Con la pérdida del 50% de sus ingresos en divisas, el "sistema cubano" ha colapsado
Cuba Siglo XXI publica un informe firmado por el economista Emilio Morales
Madrid/En tres puntos clave –el desplome de las exportaciones de servicios médicos, la caída de las remesas y la debacle del turismo– cifra el economista Emilio Morales el colapso del "sistema cubano". En el más reciente informe de la organización Cuba Siglo 21, el investigador asegura que se ha producido una caída de más del 50% en las principales fuentes de ingreso de divisas del Gobierno, que arribará al 71 aniversario del asalto al cuartel Moncada con un país en “cuenta regresiva”.
Publicado este jueves, el informe de Cuba Siglo 21, con sede en Madrid, documenta en primer lugar cómo una de las entradas de divisas más potentes que tuvo Cuba, la exportación de servicios médicos, cayó un 78% desde 2013, cuando generó 10.420 millones de dólares para el régimen.
Según la rendición de cuentas ante el Parlamento del ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, Cuba dejó de ingresar en 2023 unos 63.939 millones de pesos, que al cambio oficial de 24 por 1 equivalen a una pérdida de 2,664 millones de dólares para la Isla. La mayor parte de estos ingresos corresponde a los servicios médicos, cuya contratación gestiona Gaesa, el brazo económico del Ejército, a través de la empresa Comercializadora de Servicios Médicos, el Banco Financiero Internacional y de Antex S.A, otra compañía diseñada para manejar los contratos de los médicos cubanos en el exterior, refiere Morales.
“Gaesa se ha embolsado no menos de 69,8 mil millones de dólares de los 108,5 mil millones que ha recaudado de los salarios de los médicos” entre 2008 y 2023, resume el economista, que apoya su conclusión con un gráfico. Ese dinero “nunca retornó a la reconstrucción de hospitales, adquisición de equipos e insumos médicos, o a mejorar las condiciones de atención a los pacientes”. El Gobierno, de hecho, solo invirtió 1.700 millones de dólares en la Salud Pública, en 2023, una cifra que contrasta con los 24.200 millones invertidos en la construcción de hoteles.
Por su parte, las remesas también disminuyeron en 2023. La entrada al país de 1.972,56 millones de dólares representó una caída de 2,31% con respecto a 2022, y de 46% si se compara con 2019. La causa –a la que Morales se ha referido en más de una ocasión– no es un misterio para nadie: la estampida masiva tras el 11 de julio de 2021 y la crisis económica de los últimos años. Además, quienes emigran, en lugar de enviar dinero a los que se quedan, prefieren sacarlos cuanto antes del país.
Morales retoma el dato ofrecido recientemente por el economista cubano Juan Carlos Albizu-Campos, que calcula que entre 2022 y 2023 salieron de Cuba 1,79 millones de personas. Con esa estampida, las remesas también cayeron. “En 2023, se estima que la desterrada y excluida diáspora cubana desembolsó entre 1.800 y 2.200 millones de dólares para sacar del país a los 200.287 cubanos que emigraron hacia EE UU y otras decenas de miles que todavía se encuentran en el camino”, analiza.
En cuanto al turismo, Morales analiza su fracaso tras la pandemia, en un contexto internacional caracterizado por la recuperación de los niveles de visitantes. Mientras Cuba recibió en 2023 a solo 2,4 millones de turistas, un país vecino, República Dominicana, sobrepasó los 10 millones. El régimen ha apostado por el turismo ruso, que sin embargo “no ha compensado la pérdida del turismo europeo, afectado por el apoyo de Cuba a Rusia en la guerra contra Ucrania”, explica el economista.
Para ilustrar la debacle, Morales señala que los cinco principales emisores europeos de turistas –Italia, Francia, Alemania, España e Inglaterra– mandaron un 67,45% menos de viajeros a la Isla. Los cubanos residentes en el extranjero, indispensables para el turismo, también bajaron en 2023 su número en un 42% en comparación con 2019: se registraron solo 358.480.
El problema también tiene una dimensión política, y es el hecho de que tanto el Partido Comunista como las estructuras de gobierno en el país se han quedado, con el éxodo masivo –incluso de sus propios cuadros–, desprovistos de relevo. El Tribunal Supremo, según reconocieron sus propios jerarcas, cuenta con solo el 69% de los jueces que necesita para operar en el país.
La voz cantante la sigue llevando Gaesa, a quien Morales responsabiliza por la mala administración de los recursos del país, y que ha protagonizado una suerte de guerra contra las mipymes para limitar su campo de acción y aumentar su fiscalización.
Se trata, a todas luces, de un sistema “disfuncional”, califica Morales, al que ponen en evidencia incluso sus aliados, que ya no se atreven a lanzar un “rescate económico a gran escala”, dada la resistencia al cambio de la cúpula del poder cubano. En estado comatoso y a la caza de soluciones parciales y de último minuto, el Gobierno cubano –zanja el economista– tiene sus días contados.