Con una ocupación hotelera del 25%, los ingresos del turismo cayeron casi un 62% en cinco años

Madrid/El más reciente informe sobre el turismo en Cuba firmado por el consultor Emilio Morales, publicado por la organización Cuba Siglo 21 este lunes, a partir de la información publicada en la prensa independiente, sobre todo 14ymedio, resume cabalmente la catastrófica situación del sector que la propaganda del régimen vende como el principal motor de la economía. “A pesar de una inversión superior a los 24.000 millones de dólares en los últimos 15 años”, dice el texto, sin explicar dónde el Gobierno consiguió esos fondos, “los resultados actuales evidencian un declive alarmante en indicadores clave como el arribo de turistas, la ocupación hotelera y los ingresos del sector”.

Sobre este último aspecto, el reporte asevera que han descendido un 61,82% en los últimos cinco años, pasando de 3.185 millones de dólares en 2019 a apenas 1.216 millones en 2023. El informe dice que de enero a octubre de este año se contaron 1.718.636 visitantes extranjeros en total, si bien la cifra oficial, tal y como recogió 14ymedio hace unos días, es en realidad de 1.844.917 turistas (128.256 menos que en el mismo período de 2023).

El número proporcionado por Cuba Siglo 21 –levemente inferior al ofrecido por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) hasta septiembre, 1.719.145 viajeros– supone, en cualquier caso, “una caída del 48,23% respecto al mismo período en 2019 (antes de la pandemia) cuando arribaron 3.563.494 turistas”.

Otro de los “factores del descalabro” del sector enumerados en el reporte es la “infraestructura en crisis”

En cuanto al índice de ocupación hotelera, el reporte refiere que es del 25%, “dejando un importante número de instalaciones infrautilizadas”. Con el significativo título de Gaesa también apaga la industria turística, Morales apunta al conglomerado de las Fuerzas Armadas como el principal culpable de la situación. “El Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa), con control decisivo sobre las finanzas y las decisiones económicas, ha priorizado inversiones desmedidas en el turismo en detrimento de sectores estratégicos como energía, transporte y agricultura”, señala en el texto.

Otro de los “factores del descalabro” del sector enumerados en el reporte es la “infraestructura en crisis”, que con “apagones constantes, escasez de agua potable y el deterioro urbano disminuyen el atractivo del país como destino turístico”. Lo hacen también, prosigue el analista, el aumento de epidemias como el dengue, la acumulación de basura y la precariedad del sistema de salud.

“Todo apunta que Cuba como destino turístico comienza a desaparecer de los mapas de ofertas de los turoperadores internacionales”

Desalientan los viajes a la Isla, sigue la lista, el “aumento de la criminalidad”, la “descapitalización del personal” –más de 10.000 trabajadores “calificados” del sector han emigrado en los últimos tres años, asegura Morales– y las “políticas exteriores fallidas”. Con esto se refiere el consultor al “apoyo a Rusia en su invasión a Ucrania”, que “ha alienado a mercados europeos clave” —un argumento poco convincente en este caso—, y a las “alianzas” del régimen con “actores terroristas internacionales”, que “lo mantienen en esa corta lista de países asociados con ese flagelo”.

En mitad de este oscuro panorama, turoperadores y aerolíneas han abandonado Cuba, como es el caso del gigante alemán TUI, que, como publicó este diario, suspendió sus vuelos de Amsterdam a Varadero desde mayo pasado por falta de pasajeros. Asimismo, recuerda el texto –esta vez sin citar a 14ymedio, que lo publicó oportunamente– Canadá emitió una tercera alerta de viaje para sus ciudadanos, sobre la epidemia de dengue, que se unió a otras dos anteriores, sobre el aumento de la violencia y la escasez de productos de primera necesidad.

“Todo apunta que Cuba como destino turístico comienza a desaparecer de los mapas de ofertas de los turoperadores internacionales”, indica Morales, en contraste con otros destinos del Caribe, como República Dominicana, “que registran crecimiento sostenido, expandiendo sus infraestructuras y mejorando sus servicios”.

La recuperación del sector, en suma, requiere “cambios estructurales profundos”, entre ellos, resolver la crisis energética y sanitaria, mejorar el transporte y la seguridad y “ofrecer libertades económicas y políticas que atraigan inversión extranjera y la confianza del exilio cubano”. Sin estas reformas, concluye el informe, “la industria turística seguirá en declive, dejando a Cuba rezagada frente a sus competidores regionales”.