El Partido decidió y el parlamento aprobará
La Habana/La gran noticia del restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba ha relegado al olvido la cuarta sesión de la Asamblea Nacional correspondiente a este año. Los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba dieron luz verde este jueves a la propuesta del plan de la economía y la ley del presupuesto del Estado para el 2015, que será sometida a la consideración del parlamento hoy viernes.
El pleno del partido revisó y aprobó también el informe que se presentará a los diputados sobre la implementación de los lineamientos del sexto Congreso del PCC.
La realización consecutiva de ambos eventos -el noveno pleno del Comité Central y el cuarto periodo de sesiones- ilustra cómo gobierna Raúl Castro "de forma ordenada y paulatina". En la presentación de ambos encuentros en los medios oficiales no se hizo referencia a la más importante noticia del 2014, el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, aunque se espera que antes de concluir su encuentro los diputados expresen una declaración de apoyo.
El Comité Central del Partido sigue sin cumplir uno de los más importantes acuerdos tomados en la Conferencia Nacional de enero de 2012 consistente en renovar su membresía hasta en un 20%. Los párrafos dados a conocer hasta ahora del informe central del noveno pleno se limitan a expresiones entre el triunfalismo y el vacío. "Se constatan avances en la implementación de las políticas aprobadas y una mayor comprensión de los nuevos retos a que estamos abocados al abordar medidas de mayor alcance y connotación", aseguran los informes oficiales.
Se reconocen, sin embargo, "deficiencias en el actuar de directivos y entidades de los diferentes niveles de dirección de la economía, así como en los sistemas de trabajo utilizados que en ocasiones obstaculizan y enlentecen la puesta en práctica de medidas y decisiones".
En la sesión del parlamento, los diputados tendrán un margen muy estrecho para salirse del guión que traza el partido y no es aventurado vaticinar que tanto el plan de la economía como el presupuesto serán aprobados sin mucha discusión y por una abrumadora mayoría, si no lo hacen por unanimidad.