Óscar Arias pide a Fariñas que suspenda su huelga de hambre
La Habana/En una carta publicada este sábado el expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias Sánchez, solicita a su “amigo” Guillermo Fariñas que “levante su huelga de hambre y sed”.
Arias Sánchez explica que la huelga de hambre no alcanza como recurso para persuadir al Gobierno de la Isla de “que no se pueden perseguir fines nobles con medios innobles”. Señala, además, que Cuba “no es una democracia diferente”, sino “una dictadura”. El exmandatario costarricense (1986-1990 y 2006-2010) recuerda al opositor el caso de Orlando Zapata Tamayo que murió después de una huelga de hambre de 86 días. No logró “convencer al régimen cubano de que era necesario preservar la vida de esta persona, por sobre cualquier diferencia ideológica” y que tampoco movió “la compasión de la dictadura cubana”.
La misiva, publicada en la cuenta de Facebook de Arias Sánchez, precisa que “nada pudimos hacer por salvar a Orlando Zapata”. Enfatiza que su voz no hará silencio mientras “se sigan vulnerando los derechos humanos en Cuba” y que él ha vivido lo suficiente “para saber que no existe nada peor que tener miedo a decir la “verdad”.
Guillermo Fariñas, premio Sájarov a la Libertad de Conciencia en 2010, se declaró en huelga de hambre y de sed en la madrugada del miércoles 20 de julio para exigir que cesen las golpizas a los opositores no violentos en Cuba y que se abra un diálogo con el Gobierno.
Este viernes, Fariñas agregó una tercera demanda donde exige "que cesen las confiscaciones arbitrarias a los cuentapropistas, pequeños empresarios y a todos los cubanos emprendedores que están siendo agredidos violentamente" por parte de los “efectivos militares”.
Fariñas se solidarizó con Carlos Amel Oliva, líder juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), que emprendió una huelga de hambre el 13 de julio "en protesta por las confiscaciones arbitrarias" y hasta que se le devuelvan todas las pertenencias que le han sido confiscadas. El viernes, uno de los 75 opositores encarcelados durante la Primavera Negra de 2003, Eduardo Díaz Fleitas, se sumó a la huelga de hambre.