Murió Coppelia, "catedral" del helado y del régimen cubano
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Ni siquiera los empleados de la heladería saben cuándo volverá a abrir sus puertas
La Habana/Nadie sabe cuándo volverá a prestar servicio Coppelia, la heladería más famosa de Cuba, situada en la emblemática esquina de 23 y L, en El Vedado, cerrada desde hace meses. "Murió la catedral del helado", fue el veredicto de una habanera cuando, la mañana de este jueves, vio a solo dos empleadas desganadas vender galletas dulces.
A las preguntas de 14ymedio, las trabajadoras respondieron, con las golosinas en mano y sentadas en una de las tantas entradas del céntrico establecimiento: “No hay helado y no sabemos cuándo va a haber”.
Como se esfuerzan en recordar los propios transeúntes que rondan la heladería, “ahí no se vende nada desde que pasó el huracán Rafael”, el 6 de noviembre pasado.
Un mes más tarde, a inicios de diciembre, la fábrica de helados Coppelia, ubicada en la avenida Rancho Boyeros dio el golpe final a la producción, tras quedarse sin amoniaco para refrigerar el producto.
Las cadenas que, colocadas de una cerca a otra de la entrada, cierran el paso a Coppelia desde hace semanas, no son las únicas que llaman la atención de los habaneros. “También quitaron los toldos enormes donde se ponían las mesas para que se sentaran los clientes y hay muchos árboles caídos”. Hasta los artesanos que vendían en frente del establecimiento sus artículos, desaparecieron. “Desmontaron todo eso y no se sabe si los vendedores volverán”, admite otra habanera.
Dentro de la utópica heladería revolucionaria –creada con la idea de dar a probar a los cubanos los sabores más exclusivos–, solo unos extranjeros, cargados con cámaras fotográficas y objetivos, pasean y hacen fotos tras ganarse el visto bueno de las trabajadoras. El cartel jorobado de la entrada, que evoca las piernas de una bailarina, y los postes caídos en sus jardines, parecen anunciar lo inevitable: tras varias crisis y cierres temporales en los últimos años, Coppelia al fin tocó fondo.