"Cuando un oficial de la Policía cubana diga 'hasta aquí' el régimen caerá"
El jefe de la Policía de Miami, Manuel A. Morales, reconoce que "hacer lo correcto no es fácil"
La Habana/El veterano policía cubanoamericano Manuel A. Morales, jefe de la brigada de Miami, considera que sus colegas de la Isla “pueden ser el catalizador del cambio” si logran entender “su verdadera función”, que es “estar al servicio del pueblo”. En una entrevista con CubaNet, el oficial reflexiona que aunque “hacer lo correcto no es fácil”, pues “es más sencillo seguir la corriente y hacer lo que todos hacen”, asevera: “el cambio comienza con una sola persona”.
Ese cambio, prosigue el jefe Morales, como es conocido entre sus compañeros, “puede extenderse de un oficial a otro hasta que llegue el momento en que digan: ‘Hasta aquí. Nosotros no estamos aquí para reprimir al pueblo, estamos para protegerlo’”. Cuando eso pase, asegura, “el régimen caerá”.
El oficial, con 31 años de servicio y conocido por haber llevado la investigación de la muerte del cantante de reparto José Manuel Carbajal Zaldívar, El Taiger, insiste en que muchos policías cubanos “solo han visto un modelo de represión, pero si comienzan a entender que su verdadero rol es proteger al pueblo, el cambio será inevitable”.
“Todo empieza con una persona que dice ‘esto no está bien’ y, como fichas de dominó, los demás comienzan a seguirlo”
Al respecto recordó el estudio de Philip Zimbardo El efecto Lucifer, de los años 70, que demuestra “cómo un entorno autoritario puede corromper incluso a personas psicológicamente sanas”. Ante esta aclaración, remacha: “Todo empieza con una persona que dice ‘esto no está bien’ y, como fichas de dominó, los demás comienzan a seguirlo”.
De igual manera, dice, el cambio debe comenzar por la Policía y “luego el Ejército”, porque “un sistema opresivo no puede sostenerse sin todos los componentes de la sociedad colaborando con la represión”.
Morales recuerda que la Policía de Miami apoyó en otros países para lograr una estabilidad, por ejemplo en Haití, donde enviaron a oficiales haitiano-americanos para entrenar a sus colegas. “Estuvieron allí al menos ocho días y trabajaron junto con la policía de las Naciones Unidas. Algo similar ocurrió en Panamá después de la caída de Noriega: la Policía Nacional de Panamá fue entrenada por nosotros”. Lo mismo, sugiere, puede pasar en Cuba, donde sus agentes y hasta él mismo estarían dispuestos a reentrenar a la Policía en caso de que ocurra un cambio democrático.
Nacido en Puerto Rico de padres cubanos, licenciado en Liderazgo Organizacional por la Universidad de Saint Thomas y con una maestría en Estudios de Seguridad del Centro para la Defensa y Seguridad Nacional de la Escuela Naval de Postgrado, se incorporó al Departamento de Policía de Miami en 1994 como oficial y ha tenido una carrera fulgurante. Fue ascendido en 2009 al rango de comandante y durante todos estos años ha dirigido operaciones diarias y el despliegue de la Unidad de Pandillas y la Unidad de Supresión del Crimen.
En cuanto a la ética profesional, el veterano es de los que cree que “la libertad siempre debe ir antes que la seguridad”. “Si sacrificamos la libertad por seguridad, perdemos ambas. La clave es garantizar la libertad y, como resultado, la seguridad se desarrolla de manera natural. Aquí, el proceso legal asegura que nadie sea condenado arbitrariamente”.