"No hay un antes y un después en Cuba con la Ley del Bienestar Animal", denuncian los protectores
Un centenar de personas se manifiestan en el Cementerio de Colón por una norma de protección animal eficaz
La Habana/Una familia halla a su perro ahorcado en el patio de un vecino; unas ardillas, colgadas y muertas, se exhiben como trofeos en la cerca de una casa. Una lechuza es vendida por 20.000 pesos para rituales religiosos, y diariamente hay gatos reportados como desaparecidos. Estas son algunas de las disímiles denuncias de este último mes, en un país donde se aprobó un Decreto Ley de Bienestar Animal hace apenas cuatro años.
“Queremos una Ley de Protección Animal que se aplique y sea más severa que el actual Decreto Ley, que no es suficiente para disminuir el maltrato animal”, comunicó el grupo Cubanos en Defensa de los Animales (Ceda) en sus redes este 13 de abril, como parte del Día del Perro y convocando a la ya habitual peregrinación hacia la tumba de la filántropa estadounidense Jeannette Ryder.
Pasadas las 9:30 am, los organizadores reunieron a la entrada del cementerio Colón de La Habana a un centenar de personas que se dieron cita. Van con carteles, flores y fotos de animales maltratados. Los encargados del cementerio les dieron un horario específico y, después de la marcha, se tendrán que dispersar rápidamente.
La primera vez que se realizó esta manifestación de forma multitudinaria fue en el año 2019. Entonces, el gobierno municipal de Plaza aprobó el acto, permitiendo el uso de carteles y consignas desde la heladería Coppelia hasta el cementerio Colón, un hecho sin precedente. Seis años después, las condiciones de la marcha han cambiado. Menos libertades de expresión, mayor control de las autoridades y los animales en Cuba siguen desprotegidos.
“No hay un antes y un después en Cuba para los animales con esa ley”, cuenta Marisol, animalista de 47 años. “Primero tiene que ser más severa, para que se tenga más respeto, y segundo, hay que cumplirla, porque actualmente la gran mayoría de casos de maltrato que se ven en redes, quedan impunes”.
Marisol opina que la mayoría de las personas no conocen tan siquiera la existencia de esta norma, y que la manera de relacionarse con los animales no ha cambiado para nada. Es gracias a los grupos como Ceda, Pasos, Aldameros y AniPlant donde se educa y se visibiliza la importancia del cuidado y protección de los animales. “Una ley no puede resumirse a poner multas en casos excepcionales y virales, como la mujer de Casablanca que asesinó a un gato a los ojos de todos. Tener un perro amarrado al techo bajo el sol es maltrato, darle comida cada dos días es maltrato. La gente juega con la vida de un ser vivo, y todas esas formas de maltrato hay que tipificarlas y controlarlas”.
Natalia tiene 10 perros y tres gatos. Es protectora desde los 24 años, cuando recogió a su primer gato. Ahora, con 32, dedica gran parte de su vida al bienestar de los animales. “Nosotros los protectores no tenemos vida. Si te fijas en las redes, somos muchos pidiendo ayuda. Gastos en alimentos, veterinario, implementos de limpieza. Cada vez son más los animales abandonados y menos los protectores, debido entre otras cosas a la emigración. La mayoría de los refugios están colapsados, y con esta crisis, es una odisea mantenerlos”.
La marcha es una forma de visibilizar el movimiento animalista, homenajear a cientos de protectores que hacen una labor diaria casi siempre basada en su sacrificio personal y muchos de manera anónima, y crear conciencia de que en Cuba existe maltrato animal.
“Queda aún mucho trabajo por hacer”, continúa Natalia. “No todos los seres humanos tienen que tener responsabilidad por un animal, pero sí como sociedad tenemos que tener más empatía. No abandonar una camada de gatos en un basurero, no patear a un perro por la calle, no verlos con un sentido utilitario, para pelear o cuidar una casa”.
Poco menos de media hora dura la peregrinación y el pequeño acto frente a la tumba. Unas pocas palabras y varias fotos, todas vistas con recelo desde la distancia por varios individuos que no tienen aspecto de protectores. A pesar de que la ley ya fue aprobada, la tela, puesta encima de la tumba, dice: “Ley de Protección Animal. ¡No más demora!”, pues en la práctica, los protectores sienten que poco se ha hecho por el bienestar animal en Cuba.