Muere en La Habana el exfiscal general Juan Escalona
Conocido por el mediático juicio al general Arnaldo Ochoa, murió este viernes en La Habana a causa de una bronconeumonía
La Habana/El ex fiscal de la República, Juan Escalona, conocido por el mediático juicio al general Arnaldo Ochoa, murió este viernes en La Habana a causa de una bronconeumonía. Escalona tenía 87 años de edad y se encontraba jubilado desde hacía ocho años cuando fue “liberado de su cargo” tras más de 20 años como Fiscal General.
La televisión estatal informó de su muerte y destacó su “ejemplo de modestia, honestidad” y “entrega sin límites a su profesión”, así como su “lealtad infinita” al exgobernante Fidel Castro. Sin embargo, los movimientos políticos disidentes y los activistas por los derechos humanos lo recuerdan por su denodada persecución y la criminalización de la oposición.
Escalona fue el fiscal acusador en el juicio contra Arnaldo Ochoa en 1989, donde el general y otros tres militares fueron condenados a fusilamiento por narcotráfico. El fiscal puso todo su empeño en salvaguardar las figuras de los hermanos Castro, máximos dirigentes del Estado y el Ejército.
“Hace años aprendí que lo fundamental es la Revolución. Soy una piecesita en este proceso y al final uno siente en todo caso el haber sido capaz de cumplir una misión tan delicada y tan desagradable como esa”, dijo Escalona en una entrevista con el diario oficial Granma, sobre el juicio contra Ochoa.
Escalona estaba considerado como uno de los “históricos” en el poder. Nacido en 1931, integró el Segundo Frente Oriental Frank País, comandado por Raúl Castro en las montañas del oriente del país. Escalona, notario en aquellos años, fue el encargado de casar a Raúl Castro con Vilma Espín en la Sierra. En 1959 fue ayudante Raúl Castro al frente del Ejército y fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército Occidental.
El general de brigada viajó en numerosas ocasiones a Moscú y a los países socialistas buscando apoyo para las campañas africanas
Antes de asumir el puesto como Fiscal General, Escalona fue Ministro de Justicia entre 1983 hasta 1990. También ejerció como presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular desde 1990 hasta 1993. Durante las campañas africanas de Fidel Castro, Escalona jugó un rol importante al frente de la jefatura del Estado Mayor General desde La Habana.
El general de brigada viajó en numerosas ocasiones a Moscú y a los países socialistas buscando apoyo para las campañas africanas. También fue el encargado de negociar la apertura de un aeropuerto en Guyana para el ejército cubano, una vez que fueron desplazados de la Isla de Granada.
Parte del legado de Escalona, a quien muchos conocían como “charco de sangre” es la ley del Servicio Militar Obligatorio, impuesto en 1963 y vigente hasta nuestros días. Escalona también dejó su huella en las leyes de los tribunales populares, el notariado, las asociaciones, los registros civiles, el nuevo Código Civil y en el Decreto Ley 87, que permitía revisar las sentencias de los tribunales.
De pensamiento ortodoxo, era identificado como parte de la “línea dura” del Partido Comunista. Durante su ejercicio como Fiscal General lamentó en una entrevista con la prensa oficial que “algunos compañeros” ubicados en cargos con acceso a divisas, cambiaban “hasta la forma de vestir”.
“Tengo la opinión que hay algunos que no creen que este proceso pueda seguir adelante mucho más tiempo y están creando las condiciones personales para salirse de este mundo. Hemos tenido que enfrentar, y todavía estamos tramitando, algunos casos en la lucha famosa contra los macetas (ricos)”, agregó.
Según reseñó la televisión estatal recibió diversas distinciones “por sus aportes a la defensa de la patria, su trayectoria y fidelidad a la causa revolucionaria”. Al morir era militante del Partido Comunista, cuyo Comité Central integró desde 1980 hasta 2011
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