"Los peces se pueden coger con la mano" por la sequía en Zaza, el mayor embalse de Cuba
La presa se encuentra al 13% de su capacidad y los pescadores han iniciado una captura frenética antes de que los peces mueran
La Habana/Varias fotos publicadas este sábado por la prensa oficial dan la medida de la crisis que atraviesa la presa de Zaza, en Sancti Spíritus, la más importante del país. Con una capacidad de 1.020 millones de metros cúbicos de agua, el embalse solo cuenta con 132.600, el 13% de lo que puede albergar. La situación es tan alarmante que los pescadores han iniciado una pesca frenética antes de que los peces mueran.
Zaza está “agonizante”, lamenta Armando García, un pescador entrevistado por Cubadebate. No hay que echar la pita al agua, los peces se pueden coger con la mano. No exagera: una de las imágenes muestra su bote con el producto de su “pesca acelerada”, como la define el medio.
La falta de lluvias y las altas temperaturas han azotado el embalse, y solo es posible aprovechar “arroyuelos y algún charco”, explica García. La suerte estaba echada desde el año pasado, cuando Zaza solo pudo llenarse al 40% de su capacidad. Al lado de la cifra actual, eran buenos tiempos. Entonces, la Empresa Pesquera de Sancti Spíritus lamentó la repercusión que la sequía tuvo en la pesca: al cierre de marzo, solo habían podido procesar 291 toneladas de pescado, cuando habían previsto 726 para el semestre.
Esta vez, Cubadebate ha silenciado las consecuencias alimentarias de la sequía, cuyo impacto será, desde luego, mayor que el del año pasado. En cambio, ha relatado incluso con cierta simpatía la “pesca milagrosa” en Zaza, que en 2023 advertían que no existían peces suficientemente desarrollados en el agua y que pescarlos antes de tiempo suponían un grave trastorno para el ecosistema.
En aquel momento, Zaza enfrentaba otro problema: la suciedad y el exceso de vegetación, aunque los directivos provinciales aseguraron haber limpiado 13,5 hectáreas gracias a una dotación de combustible para ese propósito. La situación de este año, en el que el Gobierno alega estar en una “economía de guerra” y advierte que no tiene combustible, es incluso peor que la de 2023, aunque Cubadebate tampoco toca este asunto.
La presa de Zaza se creó en 1975 y, según la enciclopedia oficialista Ecured, en sus inmediaciones –incluyendo una zona de Villa Clara– viven unas 264.000 personas, cuya subsistencia depende en gran parte del embalse. “A lo largo de los años las necesidades de los municipios colindantes han podido ser satisfechas gracias a los millones de metros cúbicos de agua aportados por el embalse, sin tener en cuenta la realización de los trasvase en ejecución actualmente”, aseguraba el texto sobre una realidad que, a día de hoy, parece remota.
Pese al intento de Cubadebate por atenuar la gravedad del tema, las fotos hablan por sí solas. Estructuras que deberían estar bajo el agua completamente expuestas –el medio oficialista las romantiza como “misterios al descubierto”–; pescadores improvisados que buscan lo suyo encima de “balsas” fabricadas con cámaras de camión o tractor; aves que pescan su alimento sin demasiado esfuerzo, con la misma urgencia que los espirituanos; y los camiones de Acopio, dispuestos a acaparar lo que puedan del producto.
Todo parece indicar que Zaza está condenada al abandono y que los dirigentes provinciales no tienen prevista ninguna otra solución que desmantelar la escasa fauna que le queda a la presa. Las caras de alegría de los pescadores y la urgencia de los camiones lo dicen todo.