No se libra de los apagones la nueva tienda Caribe que vende productos españoles en divisas en La Habana
Situado en un barrio acomodado, el negocio nace de un acuerdo entre la empresa estatal y la vasca Aldaketa
La Habana/Al inaugurar, hace tres días, una tienda en MLC (moneda libremente convertible) en el municipio de Plaza de la Revolución, el grupo estatal Caribe y su socio español, Aldaketa, se comprometieron a "ofrecer un servicio de calidad constante [con] mejoras en surtidos y costos". Los clientes –en su mayor parte blancos, de la tercera edad y bien vestidos– están escépticos ante las filas de productos importados idénticos en los anaqueles, los precios altos y los apagones que interrumpen las transacciones.
En la esquina de la calle 26 y Zapata, en La Habana, el Minimercado Caribe-Berría ha sustituido a la antigua tienda estatal Amistad, también en MLC y totalmente desabastecida. La palabra "berría" –"nuevo" en lengua vasca– estaba impresa en los pulóveres y gorras rojos, junto al logotipo de Tiendas Caribe, con los que los empleados dieron la bienvenida al local en su apertura, el sábado. Al menos una veintena de ellos asistieron al evento, donde se cortó una cinta que daba por inaugurado un comercio que promete ser, según la página del grupo estatal, "punto de encuentro para todos".
“El colectivo se compromete a ofrecer un servicio de calidad constante, mientras que el proveedor garantizará mejoras en surtidos y costos, adaptándose a las necesidades de la población”, se lee en una publicación corporativa en redes sociales sobre la apertura. Los precios desmienten el mensaje: un paquete de galletas María se vende a 4,55 MLC (equivalente al dólar), uno de seis magdalenas con pepitas de chocolate a 3,65 y otro de seis lacitos a 2,85; un pomo de mostaza a 4,35 MLC, paquetes de frijoles de 500 gramos entre 2,10 y 2,50 MLC según el tipo; judías en conserva a dos MLC; salsas de tomate de tetrapack a partir de 1,25 MLC.
Aldaketa es una empresa de importación y exportación fundada en 1990 para comercializar y distribuir productos de alimentación en la Isla
Las marcas, eso sí, son de primera calidad. Al contrario de lo que ocurre con la española Vima, cuyos productos son escasamente conocidos en el país europeo y de calidad muy poco apreciada, Aldaketa exporta a Cuba grandes sellos como Gallo (pastas), Nocilla (crema de cacao), Cola Cao (cacao en polvo), Miau (conservas), Celorrio (verduras en conserva) o La Vieja Fábrica (mermeladas), entre las más de 25 que venden a la Isla.
A pesar de esto, la tienda no se libra de sufrir los cortes eléctricos, como el resto del país. Así, en apagón, quedó este mismo martes, luego de esperar una cola de varios minutos. La falta de energía hizo que varios de los clientes, que llevaban tarjetas bancarias, no pudieran comprar. Solamente los que portaran tarjetas en MLC vinculadas a la aplicación Transfermóvil podían efectuar el pago electrónico.
Aunque a las afueras del local está ubicada una voluminosa planta de generación eléctrica, los empleados del comercio aclararon a los clientes que no funcionaba, probablemente por falta de combustible, y que no podían disponer del dispositivo para encender las luces ni usar los terminales de pago (POS) que permiten también el uso de tarjetas Visa y Mastercard internacionales. En la semi penumbra, iluminados solo con la luz solar que entraba a través de los cristales, los trabajadores procesaron unas pocas facturas.
Un jubilado que esperaba en la cola afirmaba que se acercó al nuevo minimarket después de ir a la tienda en MLC La Mariposa, en la cercana calle Tulipán, y no encontrar lo que quería: malta y yogur “de vasito”. Otra clienta que acudió a comprar pastas celebró que cerca de su casa tenga por fin un comercio de este tipo. “Que el gallego no se arrepienta”, expresó, refiriéndose al socio vasco de Caribe. Otra era más pesimista, al vaticinar: “Esto va a ser como La Puntilla, que tanto dijeron que si iba a ser El Corte Inglés en La Habana y ahora lo único que hay ahí son latas grandes de habichuelas y unos paquetes de natilla en polvo carísimas”.
La zona donde se ubica el comercio ya señalaba el tipo de clientela que entraría al local. En la frontera entre Nuevo Vedado y El Vedado, se trata de un barrio con ingresos más altos que otros municipios como Centro Habana o Cerro. En los chalets y los edificios de la época republicana que rodean la céntrica esquina han residido siempre desde altos funcionarios del régimen hasta personalidades de la cultura y descendientes de viejas familias adineradas.
A escasos metros, en un edificio que hasta el día de hoy mantiene una garita de vigilancia con militares uniformados, vivió Raúl Castro varios años, y el amplio complejo –en sus pisos más altos– sirvió de vivienda para parte de su familia. Pero también ha sido una zona con pocas opciones comerciales a pesar de tener una población con acceso a divisas.
El local más cercano, la tienda en MLC Danubio ubicada en la calle 26 y 23 ha experimentado en los últimos años un largo proceso de deterioro y en sus estantes cada día se ven menos productos. Varios de los restaurantes privados que había en la zona también han cerrado por la emigración de sus dueños. Los carteles de “Se vende esta casa” son comunes en una barriada donde hasta hace una década había poca movilidad de ventas o permutas hacia otros municipios habaneros.
El principal problema que deberá enfrentar la nueva tienda es el éxodo masivo de sus potenciales clientes en una zona donde familias enteras, con poder adquisitivo y contactos en el extranjero, han hecho las maletas. Si hay un barrio habanero donde la palabra parole se pronuncia sobre seguro y los pasaportes visados abundan en las gavetas, ese es justamente el entorno donde ha abierto el nuevo establecimiento.
Aldaketa es una empresa de importación y exportación fundada en 1990 para comercializar y distribuir productos de alimentación en la Isla. Además de su centro logístico, ubicado en la localidad vizcaína de Galdakao –donde están sus almacenes y oficinas–, posee una sede en Miramar Playa y un almacén en Berroa, en La Habana, el polo industrial perteneciente a Gaesa donde también tienen naves Vima o el extinto Diplomarket, conocido como Costco cubano y cerrado en junio, cuando las autoridades detuvieron a su propietario, el cubanoamericano Frank Cuspinera, presuntamente acusado de corrupción.
El negocio fue fundado por Fidel Gutiérrez García, fallecido en 2016 y cuyo hijo, Ibon Gutiérrez, está ahora al frente. Desde sus inicios, Aldaketa ha sido proveedor para supermercados y el sector hotelero, según destaca la propia empresa en su página web, donde añade que embarcan más de 500 contenedores de 40 pies cada año entre el puerto de Bilbao y el de Mariel, con una frecuencia quincenal, para una travesía que dura 19 días.