Para paliar la escasez de harina en Cuba, proponen aprovechar el árbol del pan
"Esta opción de alimentación sana se podrá aprovechar además como extensor en la producción de helados"
La Habana/Después de un año de escasez de harina en Cuba, el Gobierno ha anunciado este jueves la puesta en marcha de un proyecto en la Isla de la Juventud para obtener harina del árbol del pan. El objetivo es obtener esta materia prima para tener mayor disponibilidad o, directamente sustituir a la que se emplea en la producción de panes o galletas.
Marlene García Collado, adscrita al Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, ha contado a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que el árbol del pan (Artocarpus altilis) es un recurso disponible en la zona y que hay 50 productores dedicados a ello.
La prensa oficial ha hablado con uno de ellos, un campesino que tiene una finca en Ciro Redondo (a 4 kilómetros de Nueva Gerona), donde se ubicará una planta que recogerá el fruto, lo descascarará, troceará y deshidratará en horno para luego pulverizarlo, envasarlo en paquetes de un kilo y sellarlo. El producto se cotiza, según ANC, a 81 centavos de dólar el kilo en el mercado internacional, aunque en el municipio especial será comercializado en pesos cubanos.
La harina del árbol de pan está considerada un producto muy saludable, de mayor calidad nutricional que otras harinas vegetales
"Cuando se consolide la microindustria, esta opción de alimentación sana se podrá aprovechar además como extensor en la producción de helados, así como espesante para compotas y jugos y en la cocina doméstica para elaborar croquetas, natillas, flanes y bolas rellenas con carnes, entre otras delicias", explica el campesino Juan Marcelo Váquez.
La harina del árbol de pan está considerada un producto muy saludable, de mayor calidad nutricional que otras harinas vegetales y algunos estudios la consideran "una alternativa creativa innovadora para la formulación y elaboración de alimentos idóneos, es decir, procesados para proporcionar elementos proteicos, acompañados de calorías no vacías".
El pasado mayo el Gobierno anunció una reducción del 30% del pan de venta liberada por la falta de harina de trigo. Además, también informó de una bajada del 50% de la entrega del producto a la red gastronómica y a los organismos estatales, aunque aspiraba a garantizar la venta del pan racionado y a los sectores de Salud y Educación.
La falta de harina de trigo forzó la producción de pan de harina de maíz, pero tampoco esto resolvió la escasez. Durante el último año, y en particular desde enero, las colas para comprar pan en el mercado liberado se pueden prolongar durante horas y los precios en los negocios privados se han duplicado.
Pero el problema no se limita a la falta de la materia prima. En 2018 hubo otra crisis de escasez de pan que en aquel momento no se atribuyó al cereal, sino al mal estado de los molinos.
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