El ministro de Transporte describe una situación alarmante de las carreteras en Cuba

La Habana/En Cuba hay “problemas de calidad en las reparaciones viales, y falta de disciplina y organización en las intervenciones”. El eufemismo para disimular el lamentable estado de las carreteras cubanas –y la dejadez de los técnicos–, analizado este jueves por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, venía acompañado de números alarmantes: De los 1.109.298 metros cuadrados de vía afectados por baches, se repararon solo 247.359. 

El dato es apenas la punta del iceberg en un reporte triunfalista –aunque pormenorizado– de la situación, que promete una segunda parte. Junto a las habituales quejas por el embargo de EE UU y la escasez de combustible, Rodríguez Dávila también da a entender que le falta dinero estatal para ejecutar las reparaciones planificadas. 

De los 127 kilómetros de vías provinciales y municipales que tenían pensado reparar en el primer semestre del año, sólo habían completado 69. Los números están “muy por debajo de las necesidades reales”, explicó Rodríguez Dávila, recurriendo a un nuevo eufemismo. 

El ministro admitió que en la Isla no hay presupuesto suficiente para la adquisición de equipamiento especializado

El ministro admitió que en la Isla no hay presupuesto suficiente para la adquisición de equipamiento especializado, además de indispensables piezas de repuesto. Además, se quejó de la “inestabilidad” tanto en la asignación como en la disponibilidad de combustible físico, para echar a andar la maquinaria y resolver necesidades logísticas.

El problema es de origen: de las 25 plantas de hormigón asfáltico caliente y frío que operan en Cuba, hay 12 “paralizadas por roturas”. El efecto lo sufren las carreteras dañadas, que solo recibieron el 10% de hormigón caliente que necesitaban y el 14% del frío. 

Según Rodríguez Dávila, incluso los planes de reparación priorizados se quedaron por debajo: solo el 8,3% de las carreteras que llevan a los aeropuertos de la Isla –y que son vías esenciales para el transporte de turistas– pudieron ser arregladas con mezcla asfáltica. Los mismos incumplimientos se verifican en la Autopista Nacional (cuya reparación está a un 15%), la Carretera Central (11%), la que lleva a la Zona Especial de Desarrollo Económico de Mariel (10,3%) y la que conduce a la Cayería Norte (18%). 

La reparación de puentes, muchos de ellos a punto de desplomarse, se quedó en 21%. Otros viales, sobre todo a nivel provincial y municipal, sufren “significativos atrasos”. 

La reparación de puentes, muchos de ellos a punto de desplomarse, se quedó en 21%

Rodríguez Dávila solo pudo enorgullecerse del “mantenimiento y reparación de los túneles de la capital”, en particular el túnel de la bahía habanera, y prometió que pronto serán reparados los de Línea y 5ta Avenida. 

La urgencia es ahora buscar “un mejor respaldo financiero” del Gobierno, y conseguir “combustible y materiales”, declaró. Explicó que ahora muchas reparaciones dependen de los gobiernos provinciales, a los que les falta “completamiento de la plantilla de cargos”: un tercer eufemismo que señala la falta de dirigentes locales, un fenómeno que, con la estampida migratoria y la emergencia de las mipymes, se ha hecho recurrente. 

Activo en las redes sociales y en Televisión Cubana, el rostro de Rodríguez Dávila se ha convertido en uno de los más reconocidos del Consejo de Ministros. Su perfil de Facebook cubre diariamente las operaciones del ministerio, de manera particular el desarrollo de una de sus iniciativas: una suerte de “revolución de los triciclos eléctricos”, con las que –explica– piensa aliviar la situación del transporte público urbano. El talón de Aquiles del plan son los apagones, que no dan tregua a los transportistas estatales ni a los privados. 

Santiago de Cuba, una provincia que no se había sumado a la fiebre de triciclos, recibió este sábado los primeros diez, que desfilaron en una especie de procesión por el 26 de Julio ante la primera secretaria del Partido en esa provincia, Beatriz Johnson Urrutia.