Gasolineras cerradas y otras con colas ante el anuncio de los nuevos precios para el 1 de marzo
La gasolina especial costará 156 pesos o 1,30 dólares en lugar de 30 pesos; regular y diésel a 132 o 1,10 y motor a 114 pesos o 0,95 dólares (en lugar de 25 y 20 pesos, respectivamente)
La Habana/Tras ser aplazados por un presunto ataque cibernético a la financiera estatal Cimex, dos días antes de la destitución del ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, los nuevos precios del combustible, el transporte público y las tarifas eléctricas entrarán en vigor este 1 de marzo. Los habaneros intentaban repostar este miércoles pero varias gasolineras estaban cerradas y otras pocas con largas colas.
Los servicentros de 17 y L, en el municipio de Plaza de la Revolución, y la de San Rafael e Infanta, en Centro Habana, ni siquiera están despachando combustible. El de Tángana, también en Plaza de la Revolución, solo tenía un dispensador funcionando para atender a los clientes que tienen anotados en una lista de compradores.
De las gasolineras que pudo visitar este diario en La Habana, solo el de 25 y G, estaba vendiendo combustible y los choferes se arremolinaban en una larga cola. En la periferia de la capital, la encargada del servicentro Los Paraguas de Guanabacoa avisó en su cuenta de Telegram que "la pipa de 8 mil litros de regular", que debía haber llegado a las 10:30 pm del martes, finalmente no entró.
Comparecieron ante la prensa oficial este miércoles los ministros de Finanzas y Precios, Energía y Minas, la viceministra de Economía y Planificación y la vicepresidenta de Cimex para anunciar que los nuevos precios se aplicarán solo al combustible que se comercializa de forma minorista: 156 pesos o 1,30 dólares para la gasolina especial en lugar de 30 pesos; regular y diésel a 132 o 1,10 y motor a 114 pesos o 0,95 dólares (en lugar de 25 y 20 pesos, respectivamente). Al permanecer intactas las tarifas para la venta mayorista, los precios de la transportación particular no deberían aumentar, subrayaron.
“En el caso del gas licuado, se aplaza la aplicación de incremento de los precios”, explicó Cubadebate en un artículo que resumía las declaraciones.
Según Mildred Granadillo, viceministra de Finanzas y Precios, el Gobierno eligió la fecha de este 1 de marzo luego de que Cimex lograra, durante el último mes, restablecer “los sistemas informáticos afectados”.
Por su parte, el titular de la misma cartera, Vladimir Regueiro Ale, aseguró que el Gobierno es consciente “de la repercusión que tienen (las nuevas tarifas)” y admitió que afectarán “a toda la economía”.
“Hasta la fecha, los precios no reconocen los costos reales en los que incurre el país. Eran precios desactualizados y generaban subsidios para el Presupuesto del Estado. Sabemos que esto tiene consecuencias en los costos de los procesos productivos. La medida tiene en sí misma un impacto inflacionario”, admitió el ministro, y añadió que “hay un grupo de decisiones que atenúan su impacto”, aunque no explicó cuáles.
Estas “correcciones” fueron mencionadas también por el economista cubano Pedro Monreal, quien, a raíz del anuncio, criticó en sus redes sociales las medidas. “Se ‘corrige’ una distorsión –precios de energía desalineados del costo real– que tendría efectos transversales, aumentando la distorsión de salarios desalineados del costo de la vida. Digan lo que digan, las ‘correcciones’ empobrecen al ciudadano”, sentenció.
La intervención del ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy fue, por su parte, una retahíla de justificaciones sobre la necesidad del Estado de aumentar los precios. “Esta medida no es para recaudar dinero, ni elimina subsidios”, aseguró, y añadió que “es un tema que busca el ahorro”, a la par que explicaba que la manera para garantizar el “reaprovisionamiento” de las gasolineras es establecer “una pequeña cadena de servicentros en dólares para los turistas y extranjeros y eliminar el subsidio a los extranjeros”.
La escasez de combustible, no obstante, sigue siendo el principal problema de la cartera. “Cuba tenía aseguradas estas demandas por convenios internacionales, pero los volúmenes de importaciones han disminuido por diferentes motivos”, dijo De la O Levy. Según datos estatales que fueron retomados por el ministro durante la conferencia, la Isla necesita anualmente cerca de 8 millones de toneladas de distintos combustibles, de las cuales unos tres millones se producen en las refinerías nacionales, el resto es importado.
Un caso crítico es el de la gasolina, cuya importación ha estado aumentando durante los últimos años –126.000 toneladas de gasolina importadas en 2021, 192.000 toneladas en 2022 y en 2023 unas 203.000–, pero no logra cubrir la demanda anual, que asciende a 360.000 toneladas.
A su vez, este combustible es el más demandado por el sector privado, que consume un 71,5% de las 21.700 toneladas que se importaban como promedio cada mes durante el pasado año. Otra necesidad “imposible de cubrir” para el Estado. Las importaciones de diésel, con mayor consumo estatal, también han caído, “y eso se siente en la economía”, declaró Cubadebate.
En cuanto al aumento de la tarifa eléctrica para los “altos consumidores”, se mantiene el incremento del 25% para quienes consuman más 500 kilovatios hora, dijo el ministro.