viste como un despliegue de halagos a la "guardia revolucionaria", a la que se llega a calificar de "arma moral y cívica que sustituyó en 1959 a los corruptos y sangrientos verdugos de los cuerpos policiales de la tiranía batistiana", pero su fin es arremeter contra la prensa independiente. Ello se ve, de manera más clara, en el párrafo final: "La necesidad de defenderla al precio que sea necesario nos llama nuevamente al combate, unidos, firmes y con la fuerza del pueblo, tanto en el espacio físico como virtual, con inteligencia, argumentos y las armas que sean necesarias".

El texto señala a EE UU como promotor de "decenas de mentiras diarias o magnificación de hechos delictivos, envueltos en grotesca crónica roja". A Washington atribuye estar detrás de las "decenas de millones de dólares a quienes se ofrecen a subvertir el orden interno en Cuba, ya sea de modo personal o vía internet"; poca novedad, ya que para llegar ahí repasan las anteriores ocasiones en que el país vecino propinó a la Isla "golpes de esa guerra no declarada contra la economía y la sociedad, contra la vida cotidiana y los sueños de progreso de la nación".

El texto señala a EE UU como promotor de "decenas de mentiras diarias o magnificación de hechos delictivos, envueltos en grotesca crónica roja"

En la nómina actualizada están el 11 de julio, la negativa a enviar "oxígeno para salvar vidas" en el covid-19 –ignorando las exenciones sanitarias que tiene el embargo– y los influencers "encapuchados o sin máscaras (... que) tratan de sembrar la matriz de opinión de una creciente inseguridad, desestabilización e impunidad en el país". Según el editorial, hubo "más de 240 convocatorias o incitaciones" a marchar contra el Gobierno.

La nota dedica en este punto varios párrafos a elogiar la labor de las fuerzas de seguridad, su entrega, su valía, su sacrificio, su humildad, su vocación de servicio público y un sinfín de melosos adjetivos antes de proceder a dar información. Los agentes han realizado 11.500 acciones de prevención y enfrentamiento contra el delito en lo que va de año y su labor ha dado como resultado la detención de más de 12.000 personas.

Según los datos que ahora sí ofrece el órgano de propaganda del Partido Comunista, el 90% de los casos en los que se emplearon armas de fuego –cuyo número no aportan– han sido resueltos con la detención e imputación de los autores. La cifra desciende bruscamente con el resto de delitos, el 60%, una cifra pobre, pero defendida en la nota. "No hay pasividad ni impunidad. Los hechos violentos que han ocurrido y son descaradamente magnificados o manipulados por sitios digitales enemigos, constituyen el 8,5% del total de delitos registrados en lo que va de año", afirma.

"Los delitos transnacionales y las redes delictivas evolucionan a un ritmo sin precedentes en todo el mundo, con manifestaciones descontroladas en muchos de ellos"

El texto, no obstante, acaba dando la razón a quienes sostienen que hay un aumento de los delitos en Cuba. Los anuarios de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) no han ofrecido sistemáticamente datos de delincuencia, imposibilitando que se puedan hacer comparativas que avalen la percepción ciudadana, pero el editorial admite que este año se han duplicado los robos de ganado, que tienen en vilo a los campesinos en muchas regiones del país.

"El Ministerio del Interior ha actuado contra más de 2.400 personas involucradas en ese tipo de hechos en el actual año. Con respecto a igual etapa de 2022, casi se ha duplicado el ingreso a prisión por estos delitos", lo que para el régimen es una muestra de que las fuerzas de seguridad actúan y, si en algún momento reconoce veladamente que la delincuencia va al alza, lo enmarca en un contexto internacional similar.

"Los delitos transnacionales y las redes delictivas evolucionan a un ritmo sin precedentes en todo el mundo, con manifestaciones descontroladas en muchos de ellos", argumenta, con razón, citando un informe de Interpol. En la mayoría de los países, y esto convierte a Cuba en una anomalía, las estadísticas de delincuencia son accesibles sistemáticamente para la población y los medios de comunicación no son acusados de promover odio o inestabilidad por informar de la comisión de delitos.

Para el régimen, la información "estimula" un presunto escenario de inestabilidad que busca "desacreditar el prestigio internacional de Cuba como destino turístico seguro, para golpear una de las principales fuentes económicas del país". Por eso llama a defender la seguridad ciudadana teniendo presente "la fuerza moral y el ejemplo de los líderes históricos de la Revolución".

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