A partir de mayo ya no habrá pollo por la libreta para los cubanos mayores de 13 años
La provincia de Guantánamo vive una situación alarmante por la falta de transporte para llevar los alimentos
La Habana/Los cubanos mayores de 13 años ya no recibirán carne de pollo normada, sino picadillo y mortadella. La noticia, deslizada en un reporte sobre las dificultades para el abastecimiento de la canasta familiar básica, añade que sólo se encuentra "en distribución" el pollo de los menores que no rebasan esa edad y de quienes poseen dieta médica.
Con la caída de las importaciones de pollo a la Isla desde EE UU, y el aumento del precio del producto en el mercado internacional, la afectación directa en el consumo se veía venir desde febrero, cuando el economista cubano Pedro Monreal anunció que se había alcanzado el volumen más bajo de importación en los últimos cinco meses.
Tras lamentar las graves "afectaciones con el combustible", una situación que ya alcanza niveles críticos al filo del verano, el director general de Ventas de Mercancías del Ministerio del Comercio Interior, Francisco Silva, expuso que la venta de los cada vez más escuetos mandados comenzaría "de forma parcial" a partir de este sábado.
A los alimentos e insumos correspondientes a mayo, señaló el directivo, se les ha dado prioridad en los procesos de "extracción portuaria y distribución". Entre los productos faltantes en abril, cuya entrega el ministerio prevé "completar" próximamente, están los frijoles, los chícharos y el aceite. La espera será ligeramente más larga con el café, que llegará a las bodegas en los primeros días de mayo, anunció Silva, quien dejó claro que, de momento, está apenas en fase productiva, al igual que la compota.
Algunas familias vulnerables del país recibirán un módulo de alimentos gratuito, medida que se hará extensiva a todos los núcleos de consumidores de Holguín y Guantánamo
No habrá alteración en los precios, prometió, que seguirán siendo los aprobados por los organizadores de la Tarea Ordenamiento. Algunas familias vulnerables del país recibirán un módulo de alimentos gratuito, medida que se hará extensiva a todos los núcleos de consumidores de Holguín y Guantánamo.
Precisamente sobre esta última provincia, una de las más pobres del país, la prensa oficial comentó con preocupación el creciente desabastecimiento. Un artículo publicado este sábado en el diario Venceremos recordaba que la canasta básica debería ser una "tarea de primer orden para la dirección del país", pues constituye la fuente única de alimentación de numerosas familias en la región oriental.
Sin embargo, constataba, el resultado era la ausencia de arroz, azúcar, aceite, granos, café, sal y otros insumos que tardan en llegar, si es que lo hacen, a "las más distantes de las bodegas" de la Isla. "De 2022 a 2023 la llegada de esos productos ha sido muy inestable", resumen.
Preguntado por estos problemas por el órgano del Partido Comunista en Guantánamo, el director comercial nacional de la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios, Ángel de la Cruz Vaquero, señaló que había otros culpables de la demora: los suministradores y transportistas, además, claro, del bloqueo de EE UU y hasta los "rezagos" de la pandemia de coronavirus.
El caso de Guantánamo, expuso el directivo nacional, es particularmente alarmante, pues "al llegar la carga al puerto de Santiago de Cuba, la mayoría de las provincias orientales están allí, listas para extraer sus cuotas", mientras que Guantánamo llega tarde y tras mucho "tiempo perdido".
En la propia provincia, la "obsolescencia tecnológica de las industrias" es otro punto en contra del abastecimiento local. La producción azucarera, explicó el funcionario, "pasa por uno de sus peores momentos, se necesita más caña y no hay". Las alternativas son traer azúcar crudo desde Las Tunas y Camagüey, pero esas provincias ya tienen sus propios problemas.
"Al llegar la carga al puerto de Santiago de Cuba, la mayoría de las provincias orientales están allí, listas para extraer sus cuotas", mientras que Guantánamo llega tarde y tras mucho "tiempo perdido"
La cuestión más grave sigue siendo la transportación, subrayó Vaquero. En medio de la debacle de combustible y con el país casi paralizado, la responsabilidad del traslado de los productos disponibles cae en un límite difuso: ¿Es culpa de la dirección provincial de Transporte o de los directivos nacionales?, se pregunta.
Vaquero detalló que los insumos se transportan hacia distintos puntos de la Isla por mar, en tren o por carretera, cada uno con "ventajas y desventajas". La ruta marítima emplea una muy gastada patana, con capacidad de 300 toneladas de carga y que debe hacer una escala técnica en las inmediaciones de la Base Naval de Guantánamo, donde las autoridades estadounidenses deben dar el permiso de entrada al puerto provincial. Otras veces, el transporte marítimo se ve entorpecido por las condiciones climáticas, que ponen en riesgo "toneladas de alimento costosamente importados".
En cuanto al tren, con vagones "muy estropeados" con capacidad de 60 toneladas, suele suceder que falta la locomotora pues la provincia, sencillamente, no cuenta con una. Además, las mercancías suelen llegar maltratadas por el viaje y el "roce con los laterales" del vagón.
Las dificultades de las dos primeras vías hacen que el transporte por carretera sea el más frecuente y, desde que comenzó la crisis, también el más afectado. Hacer que un cargamento de aceite suba hasta las zonas más intrincadas de la sierra –como Baracoa, Maisí, Yateras y El Salvador– es casi imposible, pues no hay combustible ni camiones en buen estado para hacer el viaje.
Guantánamo no ha podido evadir el "desfase" desde junio de 2022 y la consecuencia ha sido el desabastecimiento cada vez más grave del mercado estatal. Vaquero no comparte el voluntarismo con que Cubadebate describió la situación de la canasta básica: "La idea de que a principios de mes tendremos todo en la bodega por el momento no es sostenible", zanjó.
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