Nacen nuevas tiendas en Cuba con una extraña alianza entre sector privado y estatal

La Habana/Un nuevo mercado en el corazón de Centro Habana, otra bodega de artículos varios, una papelería en el Miramar Trade Center, una tienda de telas y tapicería en El Vedado, una reestrenada pizzería italiana en el mismo barrio... Estos establecimientos tienen en común tres cosas: han abierto o reabierto recientemente en la capital, tienen precios muy elevados y ahora –con nuevo nombre o reutilizado– están en manos privadas.

En pleno Boulevard de San Rafael, sorprende el cartel de colores de un comercio amplio y bien surtido, inaugurado este sábado: La Bodeguita de San Rafael. "El mejor de todos los que he visto hasta ahora, está de lo más bonito", decía una clienta, sorprendida de en qué se había convertido la tienda estatal de ropa que existía antes en ese lugar.

Pero lo que más dejaba boquiabierto eran los precios: refrescos de dos litros a 450 pesos, leche condensada a 550, un pequeño tetrapack de puré de tomate a 380, una libra de lentejas a 400, un kilo de harina de trigo a 590, un kilo de arroz a 650, un simple vasito de yogur a 120.

"Pareciera que son cosas revendidas de las tiendas MLC, pero eso se supone que no puede ser porque no está permitido"

"Hasta 33.000 pesos gastó una mujer delante de mí", atestiguó otro hombre que entró a comprar. "Yo no sé qué llevaría en las jabas".

Dentro del comercio conversaba una pareja, un extranjero y una cubana. Él le decía: "Para qué vas a ir a la tienda en MLC [moneda libremente convertible] si aquí venden en tu moneda", y ella respondía: "Pero los precios son muchos más altos, están inflados, ese paquete de arroz por ejemplo cuesta 1,90 o 2 MLC y aquí vale 600 pesos cubanos".

"Pareciera que son cosas revendidas de las tiendas MLC, pero eso se supone que no puede ser porque no está permitido", elucubraba un anciano.

Lo que parece estar claro es que, una vez más, se repite el mismo esquema de la recientemente inaugurada grocery del Miramar Trade Center y, antes, las sucursales de la cadena Sylvain y, antes, Fress y, con ellas, toda una variedad de negocios que han pasado de manos estatales a manos privadas de la noche a la mañana, sin licitación y sin previo aviso.

Por eso, fue llamativa la inauguración, el mismo sábado, de una "sodería-hamburguesera" llamada Complejo Zapata y 12, en esa misma dirección del municipio de Plaza de la Revolución, a la que asistieron Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido, y Reinaldo García Zapata, Gobernador de la La Habana.

"La entidad estatal provee el local, la fuerza de trabajo y la infraestructura tecnológica, mientras que la empresa privada suministra toda la materia prima importada y se implica en el proceso de elaboración"

De ella se hizo eco Tribuna de La Habana en una nota publicada este domingo. La iniciativa, informa la prensa oficial, se debe al "encadenamiento productivo" entre la estatal Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA) y la empresa privada Epcc "de responsabilidad unipersonal".

En esta asociación, se lee en el texto con fuente en la directora general de la EPIA, Abdelín González Mesa, "la entidad estatal provee el local, la fuerza de trabajo y la infraestructura tecnológica, mientras que la empresa privada suministra toda la materia prima importada y se implica en el proceso de elaboración".

Con esta producción conjunta, prosigue Tribuna, "el actor privado tiene menos costos y por tanto puede fijar precios más asequibles para los clientes", aludiendo a la sorprendente financiación de la empresa particular con recursos públicos.

Según se afirma con pompa, en el establecimiento "se ofertan varias especialidades de helados elaborados en la propia unidad, utilizando frutas naturales recolectadas en el país y de componentes importados (chocolate, limón, fresa, naranja y piña)". Además, se jactan de que la oferta "se comercializa a precios inferiores a los fijados actualmente por otras formas de gestión privada" (la bola de helado, a 35 pesos y la hamburguesa sencilla, a 150).

Esta es una de las pocas ocasiones en las que la prensa oficial publica algo relacionado con nuevos comercios privados, cuya proliferación fue ratificada por la reunión, el pasado enero, entre el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y el consejero del Kremlin Boris Titov.

Según revelaron entonces medios rusos –en ningún caso los oficiales cubanos–, ambas partes acordaron la creación de un centro para transformar la economía de Cuba "desde la empresa privada", lo cual significa, para voces en el exilio como el laboratorio de ideas Cuba Siglo XXI, la inminente transición de un "modelo con economía estatizada" al "esquema mafioso ruso de mercado", en el que la vieja élite oligárquica soviética se hizo con el control de numerosas empresas.

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