Nuevo ministro de la Agricultura en Cuba, más burócrata que campesino
Lo describen como "un hombre de expresión oral muy lineal, y sin creatividad"
La Habana/No se sabe mucho del nuevo ministro de la Agricultura de Cuba, Ydael Pérez Brito, nombrado en el cargo este martes, tras la destitución de Gustavo Rodríguez Royero y en mitad de una crisis alimentaria sin precedentes en la Isla en el último cuarto de siglo.
Por la comunicación oficial se conoce que Pérez Brito tiene 48 años –es el primer ministro de la llamada "Generación Y"–, que es ingeniero agrónomo y que antes de ser viceministro de la Agricultura, puesto que ocupaba hasta el martes, había sido delegado del mismo ramo en la provincia de Sancti Spíritus.
"Un hombre de expresión oral muy lineal, sin creatividad", cuenta a 14ymedio una empleada del Ministerio de la Agricultura, ubicado en la calle Conill y Rancho Boyeros, en La Habana. Pérez Brito llevaba más de un quinquenio en el cargo de viceministro y es considerado por sus subordinados como "más un burócrata que un agricultor".
Como viceministro viajó en varias ocasiones en la búsqueda de inversiones y colaboraciones. Fue el funcionario que encabezó las reuniones con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) en 2015, cuando, en pleno deshielo diplomático con Washington, La Habana lanzó una cruzada internacional para atraer inversiones en el sector agropecuario.
"Pero en realidad es un hombre con una mentalidad muy alineada con los viejos métodos. Un cuadro"
"Lo mandaban a todos esos viajes porque es un hombre muy confiable para la nomenclatura y porque como es joven, en comparación con otros funcionarios, pues daba una imagen de que el Gobierno estaba renovándose en edad", añade la trabajadora del ministerio. "Pero en realidad es un hombre con una mentalidad muy alineada con los viejos métodos. Un cuadro".
Otro empleado, que también prefirió el anonimato, lamentó la sustitución de Rodríguez Royero. "Fue el chivo expiatorio de todo lo que salió mal con la Tarea Ordenamiento y la agricultura, pero el hombre tenía buenas ideas que no le dejaron nunca llevar a la práctica. En sus últimos tiempos como ministro ya ni mandaba, lo tenían acorralado".
Para el economista Elías Amor Bravo, el nuevo ministro "pertenece a las nuevas hornadas de cachorros del régimen, y, por tanto, con él, se tiene que asumir cierta continuidad en el desastre de los alimentos del país".
Sin embargo, señala Amor en un texto publicado en su blog, "habrá que seguir de cerca" al nuevo viceministro primero de la Agricultura, Rodolfo Gonzalo Rodríguez Expósito, presidente del Grupo Empresarial Labiofam, "una de las entidades científicas más potentes del estado comunista".
"Es nuevo en la plaza", juzga el economista afincado en España, "y viene de un sitio cuanto menos inquietante, que no es una aburrida mesa de una Secretaría del Partido".
Amor opina también que este cambio, tan cercano al Octavo Congreso del Partido Comunista, que tendrá lugar este fin de semana, solo se explica "en términos políticos", y recuerda las declaraciones de Miguel Díaz-Canel –recién doctorado en Ciencias Técnicas– recogidas por Cubadebate en las que el presidente designado mostró su confianza en "nuestros productores; en nuestra empresa estatal, que se tiene que fortalecer; en el sector cooperativo; y en nuestro campesinado".
"No deja de ser curioso", señala el economista, "que la apelación a lo estatal haya ido en primer lugar. Los más ineficientes, los que menos producen y los responsables del desastre en la agricultura cubana representan, para Díaz Canel, la ‘confianza en la solución de los problemas de la comida’. Ni él se lo cree".
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