Las obras turísticas en Ciego de Ávila van viento en popa, mientras se estanca la construcción de viviendas

La Habana/A pesar de “una difícil coyuntura económica en el país” y de un déficit de 45% en el plan de viviendas para 2024, las obras en el sector turístico en Ciego de Ávila van viento en popa. De acuerdo con el periódico Invasor, en la provincia se trabaja en el desarrollo del destino turístico Jardines del Rey, “segundo enclave de sol y playa en Cuba y entre los más prominentes de la región del Caribe”.

Aunque el texto no indica cuánto tiempo tomarán las obras ni la inversión total, señala que la Empresa de Materiales de Construcción de la provincia (Avilmat) participa en los trabajos en los cayos ubicados en el norte de Ciego de Ávila y Camagüey, con el objetivo de incrementar capacidades hoteleras y extrahoteleras, “con instalaciones de alto estándar”.

Para ello, Avilmat, “ejemplo de entidad estatal socialista”, vende y traslada los materiales de construcción hasta Cayo Cruz. La empresa, según el texto, producirá más de 260.000 metros cúbicos de materiales como arena, granito y gravilla, a pesar de la “compleja situación con los portadores energéticos, las interrupciones del servicio eléctrico y la asignación de apenas el 49% del combustible planificado para el año”.

Invasor destaca además que para garantizar que el desarrollo turístico se lleve a cabo, Avilmat producirá 660.000 unidades de bloques de diferentes dimensiones, “una cifra superior a los 30.000 metros cuadrados de piso, 4.500 toneladas de mortero y más de 18.000 de yeso triturado, esta última materia prima fundamental para fabricar cemento”.

Para garantizar que el desarrollo turístico se lleve a cabo, Avilmat producirá 660.000 unidades de bloques de diferentes dimensiones

Sin embargo, hace poco más de un mes, el mismo medio señalaba, al hacer un balance sobre el plan de viviendas en la provincia para este año, que apenas se construirían 240 de las 670 casas planeadas. Gran parte del problema, según el medio oficial, se debía a la carencia de materiales de construcción en todo el país. “Los principales obstáculos que enfrenta el territorio están relacionados con la carencia de cemento y acero, el déficit de financiamiento a las viviendas subsidiadas y la todavía escasa producción local de materiales de la construcción”.

En su reporte, el periódico fue crítico y dijo que 2024 se sumará a una larga historia de deficiencias y fracasos en el sector constructivo. “Actualmente, el fondo habitacional de Ciego de Ávila muestra un déficit de alrededor de 35.000 viviendas. A este ritmo, se necesitarán casi 40 años para satisfacer toda la demanda; y eso, suponiendo que en las próximas cuatro décadas los ciclones y el deterioro constructivo no derrumben una sola casa”, señaló el pasado 26 de noviembre.

En cuanto a las obras viales para el turismo en Jardines del Rey, Alberto Suárez Cid, director adjunto de Avilmat, informó también que entregaron recursos para la reparación de la pista del aeropuerto del archipiélago.

Con ese material, según Invasor, además se posibilitó “el mejoramiento y la construcción de viales en la referida zona de desarrollo turístico, procurando condiciones apropiadas para un desplazamiento seguro de los visitantes y trabajadores que prestan servicios en esos lugares”.

Esa “prosperidad” que destaca el medio contrasta con el mal estado de las carreteras de la provincia que son utilizadas por el grueso de la población

Esa “prosperidad” que destaca el medio contrasta con el mal estado de las carreteras de la provincia que son utilizadas por el grueso de la población y que ha contribuido a que en los últimos ocho días se hayan registrado dos accidentes viales que han cobrado la vida de cinco personas, dos de ellas menores de edad.

La política de priorizar el desarrollo turístico a costa del plan de vivienda se replica en otras provincias del país, como en Sancti Spíritus, donde, de los 390 millones de pesos que el Ministerio de la Construcción dedicó al rubro en 2023, casi un 60% –227 millones–  fue a parar a las obras del hotel Meliá Trinidad Península, propiedad del Estado y gestionado por la compañía española. Esa medida provocó que, de 100 viviendas planeadas ese año, se edificaran unas 35 a duras penas.