El obispo de Camagüey prohíbe tocar las campanas durante los apagones

La Habana/El obispo de Camagüey Wilfredo Willy Pino Estévez prohibió al padre Alberto Reyes continuar tocando las campanas de la parroquia de Esmeralda como protesta simbólica contra los apagones en ese municipio, confirmaron a 14ymedio fuentes cercanas a la Iglesia católica, que atribuyen esta decisión a las presiones del Partido Comunista de Cuba para socavar la iniciativa del religioso.

“Por el bien de la Iglesia y del padre Alberto” Willy hizo la advertencia, afirman las fuentes y fue “tajante” al prohibir esta manera de protesta. La decisión llega pocas horas después de que se viralizaron en redes y fueran reseñadas en medios independientes las 30 campanadas que la noche del viernes sonaron en Esmeralda. Según publicó Reyes en Facebook, las campanadas fueron por la “muerte agónica de nuestra libertad y nuestros derechos, la asfixia y hundimiento de nuestra vida”.

Las presiones de la Oficina de Asuntos Religiosos del PCC, a cargo de Caridad Diego, son constantes, pero en los últimos tres años, tras las manifestaciones del 11 de julio de 2021, han arreciado, sobre todo con la prohibición de procesiones y celebraciones en numerosas iglesias por miedo a nuevas protestas. 

Una fuente de la arquidiócesis de La Habana afirmó a finales de abril pasado, luego de que se conociera una propuesta de diálogo de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) expresada por su secretario, Ariel Suárez, que a nivel diocesano “la tensión” con el PCC “está peor que nunca”. La misma fuente aseveró que las relaciones entre el régimen y la Iglesia siguen siendo “tímidas” y que, en cualquier caso, según insistió, “el Gobierno está muy crispado”.

Alberto Reyes, una de las voces más críticas de la Iglesia católica contra el régimen, había dicho que hacer sonar la campana en medio del apagón era “un modo de llamar al alba necesaria sobre nuestra tierra hundida en la noche” y, que además, pretendía despertar a un pueblo que considera “domesticado”. 

Reyes ha sido uno de los actores eclesiales más acosados por la Seguridad del Estado a través de llamadas de advertencias, actos de repudio y amenazas de procesamiento judicial. En una entrevista concedida en julio de 2022 a 14ymedio, el clérigo afirmó que el Gobierno cubano "ha demostrado con creces su incapacidad para construir una sociedad no sólo próspera, sino capaz de responder a las aspiraciones más elementales del ser humano".