"Las firmas no son patrimonio", asegura el director de La Bodeguita del Medio

La Habana/La imagen de La Bodeguita del Medio sin las miles de firmas en sus paredes que formaban parte de su carácter sorprendió a propios y extraños. Hace pocos días, Robin Pedraja, director creativo de la revista de arte Vistar Magazine, compartió en redes fotografías de la restauración del local y se preguntaba quién tuvo la idea de borrar "todo ese patrimonio". Muchos usuarios mostraron su rechazo a una obra que, según diversas opiniones, hace que el icónico local pierda parte de su identidad.

"Las firmas no son patrimonio", discrepa José Miguel Pumarada Fernández, director del local en una entrevista con 14ymedio. El funcionario sostiene que el local ha vivido ya tres remodelaciones y defiende que esta intervención era necesaria por el mal estado en que se encontraba el local.

"Había filtraciones por todos lados, los clientes estaban comiendo y el agua caía en la mesa, había mucha humedad. Los cuadros se caían de las paredes porque el repello estaba podrido"

"Había filtraciones por todos lados, los clientes estaban comiendo y el agua caía en la mesa, había mucha humedad. Los cuadros se caían de las paredes porque el repello estaba podrido, la humedad era mucha y era parte de las quejas de los clientes que visitaban la casa", comenta.

Pumarada explica que hace tres años que se esperaba el momento para iniciar la reparación preservando todo lo que está considerado un bien patrimonial, incluyendo los objetos museables. "El libro de firmas, todas las fotos con sus cuadros -que datan de los años 40 y 50-, la estructura de la casa, la arquitectura, la madera, todo eso se respetó".

El directivo, que lleva siete años al frente del emblemático lugar, añade que la primera puerta que tocaron para comenzar los trabajos fue la de la Oficina del Historiador, y aunque sin razón aparente no se ocupó del trabajo, cuentan con "todos los niveles de aprobación" de la Comisión de Monumentos.

Sin embargo, un especialista del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad consultado por este diario afirma que no estaba al tanto de la remodelación, pero considera "lamentable y una violación" la eliminación de las firmas y defiende que intervenciones así deben ser controladas. "Si borraron todo es terrible. Es un lugar icónico, no es una taberna cualquiera".

Salomé García, graduada de Artes Plásticas del Instituto Superior de Arte, considera que esta intervención forma parte de "la ofensiva iconoclasta del Estado cubano" contra el patrimonio

Salomé García, graduada de Artes Plásticas del Instituto Superior de Arte, considera que esta intervención forma parte de "la ofensiva iconoclasta del Estado cubano" contra el patrimonio.

"Este es un local de propiedad estatal/pública, y de alto valor patrimonial. Los contratos para estas intervenciones (y para muchas otras) deberían ser licitaciones públicas. Además, son intervenciones que por su relevancia deberían cubrirse en los medios de prensa, así se evitarían tergiversaciones", agrega la especialista, que actualmente realiza un Máster en Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la Universidad Politécnica de Valencia.

No es la primera vez que La Bodeguita del Medio remodela su interior. En 1997, la instalación sufrió un atentado, junto a otras instalaciones turísticas como los hoteles Tritón, Chatteau Miramar o el Copacabana, y hubo que restaurar una parte y pintar sus paredes, recuerda Pumarada, que subraya que esta casa tiene 78 años de explotación.

La reparación de este año fue necesaria, insiste, porque las paredes tenían varias grietas que debían sellarse, además de darles fortaleza y seguridad. "Pintamos con el mismo color que estaba antes y todo lo demás se mantuvo intacto".

Actualmente, y cumpliendo con las normas para controlar la pandemia, el bar de La Bodeguita del Medio permanece cerrado, aunque mantiene abierta "una tiendecita" en un costado del local por el que se comercializan alimentos.

"Cualquier bocadito de una fonda de mala muerte, está mejor que estos. Esperaba que tuvieran mayor calidad por tratarse del lugar que se trata, pero es un bocadito de comedor comunitario"

"Lo único que están vendiendo son bocaditos de jamón a 25 pesos cada uno", asegura a 14ymedio un vecino del lugar. "Pero tampoco es que tengan suficientes, solo 30 panes. Según dijeron unos trabajadores, se vende lo que hay en inventario", asegura el habanero que decidió comprar cuatro sándwiches y terminó indignado. "Cualquier bocadito de una fonda de mala muerte, está mejor que estos. Esperaba que tuvieran mayor calidad por tratarse del lugar que se trata, pero es un bocadito de comedor comunitario".

La Bodeguita del Medio, que se vende a los turistas como "la cuna del Mojito", está ubicada en la calle Empedrado, un lugar privilegiado de la capital, a pocos pasos de la Plaza de la Catedral, en la Habana Vieja. Esa zona pertenece al Centro Histórico y fue declarada en 1982, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El inmueble hace mucho tiempo había perdido lo mejor que tenía: convertirse en un espacio para la bohemia nacional, para los habituales del patio. Desde que se dolarizó y se convirtió en un fast food para turistas, perdió lo más importante, y no fueron sus firmas, sino su identidad, su sello.

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