El misterioso Bazar A&M abre su tercer local en un edificio en ruinas de La Habana

El supermercado se encuentra donde antiguamente estuvo la cafetería estatal Las Avenidas, en Infanta y Carlos III

Desde que inauguraron el supermercado, el pasado 11 de noviembre, a sus puertas se agolpa una buena multitud esperando comprar.
Desde que inauguraron el supermercado, el pasado 11 de noviembre, a sus puertas se agolpa una buena multitud esperando comprar. / 14ymedio
Juan Diego Rodríguez/Olea Gallardo

08 de enero 2025 - 23:07

La Habana/El número 909 de la calle Infanta, esquina Carlos III, en Centro Habana, parece bipolar. La parte de arriba, donde la mayoría de apartamentos sigue habitada, se está cayendo a pedazos, pero los bajos, donde antiguamente estuvo la cafetería estatal Las Avenidas –que da nombre popular al edificio– y un próspero negocio privado acaba de abrir un local, se ven relucientes.

Desde que inauguraron ese supermercado, el pasado 11 de noviembre, a sus puertas se agolpa una buena multitud esperando comprar. Bajo los arcos, con la pared recién pintada, plantas ornamentales y potentes aparatos de aire acondicionado, no se advierte la ruina del inmueble, que ha sido denunciada por sus vecinos en numerosas ocasiones. Por el contrario, parece otro lugar.

El número 909 de la calle Infanta, esquina Carlos III, en Centro Habana, parece bipolar.
El número 909 de la calle Infanta, esquina Carlos III, en Centro Habana, parece bipolar. / 14ymedio

Artículos de ferretería, de decoración, útiles del hogar, electrodomésticos y otros objetos, como pipas orientales para fumar, se alternan con alimentos también variados, desde enlatados, salsas y confituras hasta productos frescos como lácteos y carnes. Todo, de venta en pesos y, como suele suceder con los particulares, bien surtido, pero a precios inalcanzables para gran parte de la población y de baja calidad.

Un juego de utensilios de cocina, 1.000 pesos; un recipiente de plástico con dos estropajos de fregar, 450; dos paquetes de incienso, 900; un paquete pequeño de nuggets, más de 1.000; una lata de frijoles, 900; una caja pequeña de jugos, 700 y sorbetos por 200 pesos, son algunos de los ejemplos de productos del día a día que pueden encontrarse. La actividad de carga y descarga es febril.

Todo, de venta en pesos y, como suele suceder con los particulares, bien surtido, pero a precios inalcanzables para gran parte de la población y de baja calidad.
Todo, de venta en pesos y, como suele suceder con los particulares, bien surtido, pero a precios inalcanzables para gran parte de la población y de baja calidad. / 14ymedio

El comercio no tiene ningún cartel con su nombre, pero las letras rosas en el pulóver negro de los empleados lo revela: pertenece al Bazar A&M. La firma, que ya contaba con dos locales en el mismo barrio de La Habana, una en Neptuno y Lealtad y otra –solo mercado– en Neptuno y Gervasio, ha aprovechado esta tercera sucursal para abrir un grupo de WhatsApp donde va informando de sus novedades y precios.

Los artículos publicitados el domingo, vísperas del día de Reyes, son juguetes y de fabricación china. Un camión con rastrillos de playa a 2.500 pesos, un rompecabezas jenga a 1.100 y un juego de aros para bebés a 1.950. El grupo no permite comentarios y está a cargo de alguien que se hace llamar Valentina Vale, quien también promociona las tiendas a través de Facebook.

El comercio no tiene ningún cartel con su nombre, pero las letras rosas en el pulóver negro de los empleados lo revela: pertenece al Bazar A&M.
El comercio no tiene ningún cartel con su nombre, pero las letras rosas en el pulóver negro de los empleados lo revela: pertenece al Bazar A&M. / 14ymedio

Sus dueños, por lo demás, son misteriosos. A diferencia de otras micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) no tienen página web y, aunque venden de todo, está dada de alta en el listado del Ministerio de Economía y Planificación con “producción de artículos de papel y cartón” como actividad principal.

“Yo no sé de quién será, pero este logo no lo tiene cualquiera”, decía a este diario una clienta que esperaba para entrar, señalando el lema “Vive en mí La Habana”, creado por las autoridades para el 505 aniversario de la capital y difundido en instancias gubernamentales. “Aquí lo que se ve es que se han gastado una cantidad de dinero…”, observaba la mujer.

“Yo no sé de quién será, pero este logo no lo tiene cualquiera”, decía a este diario una clienta.
“Yo no sé de quién será, pero este logo no lo tiene cualquiera”, decía a este diario una clienta. / 14ymedio

La vigilancia en la tienda también es llamativa. Los trabajadores no solamente siguen con la mirada a los que compran sino que registran las jabas al salir. “Revise bien su mercancía antes de salir, no se aceptan devoluciones”, advierte un cartel.

Por otra parte, los locales en los que se ha establecido la firma eran antes estatales y, como se ha repetido en los últimos años, se han reabierto sin licitación pública y sin previo aviso. El bazar “mixto” de Neptuno, inaugurado en 2023, ocupa el lugar de un establecimiento de ropa que fue cayendo en decadencia.

“A mi hermana y a mí nos encantaba, porque se entraba por una puerta que estaba en un portal, se hacía una U en el interior y se salía por la otra, donde estaba además el acceso de la escalera de los vecinos de la parte superior del edificio”, rememora sobre la vieja tienda María, vecina de la barriada de Cayo Hueso.

Bazar A&M, en cualquier caso, forma parte de los establecimientos que han proliferado en Cuba en los últimos tiempos y que, unidos a los nuevos comercios “dolarizados”, suponen el fin a efectos prácticos de las tiendas en moneda libremente convertible.

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