Muere en Miami Yndamiro Restano, pionero del periodismo independiente en Cuba
Obituario
Voz polémica dentro y fuera de la Isla, falleció este jueves a los 76 años
La Habana/El periodista Yndamiro Restano Díaz, uno de los pioneros de la prensa independiente en Cuba, murió este jueves en Miami a los 76 años. Voz polémica dentro y fuera de la Isla, y siempre en la mira de la Seguridad del Estado, su estado de salud se había deteriorado en los últimos meses, según El Vigía de Cuba, que reportó el deceso.
Su familia no informó la causa de la muerte, dijo el medio, que aludió no obstante a “descuidos en la alimentación y otros trastornos”.
Nacido en 1948, Restano, hijo de padres integrados a la Revolución –su padre llegó a ser capitán del Ejército–, comenzó su carrera periodística en la radio oficial. Se había graduado como historiador de arte y escribía poesía. En Radio Rebelde, la emisora que lo contrató entonces, trabajó durante una década.
Fue precisamente dando cobertura radial a temas agrícolas cuando empezó a criticar la gestión del régimen sobre la tierra. El tono no gustó y tuvo múltiples encontronazos con los directivos hasta que, en 1985, comenzó a editar clandestinamente un boletín, Nueva Cuba. La Seguridad del Estado no tardó en localizar al autor de la hoja, que Restano llegó a distribuir en las calles de la capital.
La Seguridad del Estado no tardó en localizar al autor de la hoja, que Restano llegó a distribuir en las calles de la capital
Tuvo su primera “excursión” a Villa Marista, el cuartel general de la contrainteligencia, ese año. Fue liberado por la noche, tras advertencias y por mediación de sus padres.
El descubrimiento de que solo por canales alternativos podía informarse sobre la verdadera realidad de Cuba marcó un hito: como Restano, muchos periodistas que tenían puntos de vista críticos con la burocracia –aunque siguieran siendo fieles a la ideología– comprendieron la necesidad de romper el sistema monolítico de la prensa oficial. Era el comienzo del periodismo independiente, no solo como oficio, sino como posicionamiento político ante la realidad cubana.
Pese a venir de una familia con prestigio revolucionario –sus padres habían sido también luchadores contra el régimen de Fulgencio Batista–, Restano fue sometido a una vigilancia que no culminó hasta que marchó al exilio.
En 1985, después de ofrecer una entrevista a The New York Times, fue arrestado y despedido de Radio Rebelde. No duró mucho, tampoco, en la radio local de Sancti Spíritus, donde recaló en busca de empleo, ni en Radio Ciudad, de vuelta en la capital. Cuando se prohibió a los medios estatales contratarlo, Restano se vio obligado a sobrevivir ejerciendo varios oficios. Dos años después, se unió a la Comisión Cubana de Derechos Humanos, dirigida por Elizardo Sánchez.
A Restano se le debe la fundación de la Asociación de Periodistas Independientes de Cuba, que reunió a los primeros profesionales de la comunicación expulsados de la esfera oficial que seguían residiendo en el país. Entre los colaboradores de la asociación, convertida luego en agencia, estuvieron Raúl Rivero, Elías Valentín, Manuel Cabrera y Rolando Pratt, entre otros.
En 1995, Restano fue liberado por intercesión de la entonces primera dama de Francia, Danielle Mitterrand
Restano fundó también, en 1990, el Movimiento Armonía (MAR), ya de carácter político. Por su trabajo en la Agencia, fue detenido en 1992 y juzgado por “rebelión”. El tribunal lo encontró culpable y fue condenado a diez años de prisión. Lo sustituyó como director de la agencia Néstor Baguer, que una década más tarde reveló haber sido un agente de la Seguridad del Estado infiltrado en el grupo.
En 1995, Restano fue liberado por intercesión de la entonces primera dama de Francia, Danielle Mitterrand. En esos tres años y medio, los agentes intentaron negociar con él su excarcelación a cambio de que se exiliara, siempre con respuesta negativa por su parte.
Después de un viaje a Europa, las autoridades bloquearon su entrada al país y tuvo que permanecer en el extranjero. Desde ese momento residió en Miami y continuó su trabajo por el desarrollo de la prensa independiente. También en la capital del exilio cubano fue conocido por discutir, nunca en términos complacientes, con sus compañeros de destierro.
Por su trabajo, fue reconocido en 1996 con el Golden Pen of Freedom, un galardón que lo homenajeó por su impulso a la libertad periodística en Cuba.