Muere en Miami Armando de Armas, fundador del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio
En 1995 se unió a la flotilla del Movimiento Democracia, integrada por exiliados que tenían la intención de volver al país y protestar contra Fidel Castro
La Habana/El escritor cubano Armando de Armas falleció este miércoles en Miami a sus 65 años. Narrador, promotor cultural y polemista, huyó de Cuba por mar en 1994 y se convirtió en una de las figuras más significativas del exilio de la Isla en Estados Unidos. La noticia, dada a conocer por varios allegados, no precisa la causa de su muerte.
Nacido en Santa Clara el 15 de octubre de 1958, De Armas cultivó varios géneros literarios y periodísticos. Estudió Filología en la Universidad Central de Las Villas y formó parte de movimientos disidentes y de lucha por los derechos humanos. En 1989 se fugó de una cárcel en Camagüey tras un enfrentamiento con miembros del Ejército, que lo golpearon –según él mismo contó– con una pistola Makarov en su cabeza.
“Ese accionar en las sombras, el llevar una vida al margen de las normas sociatas y el empeñarme en una escritura libre –escritura alimentada, por cierto, en esa vivencia–, hicieron que se estrechara el cerco sobre mi persona, de modo que tuve que escoger entre regresar a las rejas o escapar y, claro, escapé clandestinamente”, relató. La crónica de su escape fue publicada en 1999 en Alemania.
De Armas creó, en 1997 y junto a escritores como Ángel Cuadra y Octavio Costa, el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio
En 1995 se unió a la flotilla del Movimiento Democracia, integrada por exiliados que tenían la intención de volver al país y protestar contra Fidel Castro en La Habana. El barco que había abordado, el Sundown II, naufragó en el estrecho de Florida. La nave, según se supo después, tenía desperfectos y “no era apropiada para la navegación”, un dato que sus dueños ocultaron antes de alquilarla –hasta a 100 dólares por pasajero– a 47 exiliados.
De Armas creó, en 1997 y junto a escritores como Ángel Cuadra y Octavio Costa, el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio. Trabajó, además, para Radio y Televisión Martí. Su obra incluye novelas como La Tabla (Fundación Hispano Cubana, 2008) y Caballeros en el tiempo (Atmósfera Literaria, 2013); relatos como Mala jugada (2006); ensayos como Mitos del antiexilio (2007) y Los naipes en el espejo (2011).
El bloguero cubano Joaquín Estrada-Montalván, uno de los que dio la noticia del fallecimiento, describió a De Armas como un autor que “no le huía al debate cultural, lo buscaba y disfrutaba”. Añadió que sus libros daban fe de lo que había sido su país de origen –y su diáspora– en las últimas décadas, y cómo lo había vivido en primera persona.
Su idea de patria, según afirmó en una entrevista, era clara y amplia: “Mi patria es paisaje, tierra y sangre, Cienfuegos, Santa Clara, el cabaret Guanaroca en la primera y el bar La Diana de la segunda, donde mi padre, un santo varón, tuvo una sangrienta reyerta a botellazos y puñetazos, La Habana y, claro, Cuba”.