"Aunque no se quiera pronunciar mucho en voz alta, existe trabajo infantil en Las Tunas"

'Periódico 26' alega que los casos en la provincia son pocos y que no hay una "crisis"

Imagen de archivo de un niño vendiendo dulces en la calle Obispo, en La Habana.
Imagen de archivo de un niño vendiendo dulces en la calle Obispo, en La Habana. / 14ymedio
14ymedio

11 de abril 2025 - 13:40

La Habana/Tajante, pero sin perder la cautela, Periódico 26 lo admite: “Aunque no se quiera pronunciar mucho en voz alta, existe trabajo infantil en Las Tunas”. La frase forma parte de un largo reportaje, publicado este viernes en el diario del Partido Comunista en esa provincia, por el que marchan padres cómplices e infantes explotados, y en el que solo hay un “héroe”: las autoridades. 

“El hecho de abordar este tema no significa que en Las Tunas haya una crisis al respecto”, advierte el diario desde el inicio, pero los testimonios que acumula demuestran que la realidad es otra. La nota empieza con la historia de Pablo, un adolescente de 16 años que trabaja como carbonero aunque la ley ubica el comienzo de la edad laboral a los 17. 

En su caso, el problema no son los meses que lo separan de la legalidad, sino el hecho de que “desde que abrió los ojos aprendió el oficio”. Ahora, es “la mayor entrada que garantiza los alimentos en la mesa” en su hogar.

Su historia es de las más comunes. Las familias, movidas por la pobreza, permiten y en ocasiones exhortan a los niños a que realicen algún oficio con el que puedan aportar a la economía familiar, incluso sin saber que incurren en un delito, aclara Daisy Torres Álvarez, fiscal jefa del Departamento de Protección Familiar. 

No todos los casos, sin embargo, son tan “inocentes”. “Estruja e indigna que, detrás del pequeño que expende pan en el barrio, está una madre de 35 años, apta física y mentalmente, que vive del ‘invento’ porque no encuentra empleo y prefiere ‘morirse de hambre’ antes que trabajar con el Estado”, critica el diario. 

La presencia en las calles de adolescentes que se dedican a vender desde comida hasta artículos de electrónica ha levantado cierta “alarma”

En los últimos años, la presencia en las calles de adolescentes que se dedican a vender desde comida hasta artículos de electrónica ha levantado cierta “alarma”, reconocen las autoridades. “Está bien que desde edades tempranas los niños sean laboriosos y diligentes, pero cuidado. Hace unos días me encontré en la calle a un pequeño vendiendo tamarindos, con su mamá. Eso es trabajo infantil”, advierte Juan Miguel Barrios, subdirector general de Educación en la provincia.

En cualquier caso, aunque la pobreza lleve la voz cantante en la Isla, las autoridades sostienen que la familia es la principal responsable de velar por sus hijos. 

“Algunos padres se han dejado arrastrar por las carencias y complejidades, pero no hay necesidad de desertar de las escuelas ni tener hijos con obligaciones laborales”, alega la jueza. A su favor, añade, los padres tienen el apoyo del Estado, que garantiza ayudas económicas para familias en situaciones similares. No obstante, incluso Periódico 26 conoce los límites del Gobierno cubano, y hace una salvedad: “Ya sabemos, no es un monto que hará desaparecer toda la necesidad, pero sí alivia”. 

Las autoridades aseguran tenerlo todo bajo control y haber encontrado para cada caso una solución, aunque muchas veces no sea ideal: “Había algunos adolescentes que no iban al aula porque tenían que ayudar a sus familiares en la agricultura y nos reunimos con los padres, convenimos días y horarios y estos volvieron a recibir clases. Ahí ganamos todos”.

Para los usuarios que encontraron el artículo en Facebook, la situación no parece tan ideal como refiere el medio. “Y los niños en La Habana pidiendo dinero en los semáforos. En el de 124 en Marianao hay uno todos los días. Los niños en La Habana Vieja pidiendo dinero a los turistas. Ahhh, y si revisan a las niñas que se prostituyen. Es horrible. Hasta dónde llegaremos. Les ha tocado crecer muy rápido”, lamenta una internauta al pie de la publicación.

Las autoridades aseguran tenerlo todo bajo control y haber encontrado para cada caso una solución, aunque muchas veces no sea ideal

Otros llevaban sus críticas más allá: “Periódico 26, mejor digan que como sociedad estamos nadando en mierda. Entonces yo me pregunto, ¿qué ayudas económicas son esas que supuestamente se otorgan? ¿Cómo pueden hablar del sistema educativo cuando muchas veces ni clases se dan por falta de profesores?”. 

No es la primera vez que la prensa oficial habla de trabajo infantil en la Isla. En junio de 2024 Sierra Maestra publicó una nota reconociendo su existencia y lo achacó a la “complejidad del contexto” económico del país. 

Antes que los oficialistas, los medios independientes ya habían puesto el foco sobre el problema, que muchas veces se disfraza de “labores domésticas” y pequeñas responsabilidades que se le van otorgando a los niños a nivel social y familiar, aunque no sean aptas para su edad.

Apenas un mes después del reportaje de Sierra Maestra, 14ymedio informó de la aparición de niños que pedían alimento o limosna en los portales de restaurantes o tiendas en La Habana y Holguín. Basta recapitular estos casos, o cualquiera de los que recoge Periódico 26, para encontrar la relación entre los niños que se ven lanzados al mercado laboral y un país en el que la pobreza campa por su respeto.

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